Capítulo 38

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FELIZ JUEVES DE ACTUALIZACIÓN!! No se olviden de dejar su apoyo, los quiero!! 

Disfruten ;)

PD: En la foto, Aaron. 

Thomas

Ahora que Donna se encuentra mejor, se queja de mi cuidado excesivo. Cree que no escuché los sollozos a la madrugada, que no noté las ojeras debajo de sus ojos o que no siento la tristeza que la rodea. Sus ojos perdidos rompen mi corazón, no sé lo que debe estar pasando o sintiendo por enterarse de los meses que perdió de su vida, y eso me tortura.

Aprieto los puños cuando el pensamiento me embriaga, le robaron su vida, momentos que nunca va a poder recuperar ¿Y por qué? ¿Para conseguir más poder, más dinero, más obediencia? Es una estupidez, ¿Qué significa todo eso al pensar en lo valiosa que es la vida?

Pero me quedo callado, volviendo a relajarme en el sillón. Mi espalda me duele horrores por dormir aquí, no queda de otra porque esta vez no me voy a alejar de mi familia. No desde que la recuperé ayer a la noche.

Lo máximo que hice fue recorrer la casa cuando mis piernas se estremecieron al pasar tanto tiempo sentado.

Escucho pasos acercarse y me levanto caminando hacia la puerta. No quiero que la despierten a mi pequeña, porque sé que no va a pasar mucho tiempo dormida.

Tiene miedo de que pasen meses antes de volver a abrir los ojos...

—Estás aquí —sonríe aliviado Aaron, aunque al instante borra la sonrisa y su mirada se desvía hacia la puerta detrás de mí—, ¿Cómo está?

Suspiro y avanzo, le hago la seña para que me siga mientras bajamos las escaleras.

—Quisiera que hubiera algo que pudiera hacer para sacarla de su miseria.

—Si lo hubiera, yo también lo haría. Ella también significa mucho para mí —la tristeza en su voz me saca una sonrisa tenue.

—Lo sé.

Ambos giramos hacia la puerta de entrada que se abre mostrando a Mark junto con Alexandra. Aún siento mi desconfianza hacia ella, pero todo pasa a segundo plano cuando pienso en que va a librarse del hijo de puta más grande que destrozó mi vida y la de mi hermana.

El diablo deja de parecer tan malvado cuando actúa a tu favor.

¿En qué me convierte eso? Por primera vez, no me importa.

Aunque el rostro que trae la chica me pone alerta, sus ojos muestran más muerte que ayer... Algo pasó y tengo miedo de descubrir qué.

—¿Algún avance en la posición de Víctor? —La voz de Mark retumba en el salón. Noto el pequeño corte en su mejilla, parece reciente.

Miro a Aaron, no tenía idea de que Libott ya estaba cerca. Pasé un día encerrado en ese cuarto y al parecer, el mundo siguió avanzando. La ansiedad ocupa mi cuerpo junto con un poco de miedo de lo que pueda hacerle a mi hermana. De mi padre ni me preocupo, no pienso volver a verlo pronto.

—Se espera que a la madrugada llegue a su casa —Aaron pasa su mirada de Lexie al mafioso, se ve un poco indeciso, pero ella se dedica a mirar un punto en el suelo apretando su mandíbula y manteniendo sus puños cerrados. Si yo fuera mi amigo también tendría miedo de hablarle—, aconsejaría que empiecen a monitorearlo en el momento en que ponga un pie dentro de la mansión —termina por decir.

Paseo la vista en la sangre que mancha a la asesina, pero un pensamiento me ataca ¿Y luego qué? Digo, seríamos libres de Libott, pero Castle tomaría el control de la otra mitad de la ciudad. Mi padre seguiría con la empresa, ¿Llegará su ambición tan lejos como para intentar tomar control de los Steel-Force y hacerle frente a Gabriel? Ninguna maldad está por debajo de él, así que no lo descarto.

En La Sangre  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora