Hoseok estuvo furioso cuando volvió al reino de su padre sin nada, se sintió tan humillado pero más que eso, se sintió derrotado. Después de todo el tiempo, el cariño, la atención y el apoyo incondicional que le dio a Yoongi, él simplemente lo echo como si no valiese nada, como sino hubiese importado todo lo que hizo por él y es que sino fuera por el Rey Jung, Min ni siquiera habría podido levantar el imperio que su padre dejo en ruinas. Hoseok lo odiaba, en serio que odiaba a Min Yoongi pero sabía en el fondo que si él tan sólo se disculpará caería de nuevo porque lo amaba.
A quien definitivamente no perdonaría nunca sería a ese maldito embustero llamado Park Jimin, él se las pagaría en algún momento.
Algunas semanas después de su llegada, el joven y apuesto Príncipe Taehyung se apareció en las puertas de su hogar y si en su momento eso lo dejo muy desconcertado ahora sólo era un recuerdo borroso de lo que llegó a pensar. El Príncipe Kim dijo que estaba en sus tierras por mandato de su padre para renovar los acuerdos y cambiar las rutas que tenían para intercambiar las mercancías de sus reinos ya que los asaltos a los comerciantes se había salido de control en los últimos meses. Hoseok estuvo feliz de poder sacar a Yoongi de su cabeza para meter a su cama al joven Kim.
Las semanas fueron pasando, el Rey Jung estaba más que encantado con el Príncipe y por consecuente Hoseok también, incluso habían pasado de sólo tener encuentros en la habitación a cabalgar juntos y encontrar respuestas en cuanto a los asaltantes pero a medida que pasaba el tiempo Jung comenzó a tener un mal presentimiento.
Entonces, aquel día durante la cena el Rey dijo.—He enviado una carta al Rey Min.
Hoseok casi lo asesino con la mirada pues su padre sabía perfectamente que él lo había echado de su vida como si tratase de un plebeyo o peor que eso.
—El hombre tiene los medios necesarios para acabar con todo problema que nos aflija, además es nuestro aliado y veo necesario que este enterado de la situación porque se nos esta saliendo de las manos y los reinos más afectados son el mío y el de Kim.— Sentenció el mayor, mirando a su hijo y después al de piel canela.—Lamento decirlo hasta ahora pero ya han pasado algunos días y el Rey me ha dado su respuesta, vendrá mañana.
El castaño se levantó, queriendo refutar.—Pero...
—Pero nada, Hoseok.— Su padre dijo con voz firme.—Tienes que aguantar ciertas cosas si es que quieres ser un verdadero Rey, de lo contrario tendré que asistir con alguno de mis sobrinos y no quieres eso, ¿verdad?
El castaño volvió a sentarse.—No, padre.
—Perfecto.— El hombre asintió y después se volvió hacia Kim.—¿Tienes algo que agregar?
—Para nada.— Taehyung respondió con una sonrisa, una verdadera sonrisa.—Me parece una idea excelente.
Y es que aunque el plan de Kim no estaba yendo como lo había pensado, las cosas seguían a su favor.
[...]
Yoongi conoció primero al joven maestro, quería asegurarse de que todo estuviese bien antes de que se encontrará con Jimin, además de que estaría ausente por un par de días y no es como si pudiera volver del reino Jung en una noche, aunque también podía probarse a él mismo, de cualquier manera quería dejar todo bien tanto en el palacio como en el reino entero antes de irse.
El joven era agradable, competente y lo suficientemente seguro de sí como para contestarle al Rey sin titubear. Al principio el chico había estado demasiado nervioso porque sus hombres lo habían asustado un poco al traerlo de forma tan repentina, era algo de esperarse ya que se encontraba frente a Min Yoongi.
El castaño carraspeó antes de hablar.—Es...es un honor poder ser considerado para la educación de su hijo.
—Lo es, Jeon.— Yoongi asintió, sentando en el trono.— Y esperó que estés a altura de tal puesto. No queremos decepciones.
La forma en la que dijo la última frase hizo al castaño tragar en seco y negar de inmediato.—Daré lo mejor de mí.
—Antes de todo me gustaría que conocieras alguien.— El joven asintió y Yoongi se giró hacia a uno de sus guardias y dijo.—Avisa que el maestro esta aquí.
