6. ¿Problemas en el paraíso?:

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Por alguna extraña razón no dormí mucho, era las 5 de la madrugada, camine hasta que me senté en el espacio del balcón ha observar las personas y autos que siguen recorriendo las calles, la iluminación de los edificios hace que el amanecer luzca brillante.

Después  de unos minutos me pregunto ¿Temprano para una copa de vino? No lo creo, me acerco la vinera, paso a la cocina, me sirvo un poco de vino, dejo la botella en la mesa o terminaré vaciándola, voy hacia el balcón, me siento mientras abrazo mis piernas en el pequeño mueble, pensamientos sobre mi futuro junto a Joss llegan ¿Lograremos mudarnos del apartamento a una casa? Espero realizar ese viaje a Roma y Francia que tanto queremos ¿Y si adoptamos un gato o perro? Pero no habría quien lo cuide mientras no estamos en casa, a caso tendríamos hijos o ¿no? lo mejor será ir paso a paso, primero mudémonos del apartamento, creo que si junto mis ahorros alcanzaría para una modesta casa. 

Me paro, pero me vuelvo a sentar, una pregunta interviene mi tranquilidad ¿Joss querría mudarse? La última vez que conversamos del tema dijo que esperábamos más tiempo, hasta que esté decidido, creo que le haré insinuaciones con sutileza, si le agrada la idea, compraré la casa, con ese pensamiento, repaso lo que tengo que hacer hoy, oh mierda, tengo que lavar ropa, para el fin de semana este todo desocupado, mientras organizo mis deberes mentalmente siento unas manos tomando mis hombros y un susurro llega a mi oído "Chiquita ¿Qué hace con una copa de vino tan temprano en la mañana?" 

— ¿Qué haces despierto? — menciono con cierta preocupación.

— No te sentí a mi lado — responde Joss tomando de los hombros a la contraria — pensé que había sucedido algo ¿Pasa algo? 

—No — volteo a mirarle — solo no podía dormir.

— Entonces — toma mi copa para olerla — ¿El vino es bueno para el insomnio?

— Claro, prueba si quieres.

— Humm, chiquita, como me convences.

Volvió de la cocina con el vino y una copa, los sucesos a veces son algo indescriptibles, empezamos la botella en el balcón abrazados y la terminamos en nuestra cama, entre gemidos y movimientos codiciosos de placer, para que luego Joss se quedara dormido, al parecer se cansó demasiado como para pacer una piedra en estos instantes. 

Estoy por salir de la habitación y el celular de Joss suena, un número no agendado llamaba ¿Quién llama antes de las 6:00 a.m? A menos que sea una emergencia, decido contestar por las dudas.

Inicio de la llamada

— ¿Hola? — fruncí el ceño mientras esperaba una respuesta que no llegaba así que procedí a hablar de nuevo — ¿Hola?

— ¿Este es el número de Joss Evans? — se escucha a través del celular.

— ¿Quién habla? — hubo un silencio de segundos, hasta que volvió a hablar.

— Oh, al parecer me equivoqué — logro oír una pequeña risa — creí que era su número privado, disculpe, que tenga linda mañana.

— ¿Qué? — miro el teléfono con aún encendido — ¿Qué mierda?

Llamada terminada 

Eso fue muy extraño ¿Una nueva secretaria? No, Loren me habría avisado, aparte que, empiezo a revisar sus contactos y en efecto, Loren estaba agendada por su título aún, bueno, tal vez fue un número equivocado o una clienta inusual, quito cualquier idea mala de mi cabeza y prosigo a ir a la cocina para prepararme el desayuno, cocinar me ayuda a despejar la mente.

7:45 a.m

— Joss — muevo sus hombros — Joss, !!JOSS¡¡ — se sienta en la cama rápidamente — llegarás tarde, anda báñate el desayuno esta listo. 

Our history of twoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora