The king of the north; yoonmin.

6

Se sentó sobre la cama, con la carta aún en sus manos, leyéndola de nuevo. Dahyun le observo curiosa.

Querido Príncipe Park, ojalá puedas leer esto por ti mismo. 

Fue una sorpresa llegar al reino y no encontrarte, pero fue una decisión sabia que te hayas ido sin despedirte. Mi padre me habló de la situación, al parecer el Rey Min realmente te quería a su lado, no discuto el por qué, incluso yo te quiero aquí mismo, a mi lado y ahora. Pronto serán las celebraciones de otoño y tu familia desea verte, si el Rey no acepta que vengas, por favor escribe y trataré con él personalmente. 

Kim Taehyung. 

Jimin respiró hondo, había tenido que leer entre lineas y entendía por qué Kim no había sido tan expresivo, simplemente no quería meterlo en problemas y aun más estando en terreno desconocido, lejos de su protección. Lo extrañaba, tanto que no pudo evitarlo y algunas lágrimas saladas hicieron camino por sus mejillas. 

—Por favor, dime que si dice algo que nos incrimine.— Escuchó la voz de Dahyun y el pelinegro se giró hacia ella, le tendió la carta y ella la tomó con algo de recelo. 

Park limpió sus mejillas con el dorso de su mano y respiró una vez más, necesitaba ser fuerte y afrontar con la cabeza en alto lo que el destino puso en su caminó.

—El Príncipe quiere que vayas al reino a las festividades.— Dahyun sonrió, pero sus labios se curvaron hacia abajo cuando vio a Jimin con los ojos rojos e hinchados.—Pero eso es algo bueno ¿no?

—Si voy, él no dejará que regrese. 

—¿Cómo lo sabes? El no dijo nada de eso aquí.— Dahyun sostuvo la carta en alto. 

—No hace falta, lo conozco desde que eramos niños y sé perfectamente lo que quiere hacer.— Jimin soltó un suspiró y se dejo caer sobre la cama.—Debemos deshacernos de esa carta. 

—¿Piensas escribirle? 

Jimin asintió, pasando las manos por su rostro. 

—Bien, te traeré algo de papel y tinta. 

Dahyun dejó la carta a su lado antes de salir. Jimin adoraría ir a su lugar de nacimiento en otoño, todo se volvía tan agradable y cálido, le gustaba ver a las bailarinas en el centro de la ciudad y cuando se presentaban a las puertas del palacio, adoraba escabullirse junto a Taehyung y arrojar farolillos de colores al cielo, recuerda perfectamente el rostro sonriente de Tae cuando arrojaron su primer farolillo rojo. 

[...flash...]

El joven de cabellos caramelo se agachó para comenzar a prender el farolillo mientras el joven pelinegro lo sostenía. 

—El color es bastante fuerte, Príncipe Taehyung.— Le dijo el menor y cuando finalmente el farolillo estuvo encendido, Tae salió de su escondite y le dedicó una enorme y cuadrada sonrisa al pelinegro. 

—¿Eso crees, pequeño Minnie?

Jimin se sonrojó ante el adorno, pero asintió. 

—Pues así de fuerte es el amor que siento por ti.— Le dijo el Príncipe, mientras ponía sus manos sobre las del menor para levantar al cielo el farolillo.—En realidad, es mucho más que eso. Minnie, tu corazón y el mío están conectados.