Capítulo 109 - Por inconscientes...

0 0 0
                                    

Blaze y Hänä salieron de la taberna abrazándose de Claire, ocupándola de punto de apoyo para no perder el equilibrio por la gran borrachera que descontrolaba todos sus sentidos, sintiendo el frío de la noche sobre sus tibias pieles.

¿Y qué vamos a hacer ahora? –preguntó Blaze, soltando bocanadas de fuego para calentar el aire a su alrededor, asustando a un vagabundo tan borracho como la hechicera, quien huyó en dirección contraria a donde se encontraban las muchachas, casi quedando sobrio por el miedo que acababa de experimentar por el espectáculo pirotécnico.

No... sé tú... pero yo no me aguantó más –dijo Hänä, bajando sus ropajes y poniéndose frente a la muralla de una casa con su cadera adelantada y su torso levemente inclinado hacia atrás, comenzando a orinar de pie—. ¡Claire, cúbreme!

Claire se puso de espalda contra Hänä, abriéndose de brazos y piernas para cubrir la mayor cantidad de espacio posible, mirando a todos lados para vigilar que nadie en la vacía calle mirara a su reina mientras estaba orinando.

¡¿Qué estás haciendo, asquerosa?! –exclamó interrogativamente Blaze, golpeándose el pecho para eructar, aliviando la presión interior de su pecho—. Siéntate, ¿acaso no eres una dama?

Antes que una dama, soy una hechicera, una... guerrera... ¿no ves que si estoy sentada... no puedo reaccionar velozmente ante un ataque... enemigo? –dijo Hänä con voz retardada y pastosa, quedándose en silencio por unos segundos, rompiéndose este después de los lejanos ladridos de un perro—. ¿Ves? ¡Estoy completamente atenta!

Blaze se quedó pensando en las palabras de su amiga, mientras que la hechicera acuática comenzaba a sentir náuseas, vomitando mientras seguía orinando, siendo contenida por Claire, quien le tomó el cabello para que no lo manchara con el fluido regurgitado, sobándole la espalda cálidamente para calmarla.

Claro... no lo había pensado... –dijo Blaze mientras seguía meditando las palabras de su amiga, sentándose en cuclillas, comenzando a orinar de manera involuntaria sin haberse bajado la ropa, sintiendo un tibio y agradable alivio—. Aaah...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Blaze despertó repentinamente, levantándose hasta quedar sentada sobre un montón de paja donde había dormido toda la noche, viendo a Hänä a su lado durmiendo acurrucada, mientras que Claire estaba de pie mirándolas, reflejándose la luz de la tarde en sus profundos ojos azules.

Hänä, ¿cómo llegamos aquí?, ¿Hänä? –preguntó Blaze, sacudiendo a su amiga, quien solo atinó a murmurar unas ininteligibles palabras, rodando sobre la paja para quedar en posición contraria a la que estaba.

Blaze miró en todas direcciones. Estaban dentro de un granero, escuchando como las puertas de este crujían al empezar a abrirse, quedando frente al dueño del recinto, encontrándose este con la sorpresa de tener inesperadas ocupantes en su interior.

¿Pero...? –se preguntó el hombre anciano, viendo como Blaze cargaba a Hänä como si se tratara de un saco de papas, poniéndosela sobre su hombro derecho mientras agarraba a Claire por su muñeca derecha.

¡Perdón! –gritó Blaze corriendo con Hänä sobre su hombro, arrastrando a Claire al mismo tiempo, perdiéndose las tres chicas en la lejanía ante un atónito hombre.

Pero... –dijo el hombre, rascándose la cabeza, sin entender qué había pasado.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¿Te estás bañando? –consultó Hänä a Blaze, viéndola desnuda dentro de un río, despertando recién de su borrachera, estirando sus brazos mientras daba un gran bostezo—. Tengo sed... Y siento la panza aporreada... ¿peleamos entre nosotras o contra alguien más?

Blaze! [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora