Blaze! [Temporada 2]

Capítulo 112 - Pesca milagrosa.

En resumen, era un remanente de su antiguo dueño... –terminó de explicar Hänä, agarrando una copa dorada que salió del interior del Abysmal Greed, lanzándola con desdén contra el piso, azotándose, rebotando y resonando como el trozo de metal vacío que era.

¡Claro! Y era mi culpa exclusiva el que nos emborracháramos y saliéramos de juerga todo ese tiempo –reclamó Blaze, pateando de vuelta la copa que arrojó su amiga, siendo atajada en el aire por Claire antes de que golpease el rostro de su reina—. Que mala amiga eres...

Mirándolo ahora en perspectiva, no creo que haya sido culpa tuya ni de esa alimaña dentro de mi ojo, pero sí que estaba más deseosa de cosas mundanas y lujuriosas mientras la tenía habitando dentro –aclaró Hänä, cerrando el párpado que cubría al ojo que todo lo desea, acariciándolo—. Ahora no siento esa urgencia.

Blaze desvió rápidamente la mirada que tenía sobre Hänä al escuchar sobre los deseos carnales que su amiga mencionó, pero le bajaron los humos de inmediato de forma directa.

No contigo, idiota –dijo Hänä de forma concisa y calmada, molestando a su amiga, quien prefirió calmarse antes de que la acusaran de egocéntrica por haber pensado que era ella la causa de su lascivia o tonta grave por no tolerar un insulto tan básico.

¡Buena historia! Pero mi amorcito tiene hambre y nos vamos a buscar algo de comer –dijo Starmancer golpeándose sobre los muslos con las palmas de sus manos, levantándose de su silla para ayudar a Camellie a pararse de la suya—. Nos vemos luego.

Hänä redondeo mentalmente sus ojos, pensando en que su historia no iba dirigida al mago y su pareja, sino a Blaze y Claire, que eran realmente quienes le importaban en ese lugar.

Por mi parte, voy a descansar un poco más –dijo Hänä, yéndose de vuelta a su habitación junto a Claire, acostándose para intentar recuperar sus fuerzas después de tantos días sin descanso y por la pelea contra la mujer dentro del ojo abismal.

Espérame, Star, creo que me contagié con el hambre de Cami. Además, ya salió el sol y me desperté definitivamente. Los acompañaré –dijo Blaze, saliendo detrás de los magos emparejados, cerrando detrás de ella la puerta de la estancia donde estaban alojando.

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¿Y qué vamos a comer? –preguntó Blaze a Starmancer y Camellie, como si fuera una niña emocionada por probar nuevos manjares, con los ojos llenos de brillo juvenil.

Ni Cami con su embarazo se emociona tanto con la comida –replicó Starmancer, recibiendo un "leve" codazo en sus delgadas costillas por parte de su mujer.

No seas malo con la niña –dijo Camellie con tono irónico mientras miraba a la maga, luego dándole la espalda—. Aunque espero que nuestros hijos no salgan así...

El semblante de Blaze cambió completamente, literalmente incendiándose sus ojos mientras estiraba sus brazos para intentar ahorcar a Camellie, pisoteando el piso con fuerza para intentar abalanzarse sobre ella, siendo detenida por las largas extremidades de su albino amigo.

Te salvas porque estás preñada y rellena como un embutido nada más –espetó Blaze, cejando en sus intentos de asesinar a la hechicera del té, molestándola al punto de que esta le exigió al larguirucho mago que la enfrentara y la defendiera de la ofensa recién recibida. Blaze huyó del lugar para no seguir escuchando la pelea matrimonial hasta perderse entre los puestos de comida en las calles del reino de Baal.

Blaze pasó de puesto en puesto como si fuera un picaflor recolectando polen de distintas flores, olisqueando frutas, verduras, carnes ahumadas entre otros, hasta que llegó a un puesto de pescados.