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El reino volvió a tener color después de que se anunciará que el Rey estaba vivo y recuperándose, salió mucha gente a las calles para festejar, pocas fueron las personas que se mantuvieron al margen pero todos sabían que a pesar de que Yoongi era de la dinastía Min no era igual de despiadado que sus ancestros, a menos que se tratará de sus enemigos, además después de que tomará el trono muchas cosas cambiaron en el reino para bien y por eso mismo había más personas que lo querían que las que lo deseaban ver muerto.

Por otro lado en el palacio todo parecía estar yendo bien. Park cuidó del Rey durante su recuperación, estuvo a su lado desde que abrió los ojos hasta que volvió a ponerse de pie y en ese momento Jimin había ayudado al rubio a llegar hasta el salón del trono porque tenía que revisar algunas cosas importantes del reino y ya estaba odiando estar encerrado en las cuatro paredes de su habitación. 

—¿De verdad te sientes bien?— Preguntó el pelinegro cuando el pálido hizo una mueca al sentarse en su trono.—Porque puedo mandar a llamar al consejo y...

—Jimin, no.— El rubio le cortó.—Estoy bien. 

Park rodó los ojos.

—No hagas eso.— Le regañó el Rey y Jimin lo volvió hacer.—Park, ven aquí inmediatamente.

—¿Que planea hacer, su majestad?— El nombrado fue acercándose lentamente hasta donde el contrario estaba sentado con una sonrisa traviesa adornando su rostro.—Aunque no creo que pueda hacer mucho si incluso le duele sentarse en el trono. 

—Ese fue un golpe bajo, Park.

Jimin se detuvo frente a él.—Sé que aun no te sientes bien y creo que deberías volver a la cama. 

Min negó y se inclino para tomar la mano del pelinegro, en un segundo había sido jalado al regazo del rubio y aunque intento levantarse para no hacerle más daño, el Rey lo tomó de la cintura y afianzo su agarre con ambas manos. 

—¿Qué estas loco? Voy a lastimarte más. 

—No, no lo harás.— Min le dijo en voz baja y lenta.—Pero si te sigues moviendo puede que lo hagas.

Jimin soltó un sonoro suspiró y se quedo quieto. Min sonrió victorioso, disfrutando de su cercanía, en los últimos días el menor estuvo cuidándolo sin descanso, viendo también por el pequeño Jihyun y Min sabía que estaba agotado pero quería hablar con él antes de mandarlo a su habitación a dormir. Tenían un tema pendiente o más bien Min Yoongi se sentía como un maldito desleal cada que veía a Park preocupado por él, necesitaba decírselo todo antes de que las cosas se pudiesen complicar más. 

—¿Pasa algo?— Cuestionó el contrario mirándolo con mucha atención.—Pareces preocupado.

—De hecho tengo que decirte algo, Jimin. 

Jimin giró un poco su cuerpo para ver mejor al rubio y asintió, en el fondo él también quería decirle algo o más específicamente quería contarle todo, deseaba deshacerse por fin de todas aquellas mentiras que amenazaban con asfixiarlo cada día. 

—Te agradezco que hayas cuidado de mí todo este tiempo.— El rubio logró tomar la mano del menor entre la suya y la apretó un poco.—Nadie había hecho algo así por mi y por eso mismo es que me siento como una completa mierda cada vez que te veo. 

—Yoongi...

—No, no digas nada.— Sus ojos nunca abandonaron el rostro desconcertado del pelinegro.—Te he fallado. Besé a Hoseok cuando estuve en el reino Jung. 

Min no pudo evitar sentirse mal al ver como la mirada del menor perdía ese brillo y se volvía triste, incluso desvió la vista a otro lado y su cuerpo se puso rígido. Jimin detuvo el instinto de reclamar por lo que había hecho porque de alguna manera sentía que estaría siendo un completo hipócrita, era cierto que le dolía y mucho porque pensó que tal vez había algo real entre el y el Rey pero seguramente seguía siendo otro más, uno que remplazaría como lo hizo con Hoseok. 

Park alejó con cuidado su mano de la del mayor y se levanto de su regazo.—Descuide, su majestad. No tiene que darme explicaciones.

—Jimin, por favor.

—El hecho de que usted haya estado con el Príncipe Hoseok no es de mi incumbencia. 

Yoongi se levantó y el pelinegro en todo momento le sostuvo la dura mirada.—No estuve con él, de ser así habría sido sincero y dicho que tuvimos sexo pero no fue así. No soy del tipo que miente.

Jimin tragó en seco y trató de responder lo más tranquilo posible.—Le repito, no es de mi incumbencia que tipo de trato tiene con el Príncipe Jung. 

Min lo observó enojado, no era esta la reacción que creyó que el menor tendría, esperaba que le reclamará, que le gritará o que le pidiera que lo dejase volver a su reino. 

—Si se siente mejor entonces me retirare.— Y con eso el menor hizo una rápida reverencia antes de girarse y caminar hacia la puerta. Tal vez estaba siendo demasiado indiferente ante la situación o al menos eso quería que el mayor creyera pero a juzgar por como lo miró lo único que había conseguido era hacerlo enfadar y no sabía por qué.  

—Bien, si quieres retirarte lo aceptaré.— La voz del Rey lo hizo detenerse antes de abrir las puertas del salón.—Sólo quería que el hombre al que amo supiera la verdad antes de que alguien pudiera decírselo, quería decirle que no me siento orgulloso de lo que hice y que merece una disculpa porque no fui un hombre leal, apreciaría tener su perdón por no haberlo respetado como se debe.

Park no se atrevió a moverse, se preguntaba si había escuchado mal al inicio. Él de verdad...

—Creí que las palabras con nosotros sobraban pero veo que no, sigues pensando que eres sólo un hombre más en mi vida.— Dijo el rubio y el menor escuchó pasos a sus espaldas pero no pudo mirar hacia atrás, no sabía cómo reaccionar.—Jimin, date la vuelta.

Jimin negó y murmuró.—No puedo, su majestad.

—¿Por qué?— Cuestionó duramente.

—Porque no quiero que el hombre que amo me vea llorar.— Susurró el azabache y pronto sintio unos brazos cálidos rodearlo, lo que provocó que se sintiera mucho más sensible y sus ojos picaran, no entendia exactamente si esas lágrimas traicioneras de felicidad o de culpa, aunque de verdad se inclinaba por la primera, queria ser amado y no por cualquiera, así que volvió a susurrar.—De verdad lo amo Min Yoongi.

—Lo sé.— Un tierno beso fue dejado en su nuca y le causo cosquillas.—Por favor perdóname por lo que hice, fue por razones estúpidas pero te juro que se acabo, no me importa nadie más que tu, no quiero a nadie mas, Jimin.

El menor se giro y sostuvo el rostro del mayor entre sus pequeñas manos, se observaron con tanto cariño reprimido.—Te perdono, solo quiero que seamos felices.

—Nunca he sido más feliz que cuando estoy contigo y con Jihyun.— Confesó el Rey.

Jimin finalmente le sonrió enternecido antes de terminar con el espacio que los separaba y besarlo. Fue como si todo reviviera a su alrededor, los brazos cálidos del mayor lo envolvieron mas cerca, robándole así suspiros que lo llevaron a tomar con más pasión sus labios, retuvo su labio inferior con sus dientes antes de acariciar la carne cereza y suave con su lengua, Park sentiría que estaba en un sueño sino fuera porque estaba bien sujeto del cuello del Rey.

Un beso rápido fue dejado en sus labios ahora rojos por el contacto antes de sonreírse como tontos.

Hasta que Jimin finalmente se armo de valor y con sus manos entrelazadas espero que Yoongi comprendiera todo lo que tenia que decir porque no era aceptable y mucho menos sano para él seguir mintiendo, esperaba que el amor que el Rey habia confesado en ese momento fuera lo suficientemente grande como para salvarlo del abismo.

—Quiero contarte algo, Yoongi.

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espero que les guste; voten y comenten que me animan mucho.♡

¡Gracias por los 4k de votos, me hacen muy feliz! Espero que disfruten de las últimas partes de esta historia tanto como yo.

blue.

The king of the north; yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora