Permanecí en silencio y esperé a que ella hablará, quería abrazarla, decirle que todo estaría bien, pero ¿Acaso mi vida está bien? No, no puedes decirle a alguien que está más undido que tú que todo estará bien, sería estúpido y sin sentido.
- Lo odio - Dijo finalmente.
- Quieres decir... ¿Odias a tú papá?
- Si - Respondió - El día que el murió, la vida se acabó para mí, mis amigos y todos mis conocidos se fueron, quede completamente sola - Aún lloraba.
- No entiendo - Le dije - No es tú culpa que el se suicidara, a nadie le tiene porqué importar.
- El investigaba para mi universidad, muchos estudiantes se suicidaron por su investigación, ¿No escuchaste aquella notícia? La del dilema de la ciencia.
- Ah - Claro - La escuche, el científico que promovió a sus alumnos el suicidio.
- Fue él - Y rompió aún más en llanto - ¿Ves está montaña? Según el contacto que tuvo con los musulmanes ellos le dijeron que si moría en éste lugar, descubriría el secreto de la tierra que hay aquí, el le metió esa mentira a sus alumnos, yo no... - Estaba alterada - No entiendo como pudo hacer eso con aquellos adolecentes.
- Tal vez tampoco fue su culpa.
- ¿Que? - Dijo ella como si fuera un chiste de mal gusto.
- Digo, aquellas personas, le lavaron el cerebro a tú papá.
- No, el los busco, fue su culpa... - Se limpió las lágrimas y podía ver sus heridas, era horrible, se autolesionaba demasiado y quería decir algo pero era un completo extraño o algo así, no tenía ningún derecho - No quiero hablar más de él.
- Bien - Respondí.
Permanecimos en silencio mientras yo miraba a Clare, ella parecía distraída, tenía los ojos hinchados y rojos pero aún así se veía hermosa, tenía que admitirlo, era hermosa, sus ojos azules se perdían en cualquier cosa que se movía pero aún así mostraban odio y sufrimiento a su vez, solo me miró una vez y me sonrió, me sentí perdido, su sonrisa era tan real que me perdía y comenzaba a tener miedo de obsesionarme con aquel gesto.
- Todo es diferente cuándo lo ves más lejos - Comentó - La gente, las casas, todo - No interrumpi quería escuchar su discurso - Son como realmente son y si vamos a verlos de frente solo buscan agradar sin ser ellos mismos, pero desde aquí puedes verlos casí reales.
- Tú eres real - Le dije mirandola.
Sonrió pero no respondió, el silencio más tranquilo que podía experimentar era el de estar junto a ella, no era de ese silencio incomodo y desagradable, era perfectamente tranquilizador.
- ¿Que hora es?
- Las 6PM - Respondí.
El anocher estaba llegando pero no sin que antes el atardecer desapareciera por completo, estaba presenciando una de las cosas más placenteras en la vida, el crepúsculo que llega con su explosión de colores naranjas, amarillos y que terminan por ser azul, el azul de la noche, disfrute esos minutos de belleza y nisiquiera me detuve a pensar en otra cosa que no fuer ese momento, en donde estaba junto a Clare.
- Es hora de irnos ¿No? - Dijo.
No, quería decir.
- Si, claro, como tú quieras.
Nos tomo media hora bajar, en realidad estaba muy cansado y ya era de noche pero no quería dormir estando allí con Clare. Antes de subirme al carro recibí una llamada Niall.