Capítulo 87 - Emergiendo desde la oscuridad.

0 1 0
                                    

Blaze fue sorprendida desde atrás, viendo como Starmancer también estaba bajo amenaza de ataque, siendo apuntado en su espalda por la muchacha de cabello azul con una flecha de hielo, la que brillaba con pequeños destellos amarillos pálidos que emergían desde su superficie, formando semicírculos antes de reingresar a la saeta.

Blaze reconoció la voz de su amiga detrás de ella, dudando de quién era la persona que estaba apuntando a Starmancer.

¿Quién está apuntando a Starmancer, Hänä? –preguntó Blaze, haciendo dudar a su amiga por un momento, apretando con menos fuerza la cuchilla en el cuello de la hechicera.

¿Cómo sabes mi nombre? ¡Responde mis preguntas! No sabes qué cosas he desollado con esta cuchilla, no te recomiendo recibir ni el más mínimo daño de esta arma –dijo Hänä, apretando nuevamente el cuchillo en la garganta de Blaze.

¡Blaze! –gritó Starmancer, levantando su mano derecha en dirección a su amiga, como si intentara alcanzarla.

¿Qué? –preguntó Hänä, girando a Blaze desde su hombro derecho sin dejar de amenazarla con el cuchillo, reconociendo el rostro de su amiga, pero con el cuerpo de una adolescente.

Hänä arrojó el cuchillo al piso y abrazó a Blaze, mientras que la chica de cabello azul dejó de apuntar a Starmancer, evaporándose la flecha de hielo y entrando las pálidas partículas brillantes en el cuerpo de la arquera mágica a través de su piel.

Se suponía que su amiga eras tú, pero está abrazándose con la enana rubia de allá –dijo Starmancer, hablándole a la chica de cabello azul mientras se rascaba la cabeza—. No entiendo nada de lo que está pasando aquí.

¡Tu cabello...! Te había dado por muerta; de hecho, te vi morir cuando atacaste a Bhasenomot –dijo Blaze, agarrando a su amiga desde el pelo, tirándoselo a modo de regaño hasta hacerla quejarse—. Es tu cabello de siempre, con tu mechón rebelde, entonces... ¿quién es esa?

La muchacha de cabello azul caminó, poniéndose al lado de Starmancer, quien la miró de pies a cabeza y aún no entendía lo que pasaba. El mago encendió una de sus estrellas para ver mejor en la noche que se estaba iniciando.

Ella no es ella, tampoco es la misma piel que conociste la última vez que nos vimos, esa se desgarró completamente después de atacar a ese demonio –aclaró Hänä, agachándose para recoger su cuchillo, luciendo su desgastado ropaje—. Sí, es una piel, escuchaste bien, aunque no preguntes cómo la conseguí. Es mi representante con los demás humanos. Está llena de mis más leales ondinas, aunque de tanto mantener una forma humana han estado comportándose de manera extraña últimamente, es como si estuvieran formando una mente colectiva...

Hänä estaba vestida con lo que parecía ser un saco para guardar papas, sucio y roto, en contraposición a cómo iba vestida su representante.

¿Encontraron lo que les pedí? –preguntó Hänä, acercándose las ondinas con forma de mujer, abriendo la boca para emitir unos leves tintineos y entregarle una bolsa de tela llena de especias, raíces y otros tipos de vegetales.

Las ondinas volvieron a ponerse al lado de Starmancer con una sonrisa en el rostro, quien había estado escuchando con atención las palabras de Hänä y quería probar a su representante, acercando lentamente su dedo índice a la mejilla de la falsa muchacha, intentando hundirlo en su piel.

¡Tiene huesos...! –exclamó Starmancer mientras retiraba su dedo del rostro de la muchacha de cabello azul, sorprendido por la buena manufactura del cuerpo y su interior—. ¡y está fría!

Claro, de otra forma sería una masa deforme andante, no me serviría de nada. Le enseñé como son los huesos humanos, los hicieron de hielo, por eso la temperatura –explicó Hänä a Starmancer, mirando a Blaze, pasando a preguntar por el hombre—. ¿Quién es este?, ¿qué pasó con el perro fiel de Albert?, ¿por qué estás de este tamaño?

Blaze! [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora