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—¿Posesión? — leyó Camile sin disimular su sorpresa.

—Es una manera despectiva de decirlo — respondió Zero sin despegar la vista del libro que tenía Camile en manos.

La castaña, con duda siguió leyendo el resto del capítulo, mentiría si le dijera que no estaba asustada, lo que le pedía era algo que nunca hubiera imaginado.

—No tienes de que preocuparte— dijo Zero notando su expresión contrariada— No es nada peligroso ¿acaso no confías en mí?

—¿Qué? Por supuesto que confío en ti — le aseguro la de ojos azules— Es solo que...

— Te da miedo. No tienes que hacerlo si no quieres, después de todo ya me había acostumbrado a ser nada más que una sombra que solo tú puedes ver.

Camile sintió un pinchazo en el corazón, quería ayudarla, ella lo había hecho tantas veces y cuando llegó su momento de devolverle el favor estaba asustada, debía ser la peor de las amigas.

—Lo haré.

Zero sonrió, tenía lo que quería.


***
D

esastre

Esa no una palabra suficientemente buena para describir lo que estaba pasando en ese momento. En su mente, Camile lanzaba todas las maldiciones habidas y por haber hacia Zero ¿pero que mierda había hecho?

—¡MÁS GASA!— la castaña gritó esperando obtener la atención de sus compañeras, los estruendos del exterior y los lamentos de dolor del resto de pacientes no hacian más que espesar el entorno. Ella presionó la herida con fuerza para detener el sangrando, el daño parecía irreparable y el soldado no paraba de soltar quejas de dolor por su desfigurado cuerpo lleno de quemaduras—No, no, no, no...
Tras pocos segundos de tensión, la respiración del hombre se detuvo lentamente al igual que sus bruscos movimientos anunciado a Camile lo irremediable, él estaba muerto.

Siete semanas. Habían sido siete jodidas semanas en las que estuvo "desconectada" del mundo, en un segundo estaba aceptando la ayuda de Zero y al otro ocupaba el puesto de una enfermera. Todo era estúpida y jodidamente confuso, simplemente pasó de estar semi desnuda y drogada en una casa de campaña llena de militares a gritar por gasas intentando salvar a un hombre moribundo.

Con las pocas fuerzas que le quedaban, Camile, dejo caer su tembloroso cuerpo por debajo de la camila apenas sosteniéndose del colchón, un hombre acaba de morir en sus brazos, las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, su respiración se volvió pesada y muy pronto le empezó a faltar el aire.

𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑 | The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora