Capítulo 72 - El cambio.

1 1 0
                                    

Ed y Camellie terminaron las compras que la muchacha había planeado obtener para ayudar a la recién llegada, tomando el camino de regreso a la que era su vivienda hace ya casi cinco años.

Ed... ¿eres Ed? –preguntó una niña, acercándose a Ed, sorprendiéndolo—. Sí, eres tú, pensábamos que habías muerto hace años después de tu iniciación...

¡¿Qué, Helena?! Shhh, cállate, no digas nada más, silencio –dijo Ed con susurros, jorobando su espalda, como si se arrojara sobre la muchacha, alejándola de Camellie—. Voy a... ella... tú me entiendes.

Sí, eso creo –dijo Camellie, sentándose en una silla apostada fuera de un comercio, esperando a que su amigo dejara de conversar con la joven, lo que ocurrió luego de unos pocos segundos—. ¿Quién era ella, galán?

Ella es... una amiga de infancia. No esperé encontrarme a nadie conocido acá dentro –dijo Ed con evidente nerviosismo, secándose unas pequeñas gotas de sudor de su elevada frente—. Volvamos a casa.

Sí... ya hablaremos otro día de tus conocidos –dijo Cami, colgándose nuevamente del brazo de su amigo.

No –respondió Ed, sin emitir ninguna palabra más en el camino de regreso, algo esperado por Cami, por lo cual ni siquiera se preocupó de consultar más sobre la muchacha que se encontró.

Por su parte, Blaze y Starmancer volvieron a casa después de un intenso entrenamiento, sudados y polvorientos, cansados y hambrientos, encontrándose con Camellie y Ed ya en casa.

Suerte que llegaron, miren lo que están poniendo por todas partes –dijo Cami, mostrándole a Astar y Blaze el trozo de papel donde Fredrick plasmó con exquisitos detalles el rostro y figura de la hechicera de fuego.

¿Qué rayos es esto? –preguntó Blaze, tomando el papel y revisándolo por todos lados—. ¡Con esto todos sabrán quien soy!

Los estaba poniendo Fredrick –dijo Ed, entrando y saliendo de escena, mirando con ojos nerviosos a Camellie.

Así es, y... –dijo Camellie, intentando mencionar a la joven que habló con Ed, pero prefirió cambiar de tema al ver la reacción de su amigo—. Creo que debemos comenzar con tu transformación, Blaze.

Soy toda tuya –dijo Blaze, acompañando a Camellie al baño, dejando atrás a los dos hombres.

Ni se les ocurra acercarse al baño, sucios –ordenó Camellie con mirada felina y lengua de ofidio, cerrando la puerta de la habitación de aseo.

Camellie ayudó a Blaze a frotar todo su cuerpo para quitar la mugre de su piel, lavando su pelo para dejarlo manejable y perfumado, procediendo luego con ajustes mayores.

No sé si esto te gustará, pero no hay otra forma de hacerte pasar más desapercibida –dijo Camellie, tomando el cabello de Blaze, cortándolo con una pequeña y afilada daga, reduciéndolo con cuidadosos cortes para no tener que emparejar mucho después.

No te preocupes, no suelo llevarlo así de largo, ya me lo estaba tirando demasiado cuando me iba a dormir. Además, es demasiado caluroso, no sé como aguantas tú –respondió Blaze, recibiendo un chorro de agua tibia desde la tetera mágica de Camellie—. Starmancer dijo que tú la hiciste, ¿es cierto?

Es verdad, es lo único que he podido hacer y que me quedara bonito, es mi objeto más preciado. Y con ella es que uso el poder mágico de El Durmiente, así puedo calentar el agua cuando quiera, donde quiera, para realizar mis predicciones, obviamente –explicó Camellie, acariciando su tetera—. ¿Cómo ocupabas el poder de tus contratos?

Nah, magia típica, hechizos oscuros, potenciando propiedades de objetos, cosas por el estilo –dijo Blaze, sintiendo como nuevamente un liquido tibio escurría por su cabeza—. ¿Qué es ese olor?

Blaze! [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora