Capítulo 99 - Una historia inconclusa ~ Parte 2.

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Era como estar en el infierno.

Blaze fue rodeada por las llamas y comenzó a gritar de dolor, pero no a causa del fuego que bailaba ferozmente alrededor de ella, sino porque su brazo-artefacto se había desprendido, cayendo y perdiéndose entre las flamas. La muchacha alcanzó a ver esto antes de caer en un trance que la desconectó completamente de su entorno, reviviendo recuerdos perdidos y algunos otros que no le pertenecían.

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¿Echleón? –dijo Edna, sacando a su esposo de sus profundos pensamientos, haciéndole desviar la mirada del horizonte infinito que estaba frente a él.

El hombre estaba sentado sobre un despeñadero, mirando algunas ciudades y bosques desde la altura en un día despejado y ventoso, sentándose Edna a su lado, abrazándose de su brazo mientras apoyaba su cabeza sobre el hombro de Echleón. El mago besó la frente de su esposa con cariño, volviendo a fijar sus ojos en la lejanía.

Creo que tengo una solución... –dijo Echleón, con su típica mirada cuando se enfrentaba a algo demandante, brillándole los ojos, volviéndose estos penetrantes y certeros.

No, ya sé qué es lo que tienes en mente, no –sollozó Edna, conociendo a su esposo, reclamando—. ¿Por qué nos pasa esto? Todos los demás pueden hacerlo normalmente, pero nosotros...

No te preocupes, lo lograré, te lo prometo, pero debes confiar en mí –dijo Echleón con esperanzas, tomando las manos de su amada, sentado de rodillas frente a Edna.

Confío en ti, pero tengo miedo de lo que pueda pasar, no temo por mí, es por ti –respondió Edna con lágrimas sobre sus mejillas, abalanzándose sobre su esposo, abrazándolo.

Echleón y Edna se levantaron, volviendo a su hogar, el cual quedaba en un bosque alejado de todo, viviendo solos los dos. Se habían conocido un par de años atrás, enamorándose los dos a primera vista, casándose después de un tiempo de interactuar e intentando de inmediato agrandar la familia, pero aparentemente la vida les tenía otros planes preparados de antemano. No podían concebir. Por más que lo intentaban, por más que probaban los secretos de los ancianos más sabios, las hierbas más recomendadas, nada funcionaba y no era por falta de ganas. Simplemente no podían engendrar una nueva vida.

Obviamente eso había mellado su relación. Echleón se sumía en sus pensamientos, creyendo que era su culpa, que el uso de su magia podía estar interrumpiendo en su cuerpo al nivel de hacerlo infértil, mientras que Edna prefería no echarle la culpa a nadie, sabía que no era algo sano, guardándose su culpa muy en el fondo de su ser, intentando animar a su esposo cuando se perdía en sus eternas divagaciones. Pero el hombre tenía una idea, llevaba un tiempo pensándolo, y ahora sabía lo que tenía que hacer para lograrlo.

El ritual comienza ahora –dijo Echleón, formando un pentagrama con un círculo rodeándolo en el suelo húmedo aledaño a su vivienda, utilizando unas delgadas cadenas de hierro para esto, con un pequeño chivo esperando a ser sacrificado—. La promesa de la liberación, la sangre corroerá tus ataduras, desatándose todo tu poder, ¡oh, dios encadenado, sal de tu prisión y camina sobre tus captores, desintegra sus cadáveres con tu jocoso baile festivo!

El mago degolló al chivo, continuando con la invocación mientras derramando la sangre del animal sobre las cadenas, las cuales debían oxidarse y romperse para que el ritual surtiera efecto, debiendo quedarse por días dentro del pentagrama hasta que eso ocurriera, no pudiendo salir nuevamente para alimentarse ni meter otros alimentos dentro del trazado de invocación, desconociendo si esto podía llegar a influir en el llamado que estaba realizando. No se lo pensó mucho y optó por comerse lentamente al animal recientemente sacrificado, aunque no pudo cocinarlo, ya que el fuego habría disminuido la humedad del lugar y las cadenas se demorarían más en carcomerse. Después de 10 días, un eslabón débil de la larga cadena colapsó ante la herrumbre, quebrándose en ese sitio, iluminándose todo el borde circular que cercaba al pentagrama, escuchándose unos lentos pasos que se acercaban desde la nada.

Blaze! [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora