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30: Embarazo. (Liu Xiuyan entra en crisis)

Había muchas cosas pasando por la mente del protagonista en ese preciso momento. Miedo, angustia, intriga e irá. Liu Xiuyan no sabía qué debía sentir ahora que su más grande temor se había hecho realidad. Estaba embarazado.

Liu Xiuyan no pensó que fuera posible. Estaba en el cuerpo de un descendiente del clan FengLiuShen, pero supuso que por venir del mundo moderno sería imposible que tuviera la peculiar anatomía del clan. Por eso creyó que embarazarse sería imposible, y no se preocupó mucho al tener relaciones frecuentes con el principito. El embarazo era una idea ilógica que el protagonista no había considerado posible a pesar de que su  subconsciente le decía lo contrario. Él jamás imaginó que dentro de su cuerpo estaría creciendo una nueva vida.

Su instinto maternal era nulo. Cuidar ocasionalmente a los hijos de sus hermanas era muy diferente a saber que ahora un ser humano dependía por completo de él para sobrevivir. Era torpe y bobo. ¿Cómo podría cuidar de un pequeño ser? Ser una madre requería atención, cuidado e incluso una astucia impresionante para mantener a la criatura a salvo de todo. Si Liu Xiuyan apenas podía cuidarse a sí mismo, era improbable que pudiera velar por la seguridad de alguien que necesitaría demasiada atención. Con un bebé no podía descuidarse o habría consecuencias graves.

Liu Xiuyan estaba demasiado preocupado por sus habilidades de madre como para alegrarse por la situación. En su mente solo fluían pensamientos negativos sobre lo que podría pasar una vez necesitara atender a su hijo. El protagonista tampoco quería saber cuántos síntomas experimentaría de ahora en adelante. Vómito, sobrecarga de hormonas, dolores musculares y cambios emocionales no eran algo a lo que él estaba deseando acostumbrarse. Había leído suficiente para comprender al menos lo básico de un embarazo.

Entre tantas cosas, Liu Xiuyan no había podido hacer mucho más que sumergirse en una profunda preocupación por lo que sucedía en su vientre. No quería ver a Mo Ting. Observar su alegre reacción al embarazo era frustrante para el protagonista. Mientras Liu Xiuyan sufría por la certeza de que sería una mala madre, Mo Ting estaba desbordando alegría. El protagonista no podía evitar molestarse por su actitud tan descuidada.

Después de su desmayo, los médicos imperiales revisaron al protagonista y concluyeron rápidamente en que había un bebé en el vientre de Liu Xiuyan. De apenas mes y medio, pero una criatura fuerte cuyo corazón latía con intensidad. Luego de ésto, Mo Ting lo llevó a su habitación para que descansara. Ahí fue donde despertó dos horas después, sintiéndose terrible por las vueltas que daba su estómago.

Liu Xiuyan ahora estaba recluido en su habitación, intentando calmarse un poco para no sucumbir ante la preocupación. Se contuvo de decirle a Mo Ting que estaba molesto, pero sí le dijo que quería estar solo por un rato.

Consternado, Liu Xiuyan tenía una mano puesta sobre su vientre plano. Pensaba en todo lo que podría salir mal y lo poco preparado que se sentía para tener a un bebé. Apenas era un adulto, y ahora se supone que debía cuidar a otra persona. Una persona diminuta que iba a consumir toda su vida desde entonces. No podía hacerlo. No quería hacerlo. Todo era…

Era tan frustrante.

—No puedo…— murmuró para sí mismo, labios temblando y ojos llenándose de lágrimas.

De todas las personas, él era el menos preparado para tener un bebé. No podía cuidar a un niño.

—No puedo.

Liu Xiuyan estaba cada vez más alterado. ¿Qué iba a hacer con un embarazo no planeado? Nadie le tendría compasión en la época antigua si decía que no estaba listo para ser madre. Solo acostumbrarse a que sería madre a pesar de ser un chico era tarea difícil.