The king of the north; yoonmin.

22

El festival de las luces era uno de los más bonitos que Jimin había podido presenciar, aunque bueno debido a su situación nunca había podido salir del reino para visitar otros lugares pero eso no era lo que importaba, siempre recordaba con cariño aquellas celebraciones pues las compartió con sus padres durante toda su infancia y posteriormente con Taehyung cuando tuvo edad de comenzar a trabajar en su reino. Ahora que estaba con Jihyun y Yoongi las cosas se sentían un tanto diferentes, incluso podría decir que estaba más feliz. 

El niño veía atentamente como los jóvenes comenzaban acomodar sus globos de los deseos, algunos tenían figuras, otros eran en su totalidad blancos y Jimin sabía que debía conseguir uno, sin embargo no estaban en el mismo lugar donde se encontraban las personas del pueblo. La noche los había alcanzado pero las antorchas hacían todo más fácil, además el cielo no estaba demasiado oscuro. 

—¿En el reino Min no hay celebraciones así?— Preguntó Jimin, mientras se giraba para mirar al rubio. Jihyun se había sentado cerca de sus pies cuando se canso y se entretuvo con un juguete de madera que Yoongi le había comprado cuando se dirigían al río.

—Tenemos algunas pero nada como aquí.— Respondió el mayor un tanto perdido en lo que estaban haciendo los demás con los globos de papel.—Mi abuelo y mi padre no eran personas a las que les gustarán este tipo celebraciones, ellos no querían estar al mando de un pueblo al que se le pudiera quebrantar con deseos o promesas de algo mejor, en su lugar hicieron unos juegos salvajes donde unos mataban a los otros y ganaban dinero por ello.  

—¿Todavía...

—No, por supuesto que no.— Min negó de inmediato.—Mi hermano menor fue asesinado justo antes de que se celebrarán esos juegos. 

—Lo siento.— Dijo el menor un tanto culpable por haber comenzado a preguntar.—Afortunadamente esos juegos se detuvieron.

—Mi padre aún celebro los juegos, era bastante obvio que no le iba afectar la muerte de mi hermano porque él fue quien lo asesinó.— Comentó el rubio con la voz amortiguada y sus manos apretadas. Jimin sólo pudo acercarse y abrazarlo, apoyando su cabeza con su hombro y se quedaron en silencio por varios minutos. La reina los observó con una mueca en su rostro, mientras que el Rey, sus hijos y el resto del pueblo paso por alto esa acción.—Creo que si hubiese tenido la oportunidad antes habría deseado que Hyun se fuera en paz, igual que mi madre. 

—Aun puedes pedir por su paz.— Jimin dijo en voz baja, mirando rápidamente de reojo a Jihyun.

—No tengo uno de esos globos.

Jimin se separó consciente de eso. El Rey Taeyang no era fiel a la tradición de su pueblo, así que él no arrojaba nada al cielo, por lo tanto la realeza tenía que hacer o adquirir sus globos de papel antes de situarse un poco lejos de los demás.  

—Cuida a Jihyun, vuelvo en un segundo. 

Min vio al pelinegro alejarse, después todos lo estaban mirando un tanto sorprendidos cuando se escabullo entre toda la gente con una facilidad increíble. Sus padres bajaron la vista cuando el Rey Taeyang volteo a verlos enojado, la reina por otro lado estaba más que eso. Unos cuantos minutos después Jimin apareció con un par de globos en sus manos, acompañado de una gran sonrisa que le dedicó a Yoongi y volvió a su lugar como un falso miembro de la realeza también.

Park casi estaba aliviado porque Taehyung no había asistido a la celebración y sabía que era un pensamiento egoísta pero sentía que merecía un tiempo agradable con las personas que ahora estaban con el sin tener que cuidar cada uno de sus movimientos o lo que pudiera decir.  Quería estar con Yoongi, quería hacerlo sentir bien.

 —Eso fue rápido.— Comentó el pálido un tanto divertido cuando Jimin se acercó finalmente.

—Una señora muy amable me los dio.— Respondió el pelinegro, revisando rápidamente los globos.

—Parece que puedes mezclarte fácilmente.

Su estomago se contrajo al escuchar su comentario, sintiéndose un poco descubierto pero aun así sonrió y dijo.—Estoy acostumbrado a la gente de este lugar.

Yoongi simplemente asintió y levantó a Jihyun quien ya no quería estar sentado sobre el pasto. Poco tiempo después el Rey Taeyang se dirigió al pueblo con su típico discurso de todos los años, su voz era tan fuerte que el sonido del río correr se hacía nada, presentó a la Princesa que pronto sería parte de su familia al igual que a su padre y a Min, según sus palabras el aliado más fuerte de su reino. 

Entonces llegó el momento más esperado de la noche, todos podían enviar sus deseos. Jimin les enseño como debían sujetar el globo y como encenderlo sin que todo terminará en cenizas, Yoongi le puso mucha atención y cuando finalmente tuvieron su primer globo encendido el pelinegro se hizo a un lado comunicándole con una simple mirada que le iba a dar su espacio para que pudiera liberarse de aquel sentimiento tan doloroso que había cargado por años.

Afortunadamente consiguió otro globo y debido a la insistencia de Jihyun mientras Min enviaba el suyo ellos encendieron otro.

—Luz.— Dijo el menor con una sonrisa mientras daba un aplauso.—Bonito.

Jimin lo observó orgulloso.—Eso sonó muy claro. Muy bien, pequeño.

Jihyun asintió con sus redondas mejillas coloradas por el cumplido y Park casi de deshace de ternura ahí mismo. Su hijo estaba avanzando y estaba muy contento al escucharlo, incluso ahora podía decir Yoon y lo había repetido toda la tarde. Jimin sabía que el Rey también estaba orgulloso de Jihyun ya que recibió muchos cumplidos de su parte y eso era mucho decir de Min Yoongi.

—Se siente bien hacer esto.— El rubio se les unió más relajado que hace unos momentos, luciendo como si de verdad se hubiera quitado un peso de encima y Park le sonrío.

—Lo se. Ahora tenemos que enviar este.— Jimin se agachó un poco para que Jihyun tomará una pequeña parte del papel, después dirigió su mirada a Yoongi quien se había mantenido quieto mirándolos.—¿Qué esperas? Va a quemarse.

Min reaccionó y se inclino junto a ellos.

—Pide un deseo, Jihyun.— Le dijo al menor.

Él cerró sus ojitos con mas fuerza de la necesaria y murmuró algunas palabras en voz baja, lo único que ambos pudieron escuchar fue un rápido "Jimi y Yoon" casi cuando terminó y abrió sus ojos, pintando una sonrisa en rostro.

Entonces fue turno de Park.

—Deseo buena salud para todos los que quiero, prosperidad y felicidad.— Jimin murmuró lo suficientemente alto para que Min lo escuchará, manteniendo los ojos cerrados y con toda su esperanza en aquel papel.—Y por más tiempo en la vida de Min Yoongi.

Con vergüenza y rubor en sus mejillas se atrevió abrir los ojos, encontrándose con la oscura e intensa mira del Rey del norte. Su corazón latió tan fuerte que lo escuchó en sus oídos.

—Deseo más tiempo en la vida de Park Jimin y Min Jihyun.— Sus palabras fueron claras y firmes, y el pelinegro quería besarlo, en serio que lo quería.—Mucho más.

Y finalmente los tres soltaron el globo al cielo estrellado. Dos de ellos con deseos mas profundos que no se atrevieron a decir en voz alta pero más que correspondidos con lo que escucharon.

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