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Jimin disfrutaba mucho el tiempo que pasaba con su hijo, especialmente ahora que con los preparativos de la celebración y sus estudios no se habían podido ver. El niño le hacía sentir que era importante y por un breve periodo de tiempo le hacía olvidar lo solo que estaba en esa casa. 

Seokjin no dijo nada respecto a lo que había soltado Jihyun durante la cena y ciertamente Jimin no quiso indagar porque sabía que al final le iba a doler saber la verdad, así que se concentró en hacer sentir bien a su hijo y darle la confianza suficiente para volver y tomar su lugar como Príncipe del norte. Sin embargo, al día siguiente Jihyun había hecho el berrinche del siglo y se había aferrado a la pierna de su padre mientras sollozaba porque no quería volver al palacio. 

—Jihyun, debemos irnos ahora.— Jin bufo impaciente. 

—¡No quiero!— Gritó el menor y Jimin se agachó para abrazarlo.

—Jimin.— Advirtió Kim con las manos sobre su cintura y el pelinegro asintió rápidamente.

—Dame un momento.— Le pidió mientras tomaba a su hijo en brazos, notando que ahora era mucho más pesado que antes, y le limpió las lágrimas con el dorso de su mano.—Cariño, tienes que ir con Seokjin o papá Yoongi va a enojarse con él.

El niño sollozo, llevando sus manitas a sus ojos para cubrirse y negó de nuevo. 

—¿Por qué no quieres ir?— Preguntó Park ahora un tanto preocupado, nunca había visto que su hijo se pusiera a llorar de esa manera, no sabía si le había pasado algo en su ausencia.—¿Te hicieron daño? 

Jihyun negó de nuevo y trató de hablar pero debido a su llanto a penas y era posible. Entonces fue que Park se puso totalmente a la defensiva y abrazo más a su hijo, no estaba dispuesto a que se lo llevarán así. 

—Jihyun no puede irse en este estado.— Le dijo al general quien de inmediato le dio una mala mirada.—Y no voy a dejar que te lo lleves, no sé que tiene y ahora mismo no puede decirme. Así que manda un guardia al palacio, que le diga al Rey que Jihyun esta enfermo y que llegarán mañana por la tarde.

—Vas a meternos en un problema, Jimin. 

—No me interesa, mi hijo no se siente bien y es lo único que me importa. Además su nombramiento no es hasta dentro de dos días.— Contestó y Seokjin sólo soltó un suspiro antes de salir para hablar con los guardias. 

Lo que resto del día Park logró que su niño se tranquilizará y le contará cómo habían sido las cosas en el palacio desde que se fue, Jihyun no le dijo nada fuera de lo normal, todos lo trataban bien y lo querían, incluso a Seokjin le había comenzado a llamar tío por todo el aprecio que sentía por él, lo único que lo dejo inquieto fue el hecho de que le dijera que Yoongi había estado muy ocupado y no había jugado con él, que sólo le había llevado más juguetes y sirvientas.

[...]

Min estaba mirando el mapa de la región mientras pensaba en la estrategia perfecta para joderse al reino Kim. Había dejado pasar mucho tiempo, incluso uno de sus hijos había celebrado su matrimonio y actuaban como si nada hubiera pasado, como si su hijo mayor no hubiese desaparecido, incluso olvidaron que habían puesto un traidor en su palacio. En el palacio del Rey del norte, de Min Yoongi. 

Y resultaban ser idiotas porque era bastante difícil que un Min pasará por alto una ofensa como esa. 

El sonido de la puerta ser tocada lo obligó a volver en sí, murmuró una respuesta rápida y enseguida entró uno de los guardias que siempre seguía a Seokjin. 

—Su majestad, disculpe la interrupción.— Comentó con la voz nerviosa e hizo una reverencia.—Pero estoy aquí por ordenes del general Seokjin. Me mandó con un mensaje para su majestad, él dijo que el joven Príncipe está un poco indispuesto para viajar al palacio, que lo dejarán descansar esta noche con el joven Jimin y mañana estarán aquí.

The king of the north; yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora