Habían muchas cosas en común entre nosotros dos. Mi amiga. Así era como la veía, podía hablar de cualquier cosa con ella y no me aburría, era como si aunque estuviera detrás de una pantalla sintiera que era más real que nadie.
Yo: ¿Te puedo preguntar algo?
Clare: Claro.
Yo: Cuando tienes esos pensamientos y esas voces en tú cabeza ¿Como las alejas?
Clare: No las alejo, no sé si alguna vez lo escuchaste pero esas voces son Demonios, y si bien podía reprenderlas en el nombre de Dios. No lo hago, porque soy cobarde y tengo miedo a que ellas terminen por ganar.
Eso era oficialmente lo que más me gustaba de hablar con ella, siempre respondía con sinceridad pero a la ves inteligentemente.
Yo: Entonces creó que estamos vivos de milagro, lo que significa que no eres cobarde y eres más fuerte que cualquiera.
Clare: Si te molesta, no quiero hablar más de ese tema.
Yo: No hay lío, podemos hablar de lo que quieras.
Eh. Era demasiado gentil con Clare.
Clare: Gracias, Harry...
Yo: ¿Dime?
Clare: Hemos hablado por tanto tiempo, creo que ya son 4 meses, al principio me caias mal pero ahora te he cogido cierto cariño, como un muy buen amigo...
Yo: Y yo a ti. Pero... ¿A dónde vas con todo esto?
Clare: Que debemos tener en cuenta que nunca nos veremos.
Clare... Odio pensar que puedes llegar a tener razón con eso.
Yo: No, claro que podemos vernos.
Clare: Es que... En persona no soy como tú crees.
Yo: Clare, lo que yo creo de ti es que eres una buena chica y eso no puede cambiarlo tú apariencia.
De acuerdo soy tan cursi.
Clare: 1 mes. Dame un mes y nos veremos.
Yo: Como tú quieras.
En cierto modo el tiempo había pasado demasiado rápido, mi vida y sobre todo mi personalidad había cambiado. Bueno, ya no molestaba personas, le estaba siendo fiel a Scarlett y sobre mi vida de farra, esa sí que no se había ido, de hecho esta noche una amiga (Adele) Organizó una fiesta, a la cual obviamente asistire.
9PM, Niall llegó a mi casa junto con Louis y Zayn. Los deje pasar a casa y charlamos un rato ya que la fiesta empezaba a las 11PM.
- Ahhh. - Grito Zayn cuando vio como Niall mataba una araña. - Eres un asesinó.
- Sí y tú un sensible. - Soltó.
Si, estos chicos me entretenian.
- Harry. - Llamó Louis. - ¿Quedaste con Scarlett en la fiesta?
- Si, eso creó.
- ¿Eso crees? - Preguntó Niall. - Lo que yo creo es que no le das importancia.
- No es eso.
- ¿Entonces? -Louis. - Nosotros te apoyamos Hazza, si sientes que no eres feliz con ella, podemos arreglar ese asunto.
- Si. - Para mi sorpresa Zayn. - La mataremos y desapareceremos su cuerpo.
- Y yo soy el asesinó. - Se burlo Niall.
Todos soltamos una carcajada y yo terminé parandome.
- Gracias chicos y aunque la propuesta de Zayn suene tentadora creó que no cambiaré nada.
- Bueno. - Dijo Niall. - Solo quiero que sepas que todos odiamos a Scarlett.
Llegamos 10 minutos más tardé a la fiesta, a la entrada Scarlett aguardaba con un vestido corto azul, unos tacones negros y su cabello en una coleta.
- Nos veremos después viejo. - Dijo Niall tocandome el hombro. - Recuerda, la odiamos, has lo correcto. - Susurro y sonreí a aquel comentario mientras Niall desaparecía con los chicos.
Me acerqué a ella y la salude con un pequeño beso, ella me cogió de la mano y me dirigió hacía la fiesta. Bailamos un rato y luego nos sentamos a beber unos tragos.
- Bebé ire al baño, me urge, no demoró.
La vi desaparecer entre la multitud, cuando gire mi cabeza una silueta de una chica estaba próxima a mí. Con un movimiento demasiado rápido se sento a mi lado. María. Me alegraba no sentir lo mismo por ella y era algo aliviado.- Disculpa, te vi y pense en venir a saludarte. - Sonreía.
- Humm. - Dije algo incrédulo. - ¿Que quieres?
- Absolutamente nada. - Seguía sonriendo. - Bueno. - Pauso su enfermiza sonrisa. - Si, hay algo que quiero decirte.
- ¿Que?
- Harry... Debes saber que... - Su voz se vio apagada por otra voz gritona.
- ¿Que crees, que haces? Zorra. - Scarlett había llegado tan rápido que ni yo lo había notado.
- Ya me tienes arta. - María se puso en pie. - Estaba apunto de contarle a Harry la verdad.
- ¿Verdad? - Me paré justo en medió de los dos. - ¿Que verdad?
- Nada mi amor, ella solo habla sandeces. - Scarlett estaba tocando mi rostro desesperadamente.
- ¿Segura? - La voz de María era tan decidida que sentí miendo. - ¿Estas completamente segura que no hay nada? ¿Torpe? O mejor debería llamarte ¿Clare?
Con rapidez y casi impulsivamente retrocedi hacía atrás, lejos de ellas. No podía. Nada tenía sentido, sentí un vacío y unas ganas de correr a mi cuarto y hundirme en mi almohada mientras me odiaba. Todo se desvaneció en cuestión de segundos.