The king of the north; yoonmin.

5

Jimin estaba al tanto de que no siempre le caería bien a las personas, la forma en la que era podría no combinar con la de otras personas y estaba bien, porque es así como funcionaban las cosas. Pero no entendía el repentino mal trato de Hoseok hacia él.

Era verdad que ambos que compartirían a Min Yoongi, y aunque a Jimin no le resultaba agradable compartir sabía también que no quedaba más que aceptarlo y vivir con ello, porque de no hacerlo ponía en riesgo a la personas que amaba, por eso es que se había entregado al Rey y aunque le avergonzaba lo que hicieron la noche anterior, también había descubierto lo que era el placer.

Hoseok fue desagradable en el desayuno, en el almuerzo y aún más desagradable en la cena, donde solo compartieron mesa con Hye, quien realmente se esforzó por aligerar el incómodo ambiente. El Príncipe del Clan Jung finalizó la noche con un comentario que  hizo a Jimin pensar demasiado.

—En serio, no sé que vio Yoongi en ti, ni siquiera te ves como un Príncipe.

Park casi se ahoga con su té, pero se aferró a su mascara impasible y no le dio el gusto de verlo derrotado, porque le sonrió y contestó de manera breve.

—Por favor, Príncipe Hoseok. No sea tan celoso.

Jung podría haberlo asesinado en su mente y basado en la mirada que le dio, eso hizo exactamente.

Entonces Jimin se encerró en su espaciosa habitación luego de la incómoda cena y pensó en las palabras de Hoseok, sino se veía como un jodido Príncipe entonces porqué alguien como Min Yoongi se habría tragado el cuanto de que lo era, al final lo pensó tanto que escogió el más bonito atuendo para el día siguiente y ornamentos de oro para fingir mejor, porque no podía ser descubierto, el Rey podría cortar su cabeza por mentiroso y la de Dahyun.

Decidió dormir para detener sus pensamientos, pero entonces pensó en que no había visto a Yoongi en todo el día y era seguro que no vendría a su habitación, Hye le dijo que al haberse ausentado tantos días del reino tendría que visitar el lecho de sus concubinas, es decir, ella y Hoseok. Park estaba bien con eso, era mejor tenerlo alejado. 

En sus sueños vio a Taehyung, sonriendo mientras se abrazaban y se susurraban cosas al oído. Jimin jamás había sentido algo parecido como lo que sentía por ese Príncipe, tal vez debió ser su personalidad humilde, su bondad o el enorme cariño con el que lo trataba porque amaba a ese hombre y hasta ahora lo sabía, cuando finalmente el destino los había alejado. 

—Despierta.— Escuchó un susurró lejano y después alguien tocó su hombro.—Jimin, despierta. 

El mencionado abrió los ojos un tanto exaltado y se sentó sobre la cama, giró el rostro y vio el largo cabello rubio esparcido por la almohada antes de que el Rey imitará su acción y y lo mirará fijamente. 

—Estas llorando.— Le dijo y tocó una de sus mejillas, sólo hasta ese instante Jimin se dio cuenta que su rostro estaba mojado y que Taehyung jamás estuvo con él, abrazándolo y diciéndole al oído cuanto lo amaba, sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas antes de que pudiera evitarlo.—¿Qué ocurre?

—Nada.— Jimin negó, mientras limpiaba su rostro y en su acción quitó la mano del Rey de su rostro. 

—¿Estas llorando por nada? 

La habitación aun era oscura, pero aun así el pelinegro podía ver el ceño fruncido en el rostro del Rey.—Sólo estaba soñando con mi familia. 

Yoongi inclinó un poco el rostro, como si lo estuviese analizando y Jimin desvió la vista, sino le creía entonces era su jodido problema porque no diría más. 

—¿Qué haces aquí?— Preguntó el pelinegro, más agresivo de lo planeado pero intentó aligerar su tono.—Es decir, pensé que estarías con Hye o Hoseok.