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Atención: ANTES DE EMPEZAAAR deja tu estrellita, lindura 💞

Desde su primer beso a los 15 años, la pareja no se separó en ningún momento del otro.
Por su "curiosa" situación ambos se vieron obligados a deambular entre escombros y destrucción durante 8 largos años para llegar satisfacer sus necesidades básicas y poder sobrevivir al Apocalipsis. Y pese a lo mal que sonaba la situación estando juntos hacía que de pronto todo no fuera tan malo.

Con el paso de los años el amor de ambos solo fue intensificándose y número Cinco había pasado los últimos meses buscando un objeto que pudiera ser perfecto para pedirle matrimonio después de rendirse buscando un objeto tan pequeño como un anillo de compromiso.
Empezaba a impacientarse, no había nada más que metales oxidados y escombros, por un lado se sentía avergonzado, solo a él se le ocurriría pedirle matrimonio a la mujer que ama a mitad de una catástrofe, no estaba ni cerca de ser la forma en que lo había imaginado cuando tan solo era un puberto muy enamorado. Él podía no estar seguro de muchas cosas —aunque no lo admitiera— pero tenía la certeza de querer pasar el resto de su vida a lado de Alice. Deslizó sus dedos por el asfalto ardiente y de inmediato un pequeño destello lejano llamo su atención, levanto la mirada cubriendo su rostro con una de sus manos, frunció el ceño confundido ¿una flor? Hasta el momento la poca vegetación que había salido era pasto y musgo, demasiado musgo, pero era una flor resplandeciente e inmaculada entre escombros y suciedad.

...

¿Aún es muy tarde?

—¿Ah?— camino hasta quedar frente a ella— No, no, claro que no — respondió el azabache nervioso.

El chico torció un gesto de preocupación al ver a Alice, durante los últimos meses especialmente ella no lo estaba pasando del todo bien, casi siempre estaba cansada, dormía bastante y en alguna ocasiones le costaba levantarse de la cama. Cinco cambió la expresión de su rostro durante unos segundos aunque pronto dibujó una pequeña sonrisa levantado las comisuras de sus labios.

—Amo esa sonrisa.

Inconscientemente mostro una sonrisa más amplia provocando que la rubia riera. Sacudió la cabeza con nerviosismo y se acerco hasta la cama donde reposaba Alice recogiendo algunas hojas que estaban al borde de esta, la mano de la ojiazul viajo hacía la mandíbula de Cinco obligándole a mirarla.

—¿Estás bien?

—¿Por qué preguntas?

—Pareces intranquilo— habló la rubia dejando que su cabeza repose sobre la palma de su mano. Su otra mano se viajó por el rostro de Cinco hasta llegar a su cabello.

𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑 | The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora