16: ¡¿Príncipe?!

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Los constantes avances del principito no hicieron que Liu Xiuyan se olvidara del incidente con Zhao Jean y aquel hombre misterioso. Mo Ting era una distracción muy grande, pero en realidad no hacía nada a lo que Liu Xiuyan ni estaba acostumbrada. Ya habían hecho lo suficiente como para no sentirse avergonzado. Al menos no tan avergonzado, porque la vergüenza era natural en el protagonista.

Liu Xiuyan no vio a Zhao Jean durante los días que siguieron aquel incidente con la taberna y el hombre misterioso de cabello rubio. Lo había pensado por mucho tiempo (principalmente cuando no estaba en una "lección" con el príncipe) y empezaba a parecerle extraño que hubiera un extranjero en aquel lugar. El Imperio era, a los ojos de Liu Xiuyan, una versión antigua de China. No debería haber ninguna persona con el aspecto de un extranjero allí. Además de Antoine, Liu Xiuyan no sabía de otro extranjero en la capital.

Mo Ting era bastante insistente con sus intentos de hacer que lo besara de todas las maneras posibles en cualquier lugar visible. A Liu Xiuyan no le encantaba ser besado hasta que sus labios dolían en medio del palacio donde todos podrían verlo. Sin embargo se volvía débil en cuanto sentía los labios del principito encima de su boca, besándolo de todos esos diferentes modos que al parecer había presenciado varios días atrás. Nadie podría concentrarse con un fuerte y atractivo príncipe buscando sus besos a toda hora.

En su tiempo libre, Liu Xiuyan leía sobre el Imperio y el mundo afuera de él. Le gustaba remarcar las diferencias entre el mundo moderno y éste universo alternativa. Había una gran diferencia, como por ejemplo el hecho de que sólo había dos continentes. Europa y Asia, aunque con nombres distintos. Asia era el principal continente del mundo, con todos los imperios y países. Por el otro lado, Europa era más como un continente cercano más avanzado en tecnología.

Si hubiera querido, Liu Xiuyan podría haberle preguntado a Antoine, el médico francés y padre de Zhao Jean, sobre Europa. No lo hizo porque quería averiguarlo por su cuenta. Quería aprender, no escuchar. Había una gran diferencia entre oír las palabras y leerlas, al menos para Liu Xiuyan.

Mo Ting era…bueno, era un maestro terrible. Si Liu Xiuyan le preguntaba algo, solo le decía alrededor de diez palabras antes de distraerse y empezar a besarlo. Es seguro decir que Liu Xiuyan no aprendía mucho con él. Además de besarlo como si fuera la última vez, recientemente empezaba a pasar sus manos por el cuerpo de Liu Xiuyan de un modo que hacía temblar las rodillas del joven.

¡Ahhhhh!

Liu Xiuyan estaba muy frustrado consigo mismo. No tenía ni el más leve autocontrol.

La situación actual era una gran prueba de ello.

(TT)

—M-Mo Ting…— se quejó Liu Xiuyan, intentando apartarse con un rostro sonrojado mientras el principito le agarraba la cintura.

—¿Hmm?— Mo Ting sonaba demasiado alegre.

—Basta, estamos a-afuera— murmuró el avergonzado protagonista, bajando la mirada.

—¿Puedo hacer ésto cuando estemos en tu habitación?

—¡¿Qué?! ¡N-N-No! ¡¿Por qué vas a estar en mi habitación?!

Mo Ting soltó una risa en el oído de Liu Xiuyan.

—¡Mo Ting! ¡No te burles de mí!

—No me estoy burlando— susurró Mo Ting, acercando sus labios hasta rozar la mejilla del protagonista. —Pero es divertido verte tan nervioso.

—Eres muy malo conmigo.

—¿Lo soy?— el principito bajó su tono, volviendolo más provocativo. —No parece molestarte.

—E-Eres muy malo…

Y no te pareces en nada a tu padre. Liu Xiuyan recordaba la novela de Mo Yang y Shen Lian. Mo Yang era un hombre indiferente en su mayoría. Pero Mo Ting era muy distinto. Era descarado y atrevido cuando se trataba de conquistar a Liu Xiuyan.

Mo Ting habría continuado molestando a Liu Xiuyan de no ser por la repentina aparición de Shen Lian, que lo saludó desde lejos y caminó hacia ellos con una sonrisa. Se separaron de inmediato, ambos avergonzados de haber sido interrumpidos en un momento tan provocativo. Por suerte Shen Lian no vio nada inapropiado.

Shen Lian seguía siendo tan brillante como el sol. No les preguntó nada sobre su posición previa, y simplemente los guió hacia el comedor donde al parecer recibirían unas muy importantes noticias de las que ninguno estaba al tanto.

Curiosos, siguieron a la madre de Mo Ting sin quejas.

—Creo que el señor Mo quiere presentarnos a alguien—  contó Shen Lian a mediada que se acercaban al comedores.

Liu Xiuyan casi muere. Le dice señor Mo a su esposo.

Como todo fanboy, Liu Xiuyan no podía evitar emocionarse cuando veía a su pareja favorita. Ah, realmente era un fanático desesperado.

Ya en el comedor, Liu Xiuyan vio que toda la familia imperial estaba allí. De hecho también se encontraba sentados a la mesa un incómodo Antoine y un enojado Zhao Yuan. La curiosidad innata del protagonista se activó entonces, mientras se preguntaba qué podría causar tal reunión. No divisó a Zhao Jean, así que asumió que no tenía nada que ver con su embarazo.

Estaba muy equivocado.

Cuando las puertas se abrieron de nuevo, Liu Xiuyan se ahogó con el aire al ver que se trataba de Zhao Jean y el misterioso hombre rubio que al parecer lo había embarazado. No sabía que hacer o cómo reaccionar, sobre todo con la mirada letal que Zhao Yuan le envió al extranjero que estaba junto a su hijo.

Liu Xiuyan casi podía saborear la tensión el aire que solo fue en aumento tan pronto como Zhao Jean se sentó, siendo seguido por el rubio desconocido. Parecían una pareja, aunque Liu Xiuyan no estaba seguro de lo qué sucedía allí. Estaba muy confundido sobre la situación frente a él, una que en realidad jamás creyó presenciar. Zhao Jean era demasiado arisco para tener la compañía de alguien.

—Madre…

—No— sentenció Zhao Yuan con una mirada seria que dirigió a su único hijo. —No. No me hables, Zhao Jean.

El pequeño sirviente no reaccionó al inicio, pero después su rostro se contorsionó con una emoción que Liu Xiuyan no reconoció en el mandon Zhao Jean. Era muy deprimente verlo en ese estado.

—Padre.

—Hijo, no puedo hacer nada. Ya oíste a tu madre.

—Pero…

—¡Zhao Jean!— chilló el sirviente mayor, azotando la mesa con sus manos.

Liu Xiuyan sintió que ésta escena era muy privada. ¿Por qué estaba la familia imperial ahí?

Mientras todo se sentía incómodo, Shen Lian aclaró su garganta para interrumpir el personal momento entre la familia Zhao. Él era sensible a los conflictos de ese tipo luego de haber experimentado algo similar con su padre y primo, aunque eso no podía compararse debido a que los Shen eran todos unos seres despreciables con Shen Lian. Lo menospreciaban por ser diferente a ellos, e incluso tuvo un primo que deseaba tomarlo como esposa a pesar de lo desagradable que sonaba.

Ah, Liu Xiuyan se distrajo otra vez. Volvió su atención a la mesa justo cuando Mo Yang habló.

—No están aquí para discutir asuntos familiares— declaró, con una seriedad que acalló a los demás. —Me informaron que Zhao Jean estaba embarazado hace dos días. Los invité a comer porque el bebé que crece ahora mismo dentro de Zhao Jean es un príncipe.

.

.

.

.

¡¿QUÉ?!

—Creo que ahora debo hablar— intervino el rubio, su voz tenía un  acento muy notable. —Soy Dmitri. Príncipe y heredero de la corona rusa.

Oh.

Bueno, ésto ciertamente era un gran giro de acontecimientos. Aunque Liu Xiuyan se preguntaba algo muy en lo profundo de su mente.

¿Por qué siempre había un extranjero y un sirviente?

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