La suave brisa llegó a su rostro, el aire fresco del océano inundo sus pulmones y por primera vez en lo que parecía ser demasiado tiempo se sintió pleno.
Su mirada fue del mar hacia sus manos, ahora algo rasposas y en ese momento sucias, a sus ropajes gastados y finalmente a sus pies descalzos que estaban calientes gracias al clima y a la madera del barco, el cual se movía débilmente.
—Hey, chico.— El hombre mayor lo llamó y el castaño se giró hacia su jefe.—Necesito que me ayudes con la red, nos llevaremos muchos peces temprano.
—Así sea, señor.— Asintió, totalmente esperanzado de volver a casa antes de que se pusiera el sol.
Y tuvieron suerte, la red atrapó más peces que los días pasados por lo que obtendría su paga y podría comprar cualquier otra cosa que no tuviera que ver con el mar porque en serio estaba cansado de comer pescado. Entró al humilde lugar con un par de verduras en su morral, esperaba poder cocinar rápido y dormir pero para su sorpresa lo primero que vio cuando cruzó la puerta fue a su compañero hecho una bola en el suelo mientras sollozaba con un gran charco de agua humeante a su lado.
—¿Qué paso?— Preguntó asustado, soltando el morral para ir en su auxilio. Él alzó la mirada y soltó un sollozo de nuevo.—Dime qué paso.
—M-me quemé.— A penas pudo responder y le mostró su mano, la piel estaba roja y sabía que pronto comenzarían a salir llagas.—Soy un estúpido.
—No lo eres.— Negó con la cabeza y se levantó para buscar una silla y ayudarlo a levantarse.—Esto es difícil para ti debido a tu brazo.
—Pero no puedo hacer nada.— Respondió con frustración, estaba tan harto de arruinarlo todo.—Tu traes dinero, comida y sabes trabajar...
—Hoseok, no puedes mover la mitad de los dedos de tu mano así que es normal que ciertas cosas no las puedas hacer.— Taehyung le recordó y Jung volvió a llorar.
Kim sólo pudo acariciar sus cabellos castaños y suspirar. Hoseok había recibido su castigo, Min Yoongi le atravesó el brazo con una flecha y aunque parecía una lesión leve cuando el curandero del barco donde escaparon sacó el pedazo de madera ya no podía mover tres de sus dedos, ni tampoco podía flexionar bien su extremidad, nunca supieron si fue por la punta de la flecha o por la brutalidad con la que el curandero la había arrancado de su carne pero si antes Jung no sabía hacer nada, ahora era mucho más difícil.
En algunas ocasiones sus pensamientos eran demasiado conflictivos y creía que su castigo había sido poco, ya que había atentado contra la vida de Jimin y casi tuvo éxito. Sin embargo, había salvado la suya y ahora le debía todo, así que siempre intentaba empujar sus pensamientos lejos.
—¿Querías hacer la cena?— Preguntó, dándole una última caricia antes de alejarse y recoger el caldero, el cual todavía estaba muy caliente.
—Si, sólo hemos comido pescado y quería hacer sopa.
Taehyung casi sonrió, el castaño parecía haber adivinado sus pensamientos.
—¿Cómo te fue hoy? ¿Ya no te duele la herida?
Kim bajó la vista por instinto a su abdomen, donde había estado la espada del Rey. No recuerda mucho pero cuando despertó tenía hierro ardiente contra su piel, el dolor casi lo hizo desmayarse de nuevo pero Hoseok estuvo a su lado y no dejo que se lo comieran los perros salvajes, también ideo un plan junto al Rey Jung para que pudieran escapar, el hombre abofeteo tantas veces a Hoseok que casi se arrastró por el suelo para detenerlo pero era su padre, quien finalmente le dijo que él solo se había jodido la vida y que nunca podría regresar a su reino.
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The king of the north; yoonmin.
Fanfiction❝Jimin era un fiel sirviente del reino bajo las montañas, admirado por la realeza debido a su belleza y tratado de una manera más amable por la misma razón. Tenía una amistad con el Príncipe Taehyung que creció con los años y cuando el Rey no se enc...