16

3.8K 529 63
                                    

Se sentía embriagado, con las manos del Rey recorriendo sus piernas, su boca sobre la suya, el cabello dorado cayendo por su rostro combinándose con el propio, siendo un lío de dorado y negro justo como los colores del reino. Jimin volvió los ojos hacia atrás cuando el mayor lo embistió, estaba siendo lento como el infierno pero el menor podía sentirlo mucho mejor y estaba disfrutándolo como nunca antes, sentía las sensaciones mucho más íntimas y eso sólo lo hizo que quisiera más y más del Rey. 

No sabía en que momento las cosas habían cambiado pero cuando Min atacó sus labios y lo dirigió a la cama no puso ninguna excusa, es más ni siquiera pensó en una. El puntó era que comenzaba a disfrutar tales encuentros y eso no podría ser bueno a largo plazo pero su cuerpo reaccionaba a los toques del rubio.

—Oh dios...— El pelinegro gimió bajito cuando el pálido aumento su ritmo, enrosco sus piernas en la cintura del mayor y echo la cabeza hacia atrás, dejando su cuello totalmente accesible a la boca de Yoongi, quien no tardo en morder un poco justo en donde a Jimin le encantaba y el menor tembló en sus brazos. 

—No tienes idea de lo precioso que te ves ahora mismo.— El Rey susurró cerca de su oído y los latidos del menor se dispararon, no esperaba escuchar tales palabras y fue incitado a correrse luego de un golpe certero en ese punto, sólo recuerda haber cerrado los ojos y dejar que todas las sensaciones lo arrasaran con pequeños espasmos y retorciéndose bajo el cuerpo del mayor le fue imposible no apretarlo más, segundos después el Rey estaba soltando maldiciones mientras buscaba su liberación y Jimin ya estaba sobre estimulado pero definitivamente no estaba quejándose.

—Joder...— La voz de Yoongi lo volvió a su realidad y lo sintió salir lentamente, ni siquiera evitó gemir porque aun se sentía un poco ido y el rubio se acostó a su lado. 

Jimin respiró hondo, recobrando sus sentidos uno a uno y de inmediato se centró en lo silencioso que estaba todo. Si Jihyun hubiese despertado lo primero que habría hecho sería llorar o más bien gritar por el pelinegro. 

El pálido se levantó poco después para limpiarse a sí mismo y tomar algo para que Jimin hiciera lo mismo, pero fue gracioso atrapar al menor mientras lo hacía.—Tal vez podrías cerrar la boca.

El pelinegro se sonrojó y desvió la vista de inmediato, después el mayor le arrojó a la cama una bata suya y tela de algodón para que se limpiará. Jimin dijo después de unos segundos.—No es como si tu no me vieras también. 

Yoongi se rió por lo bajo, mientras se ponía su bata.—No soy yo quien se sonroja cuando lo atrapan. 

El menor rodó los ojos y sentó sobre la cama, sabía que debía volver con Jihyun pero si era sincero quería quedarse unos minutos más y recuperarse completamente porque aun sentía un leve cosquilleo en sus caderas y sus piernas débiles. Min Yoongi era culpable por supuesto. 

—¿Estas bien?— Cuestionó el mayor detrás de el y Jimin lo observó por encima de su hombro, no lo había sentido acercarse, ni siquiera cuando se movió sobre la cama. 

El pelinegro asintió pero no respondió porque llamaron a la puerta o algo por el estilo, sólo habían sido dos golpecitos a la madera pero Yoongi se levantó de inmediato, tomando su espada de la funda y acercándose a la puerta, la abrió y dio un paso hacia atrás pero lo único que encontró fue a un niño adormilado, con la manta siendo arrastrada por su mano izquierda y con la otra cerca de su boca, el niño lo observó asustado, sus ojos llenándose de lágrimas al ver el arma en las manos del rubio.

Jimin vio sorprendido como Yoongi dejaba su adorada espada sobre el suelo y le mostraba las manos al menor.

—No voy hacerte daño.— Murmuró, esperando que el menor comprendiera y al parecer fue así porque el niño limpió sus ojos y después dejo caer la manta, entonces abrió sus brazos hacia él. Yoongi movió su cabeza y señaló a Park detrás de el.—No, ve con Jimin.

The king of the north; yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora