The king of the north; yoonmin.

32

Todos en la habitación se sumieron en un profundo silencio cuando Jimin cruzó el umbral. Seokjin estaba de pie junto al Doctor del reino cerca de donde estaba recostado el Rey, quien era un lió de mata rubia manchada de sangre, vendas por todo su torso y brazos, golpes en el rostro y un caminó de telas que algún día fueron blancas cubiertas por un rojo carmesí tiradas a un lado de la cama, con ellas habían limpiado el cuerpo de Yoongi antes de Park apareciera. 

—Vayan a buscar las hierbas que pidió el Doctor.— Seokjin les ordeno a las sirvientas y a dos guardias que estaban de pie cerca de la puerta.—Hagan lo que sea para conseguirlas y los quiero aquí antes del medio día. Dense prisa.

—Si, general Kim.— Y con eso todos salieron.

Park paso de largo a Jin y al Doctor, y cuando vio el rostro extremadamente pálido del mayor sintió que su corazón se hundía, llevo su mano hasta la suya y fue aún peor sentirlo tan frío. 

—Esta vivo.— Escuchó la voz de Seokjin como un eco lejano pero pareció haber leído sus pensamientos y ni siquiera era consciente de que estaba llorando hasta que un sollozo traicionero abandonó sus labios.—Príncipe, él aún puede salvarse. 

Se sentó a la orilla de la cama, sintiendo de alguna manera que estaba invadiendo un poco el espacio del mayor pero es que él simplemente quería estar cerca, quería cuidarlo, quería sanarlo, verlo de nuevo sonreír, verlo jugar con Jihyun, que tomará su mano y la apretará mientras se burlaba de lo que pequeña que era para que después besará cada uno de sus nudillos en disculpa. En ese momento poco le importaba lo que le había dicho Taehyung, era cierto que dolía, dolía mucho porque quería ser el único dueño del corazón de Min Yoongi, incluso podría tomarse como un engaño pero Jimin sentía que no podría siquiera reclamar porque él ya era un mentiroso de primera. Ahora en sus pensamientos sólo importaba que Yoongi se recuperará, sin preocuparse por lo que pasaría después, aunque ya lo temiera. 

—¿Quién le hizo esto Seokjin?— Preguntó a penas con un hilo de voz.

—Los ladrones.— El pelinegro dejo que el Doctor siguiera haciendo el medicamento para Yoongi y se acercó a Jimin.—Nos emboscaron junto al rey Jung, íbamos a reunirnos con el rey Kim para terminar con toda esta mierda pero no logramos llegar.

—¿Emboscada?— Jimin se giró un poco para mirar a Seokjin.—¿Te refieres a...?

—Si, el ataque fue planeado.

—¿Por quién?— El menor volvió a cuestionar alarmado. 

—Aún no lo se pero lo sabré pronto porque los guardias agarraron a uno de esos malditos y ahora mismo lo están haciendo hablar. 

—Tienes que hacerlo pagar por lo que le hizo a Yoongi.— Jimin volvió hablar entre sollozos, regresando la mirada a su Rey. Antes no creyó ser una persona vengativa porque nadie daño a las personas que amaba de tal forma, ahora no podía decir lo mismo, no mientras sentía el pulso tan bajo de Min sobre su mano, su respiración errática o las múltiples heridas que le habían hecho. 

—Lo haré, Jimin.  

—Príncipe Park.— El Doctor le llamó y él rápidamente limpió las lagrimas traicioneras que rodaban por sus mejillas.—Mi hermano y yo haremos lo posible por salvar al Rey Min, esperó pueda confiar en nosotros. 

Jimin asintió, recordando que ellos lo habían ayudado cuando le golpearon esos malditos que acechaban las tierras de las personas que tenían a Jihyun y también habían salvado a Seokjin, así que si confiaba en ellos.—Lo hago, confió en ustedes y le ruego que lo salven, no quiero que hagan lo posible sino lo imposible. Y si necesitan cualquier cosa yo puedo ayudarles, me quedaré a cuidarlo todo el tiempo o también puedo ayudar a encontrar los medicamentos...