Capítulo 67 - Carne.

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Knightless Armor avivaba la fogata con ramas secas, tirándolas al fuego con sus manos descubiertas y malogradas, habiéndoselas dañado por el esfuerzo puesto en descubrir la técnica necesaria para encender la pira.

El calor del fuego penetraba en su armadura, calentando el aire en su interior, así como también la presa que logró cazar, dorándose con el calor de las llamas.

Parece que está listo –dijo Knightless, poniéndose los guanteletes para sacar la carne de las brasas, desmenuzándola con las puntas de los dedos de las metálicas manos para meterla en su boca a través de su yelmo abierto.

Se fue a dormir con el estómago lleno, sin problemas posteriores, descansando profundamente en el interior de una pequeña cueva. Al día siguiente despertó temprano, retomando su caminar, acercándose cada vez más a una zona poblada cercana al campo donde descendió desde los cielos.

Sus fuerzas no le habían permitido avanzar más, debiendo acostumbrarse también a la gravedad que lo apegaba al suelo, dedicando la mayor cantidad de su tiempo a buscar alimentos para fortalecerse.

Allí parece haber gente –murmuró Knightless, caminando pesadamente, demorándose un par de horas en llegar a un pueblo hundido en una depresión geográfica.

Caminó entre las calles del pueblo, siendo mirado por los habitantes, buscando un arma adecuada para mantenerse a salvo debido a su falta de energía mágica.

A pesar de su falta de poder, despreciaba completamente a los humanos, aunque estos rebasaran su fuerza física actual, no dignándose a dirigirles la palabra. Los examinó de pies a cabeza en búsqueda de lo que necesitaba, pensando en arrebatárselos sin contemplaciones en caso de encontrar lo que deseaba.

No, no, no –pensó Knightless, observando a los transeúntes, para luego mirar las casas, nadie parecía cargar armas, ningún lugar parecía almacenar tampoco.

Entró en una taberna cercana, metiéndose directamente en la cocina del lugar, robando descaradamente los alimentos allí presentes, engulléndolos de inmediato, casi atragantándose por el apurado atraco.

Los dueños del local no supieron como reaccionar, temiendo al acorazado caballero, despreocupándose al verlo trastabillar con una jarra llena de aceite puesta en el piso, empujándolo fuera de la taberna, sacándolo a patadas, botándolo a la calle.

Si no estuviera tan débil... –reclamó Knightless, levantándose del suelo, golpeando la puerta de la taberna, saliendo algunos comensales, quienes lo golpearon hasta dejarlo inmóvil, resintiéndose a pesar de estar vistiendo una armadura.

Después de unos minutos de aturdimiento logró sentarse en el piso, levantando la visera de su yelmo para respirar profundamente, escuchando una voz que le hablaba.

¿Creías que podrías simplemente robar sus alimentos y que no te harían nada? –preguntó el poder de Knightless, riéndose descaradamente—. Te atacaron de esa forma sólo por intentar saciar tu hambre, imagínate lo que te harán después de que te atrevas a hacer esto...

¿Qué? –preguntó Knightless, aún aturdido por la golpiza, no sabiendo si lo que había escuchado provenía de su interior o del exterior.

Knightless comenzó a sentir como sus entrañas se enardecían, nublándose su novata mente al mismo tiempo que su ritmo cardíaco se elevaba, mientras su plana e indefinida zona pélvica se transformaba, adoptando una forma fálica y engrosada.

¿Qué es esto?, ¿qué es lo que me has hecho? –preguntó Knightless, notando como su armadura cambiaba, dejando al descubierto la turgente y erecta carne que se elevaba desde su pelvis, exponiendo su cuerpo al exterior.

Blaze! [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora