Las muñecas me ardian, ya había olvidado esa sensación, la sangre se vuelve más espesa y caliente. Dolía pero no tanto como soportar vivir, ahora sabía lo que venía, esconder las muñecas en un suéter o saco e inclusive tratar de tenerlas en algún bolsillo para que nadie y en especial mis papás las vieran. Me había quedado dormido en algún momento pero el sonido de alguna llamada en mi celular me despertó y entonces contesté sin ver quién llamaba.
- ¿Bueno? - Dije con la voz ronca.
- Harry - Era la voz de Clare - ¿Estás ocupado?
Miré el reloj, eran las 2AM.
- No, no lo estoy.
- Vale - Dijo.
- ¿Que tienes ángel?
- Yo solo... - Comenzó a llorar - No tengo a nadie más, te juró que no quería llamar, estuve por lo menos medía hora pensando si llamarte o no y al final marqué, no quiero molestarte.
- ¿Que te pasa?
- Me desperté hace dos horas y fui a la habitación de mi mamá, pero ella no estaba, la he llamado varias veces y no me contesta, tengo miedo Harry, ella está literalmente loca.
- Clare, tal vez solo fue con algunas amigas.
- No, no quiero abusar de tú amistad pero por favor...
- Ire a tú casa - Le dije.
- Gracias - Suspiró y seguía llorando.
Colgué y me vestí, mis papás dormían así que solo tome las llaves de mi auto y fui a casa de Clare. Lo que más me gustaba de salir a estás horas era la calle, estaba vacía y tranquila, nadie exepto el sonido de unos cuántos autos podían molestarme. Era maravilloso y luego llegué a casa de Clare y ellae abrió, lloraba y estaba con el teléfono en su mano, me hizo pasar y me dijo que me sentará, su casa era muy acojedora, tenía una chimenea lo cuál lograba llamarme la atención, me senté y ella se sentó a mi lado.
- ¿Ya has llamado a alguien?
- No - Me respondió y respiro un largo rato hasta que se calmo un poco - Ella no suele tener amigos.
- ¿Llamaste a la policía?
- Después de 24 horas.
- ¿Algún lugar dónde tal vez pueda estar?
- No lo sé - Dijo con frustración y apretó un cojín contra su cara - Ella solía dejarme notas cada vez que se iba, hace mucho no lo hacía y ahora se fue de la nada.
- Te estás alarmando un poco, tal vez solo quería un descanso.
- Y sí solo quería desaparecer...
- ¿Por qué lo haría?
- Porque extraña a papá y se odia a sí misma por no deternelo.
- Tú no lloras por tú mamá, ¿Verdad?
- Yo... No me importa si se quiso ir, me da igual si me abandona y nunca vuelve, pero... - Lloraba con calma pero a la vez dolor.
- ¿Ángel?
- No quiero que se suicide, no quiero otra vez tener otra muerte encima.
Me acerque a ella y la tome entré mis brazos, olía a sal y a dulce, era acogedor tenerla cerca, como si hiciera parte de mí, jamás entendería la forma en la que la miraba, nadie lo haría, porque era especial, como si la conociera miles de años atrás.
- Te ayudare a buscarla - Dije.
Ella se separo de mí y me miró con sus ojos azules que lograban fascinarme, tenía mechones de cabello pegados a su cara por lágrimas pero aún así lograba parecerme hermosa y eso me daba cierto miedo.