FLOWER| ❝Y es que entre tanto caos y destrucción; estaba ella, completamente ajena a la ambiente, con cada uno de sus pétalos resplandecientes y delicados❞
El la deudécima hora del primer día de octubre de 1989, cuarenta y tres mujeres dieron a luz...
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Maratón 1/ ??
10 minutos antes que llegará Alice
Camile se miro al espejo de su habitación por suerte habia traido algo de ropa para ayudar a Cinco, no tenia ni la mínima idea de porque habia aceptado, su único trabajo era fingir ser su madre, dijo algo del tiempo, un ojo, fin de la Tierra, las únicas palabras que logro captar de la palabrería de Cinco. Poco a poco su estatura fue aumentando, su cuerpo se empezo a moldear al una adulta, sus labios permanecieron su forma ovalada y color carmesí. Al terminar giro su lentamente su cuello a un lado intentando liberar la tensión de ciertas zonas. Termino de vestirse y busco a Klaus, hace un buen tiempo que el no la veía en su estado adulto, o que simplemente no la veía. Entro a una habitación del segundo piso donde se encontró a Klaus peleando con Cinco.
—¡Pichoncito!— el se acercó con estusiasmo a salular a la castaña.
—¡Cinco!— se oyó la dulce voz de su hermana Vanya aparentemente buscándolo.
—Mierda— mascullo el castaño, rápidamente empujo a Camile y a Klaus dentro del armario a pesar de que era obvio que no iban a entrar allí cerro la puerta a duras penas y se alejo del armario. Camile se acomodo entre los sacos y alcanzó a sentarse en una maleta con sus piernas encima de las del ojiverde Le dificultaba ver el rostro de Klaus que estaba iluminado por únicamente un leve destello de luz que venia de afuera.
—Esto no es nada cómodo— susurró mirando a su alrededor, hasta que sintió una mirada curiosa encima de su rostro, volteó a ver a Klaus—¿Qué pa...
Presiono sus mandíbula con diversión interrumpiendo lo que iba a decir.
—No se si eres real, pichoncito— examinó cada parte de su rostro girando su cabeza con una mano apretando su quijada— Te siento real.
—Eso debería ser suficiente— el agarre de Klaus mantenía sus cachetes demasiado juntos impidiendole hablar correctamente.
Su respiración estaba normal, Klaus acerco lentamente su mano hasta solo uno de sus cachetes, con solo sentir el tacto del castaño una extraña sensación que viajo por todo si cuerpo, una sensación familiar, un cosquilleo que hasta el momento solo pudo sentir una vez. En su mano algunos hilos de cabello castaño que se habían enredado entre sus dedos, este sonrio y presiono el cachete de Camile formando un hoyuelo, sus rostros separados antes por unos centímetros empezaban a cortar esa distancia, pero una tercera voz los interrumpió.
—Pudiste haberme asesinado— se quejo Cinco con tono de voz que provoco el notorio fastidio de Klaus.
***
Juntos llegaron a la dichosa empresa de "MeriTech" se trataba de un edificio bastante grande, entraron y esperaron en recepción, hasta que el hombre que había atendido a Cinco los invito a pasar a su oficina.