El guardia asintió y salió del salón del trono. Jeon no sabía a quien más debería ver, podría ser la madre del niño a quien esperaba enseñar o alguien de alto mando, aunque el Rey debería tener la última palabra. También había escuchado ciertos rumores, que decían que el hijo del Rey no era en realidad su hijo, que se lo robó a una familia muy pobre junto a su amante con unos fines demasiados macabros que a Jungkook no le gustaba recordar. Esperaba que no fuera así.
Las puertas del salón se abrieron de un empujón y un niño pequeño entró corriendo, pasando totalmente de largo al maestro para subir los escalones más rápido posible porque lo separaban de Yoongi. Finalmente cuando llegó saltó hacia el Rey colgándose de su cuello.
—Estás tirando de mi cabello, Jihyun.— El rubio le palmeó la espalda suavemente y el niño lo soltó después de unos segundos.—¿Dónde esta...?
—¡Dile que no corra por las escaleras!— Jimin apareció en la puerta con la mano sobre su pecho, luciendo cansado.—Casi me da un infarto.
Yoongi se giró hacia el niño, quien estaba sentado a su lado en la gran silla del trono.—Ya hablamos sobre eso. ¿Lo recuerdas?
El pelinegro asintió con las mejillas infladas.
—¿Y en qué quedamos?
—No debo correr porque me puedo caer y lastimar.— Jihyun aún tenía algunos problemas para pronunciar ciertas palabras pero en general se le entendía muy bien.—Y a Mimi le puede dar un infarto.
Yoongi casi se rió ante lo último pero lucho por mantenerse serio.—Entonces no vuelvas a correr así.
—No lo haré.— El niño alzó el rostro para ver a Jimin pero su vista cayó en el joven que estaba al terminar las escaleras y de manera casi instintiva se acercó más a Yoongi, jalando un poco de sus ropas para luego preguntarle.—¿Quién es?
—Oh.— Yoongi volvió al tema principal y alzó la mano hacía Jimin para que se acercará. El pelinegro examinó al castaño con la mirada, podría decir que eran de edades cercanas y su ropa era muy fina. Finalmente llegó hasta el lado del castaño y Min dijo.—Él es Jeon Jungkook, el maestro.
El nombrado de inmediato hizo una reverencia hacia el niño y hacia Jimin, al pelinegro aun no le gustaban esas formalidades pero decidió callar.
—Él es el Príncipe Park Jimin.— Yoongi presentó, levantándose del trono junto al niño para caminar hasta el mencionado.
—Él es mi Papá.— Jihyun lo señaló con orgullo y el pelinegro le sonrió enternecido a su hijo.
Jeon sonrió de manera amable y después le hizo una pequeña reverencia, comprobando una cierta parte de la historia que se rumoreaba en el reino.
—¿Y sabes qué más?— Jihyun volvió a dirigirse al maestro, quien ahora le dedicó toda su atención.—El Rey Min también es mi Papá.
Jeon volvió a sonreír y dijo.—Eso es muy bueno.
Y mientras el menor le decía al castaño cómo se llamaba, el nombre de sus amigos y lo que le gustaba jugar, Jimin aprovecho para acercarse más al rubio, incluso puso una de sus manos sobre su hombro y lo movió un poco. El Rey parecía haber entrado en una especie de shock y su mirada perdida que duro algunos segundos comenzó a preocupar a Park.
Después Min le susurró.—Es la primera vez que me dice así.
Jimin por supuesto también estaba conmovido.—Si, lo se.
Yoongi se giró a mirarlo con una sonrisa casi temblorosa, no tenían que hablar para entenderse, además de que el pálido no admitiría en voz alta lo emocionado que estaba pero Jimin lo sabía y lo compartía, así eran las cosas entre ellos y era perfecto.
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hey.💗 esperó les guste: voten y comenten que les esta pareciendo jsjs.⚡
gracias a todos los que siempre estan poniendo su estrellita y dejando un comentario lindo, de verdad lo aprecio.pd: lean moon 🌙
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The king of the north; yoonmin.
أدب الهواة❝Jimin era un fiel sirviente del reino bajo las montañas, admirado por la realeza debido a su belleza y tratado de una manera más amable por la misma razón. Tenía una amistad con el Príncipe Taehyung que creció con los años y cuando el Rey no se enc...