Tome mi desayuno. Dos huevos cocidos, una salchicha y una malteada.
- Tú padre y yo vamos a salir un rato, ¿Vienes? - Me preguntó mamá.
- No, voy a la universidad.
Me puse mi chaqueta y tomé mi auto camino a la universidad. Primero clase de física, economía y por último biología, la clase más eterna hasta que por fin el profesor se despidio y dio por terminada la clase. Tome mi celular antes de salir y llame a Clare.
- Hola - Saludo tras la línea.
- Ángel, ¿Ya estás desocupada?
- Si, acabo de salir de clases, ¿Salimos a almorzar?
- Claro, ¿Dónde nos vemos?
- Cerca del starbucks dónde nos vimos por primera vez hay un buen restaurante.
- Allá te veo.
Tal como lo dijo, a tan solo 2 locales de starbucks había un lindo restaurante de nombre FUN. Me sente en una de las mesas y espere a Clare que no tardó mucho en llegar. Llevaba una camisa negra con una chaqueta de cuero negro encima, unos jeans ajustados con rotos en las rodillas, unas botas rojas y su rubio cabello suelto. Se veía genial, aunque se veía como Amerika y Phoenix. Sonrió al verme y se sentó frente a mí.
- Hola - Me dijo - ¿Llevas mucho acá?
- No, 15 minutos - Respondí - Te ves muy bien.
- Gracias, solía vestirme así antes.
- Entonces has vuelto.
- Algo así, ayer hable con Hulk, de demasiadas cosas, no sé que pensar pero algo me hace creer que él me ayudará a llegar con mi mamá.
- ¿Tú crees?
- Eran muy buenos amigos, ¿Sabes? No digo nada pero parecía que sostenían una relación o algo así.
- Ah.
- Si. Además ayer... Bueno, conocí a la persona que me va a ayudar con lo de mí mamá.
- Genial. ¿Se ve decente?
- Eso creo. Es una chica.
- Andate con cuidado.
El mesero se acercó a la mesa y nos tomo el pedido. Clare pidió una pasta de pollo y yo un filete dorado, ambos con jugo de naranja.
- Pues, no se ve mala.
- Las apariencias engañan.
- Si pero igual trataré de no ser tan paranoica es solo una chica.
- Yo soy solo un chico - Le dije - A ella no la conoces, no te fies.
- Ya vale, como mande patrón.
- ¿Me acabas de llamar patrón? - Dije con una sonrisa burlona.
- Si, actuas como mi patrón - Refunfuño.
- Solo trato de cuidarte - Me disculpe.
Ella sonrió y se acercó a mí. Yo me incline un poco, ella solto una linda carcajada y me dio un corto beso en la mejilla.
- No va a pasar nada patrón.
Llegaron los pedidos y comenzamos a almorzar. Era curioso, no había visto que una chica tan delgada pudiera comer tan rápido.
- Tenías hambre, ¿No?
- Que bobo - Me dijo limpiándose los labios.
- Digo, es que si comes de tal manera te vas a atragantar.