52 [epílogo]

1.1K 187 27
                                    

Años después.

Jihyun había ido a su segunda campaña junto a Min. Lo que consistía básicamente en una riña con el ejército que había construido el sobrino de Rey Jung, debido al conflicto que se suscitó cuando se hizo saber luego del fallecimiento del gran hombre que el dueño de todo era la familia Min y no él, de alguna manera logró que algunos no simpatizantes de Yoongi se unieran a la causa y algunos otros a los que se les fue prometido una buena parte de las tierras del Norte. Y eso jamás iba a suceder, el Rey no iba a dejar que si quiera llegarán a su territorio.

Las grandes puertas del salón del trono fueron abiertas y Jungkook entró, llevando puesto un gran abrigo de piel, Jimin desde su lugar pudo ver los puntos blancos contrastando completamente sobre el tono café obscuro de la prenda. El más joven no tuvo que decir nada.

—Ha comenzado a nevar.— Murmuró, su estomago contrayéndose porque no era una buena señal. Es decir, al reino le favorecía la nevada, todos estaban acostumbrados al clima y estaban completamente abastecidos pero en el campo de batalla todo se complicaba.—¿Tenemos noticias de los mensajeros?

Jeon negó.—No han regresado y tampoco han mandado ninguna carta.

—Le dije a Yoongi que no fuera tan jodidamente confiado.— Park se llevó la mano a su largo cabello, empujándolo hacia atrás en un hábito suyo.—¿Cuántos guerreros tenemos listos para partir?

—Si aún queremos mantener el reino a salvo, alrededor de trescientos, tal vez un poco más.— Jeon informó. Había sido pareja del general durante más de una década, por supuesto que sabía de lo que hablaba.—Podemos tomar el camino de las montañas, es más corto y nadie podría esperarse que pasemos por ese lugar.

Efectivamente ese camino era más rápido pero se hablaba mucho de lo complicado que era pasar con caballos. Jimin lo medito. 

Un segundo después, Hye entró prácticamente corriendo lo que era bastante difícil considerando el hecho de que tenía alrededor de ocho meses de embarazo, tal vez más. Ella le dio la carta que había llegado recientemente. Park se apresuró abrirla.

No salgan del reino bajo ninguna circunstancia. Son ordenes directas del Rey Min.

—Es la letra de Seokjin.— Murmuró Jungkook a su lado, casi respirando por primera vez en semanas al saber que estaba vivo y ciertamente Park también, si Yoongi estaba dando ordenes es porque estaba al menos consciente, siempre daba ordenes.

—Tal vez si llevamos un grupo más pequeño, podríamos pasar desapercibidos, sólo los mejores guerreros.— Park casi se dijo a sí mismo. El castaño lo observó un poco dudoso.

—Dijeron que no salgamos del reino.

—No he tenido noticias de Yoongi y mi hijo en semanas. No me quedaré a que me traigan sus cuerpos.

—Jimin, eres el Rey.— Hye le recordó, se veía un poco agitada y su rostro estaba muy colorado, ella estaba sosteniendo su barriga desde abajo como si le estuviese doliendo.—La gente del reino te adora, si te vas todo se volverá caótico.

—Estoy hablando de mi familia, Hye.

Ella suspiró.—¿Y crees qué los demás estamos bien? Se suponía que esto sería rápido. Se fue el Rey, se fue tu hijo y mis hijos, mi esposo, el general y el esposo de Dahyun. Ahora estamos solos y tu también te quieres ir.

Jeon se acercó a la mujer.—Hye, ¿estas bien?

—Si.— Ella asintió antes de casi desmayarse. Jeon la atrapó prácticamente en el aire. Park se apresuro a llamar a las parteras, las cuales afortunadamente estaban en el palacio por si la Princesa las llegase a necesitar, aunque aún era pronto. Hye siempre reiteró que deseaba que Namjoon estuviese a su lado para cuando naciera su hijo, el primero y probablemente el único porque ella había tenido muchos problemas para concebir, no se suponía que las cosas tenían que ser así.

The king of the north; yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora