— ¿Entonces? Sí es niño, dime que se llamará Cristopher — bromea
— Ni en sueños, no quiero tener dos personas con mismo nombres atormentándome, basta con una sola, TÚ — lo señalo
— Acabas de herir mis sentimientos, ya no seré tu hermano, me voy — hace un gesto de indignación
Río por la broma que acaba de hacerme, después de dormir muchas horas, despertarme solo para comer y sacarme los exámenes de sangre, río con Chris, sus chistes eran algo malos pero me sacaban un sonrisa, era una ambiente amigable, un poco tenso, pero por el momento reinaba la tranquilidad, hasta que entra el doctor, ahora sí tenía miedo, hace dos segundo hacía bromas sobre que podría hacerle al bebé, pero el terror se apoderó de mí.
— Los veo felices ¿esperan buenas noticias? — empieza a revisar sus hojas que eran expedientes
— Solo espero una noticia, no habrá problema cual recibamos — sonríe Chris
— Al parecer son una pareja estable, jóvenes por cierto.
— Ah no no, es mi hermano doctor, no podría estar con él, muy empalagoso para mí — le saco la lengua.
— Ni yo contigo, muy mandona — arruga la nariz
— Bien — el doctor ríe — pero a lo que venimos, Kathlyn no estás embarazada, según tu expediente has estado en situación de presión estos días, estrés y otros factores, son culpables del retraso de tu período, no tienes porqué preocuparte, con respecto a los vómitos, es por lo mismo, me parece que ya te lo han explicado, así que solo necesitas descansar y tratar de alimentarte bien estos días, es todo.
— Oh, lo sabía, tengo bajo el índice de fertilidad, pero supuse que tal vez habían dado en el clavo.
— Señorita, desde mi experiencia como médico, los bebés llegan cuando menos los esperas, es como, humm, como un granito en la cara, salen por varias causas pero sin esperarlo, así que si quiere gestar, venga a mi consultorio, con gusto la atenderé en su gestación, puede traer a su hermano en caso que no tenga... otro familiar...
— Hades... solo que el "casi papá" ha estado pasando varios problemas, pero tengo fe en que lo arreglaremos.
— Y yo espero verla en mi consultorio, feliz y junto a el "casi papá" sin más, me retiro.
Di un fuerte suspiro, hace dos minutos estaba preparada para llamar a Joss apenas me confirmen lo que me temía, se preguntaran ¿porqué no lo he llamado? La verdad, no se si este haciendo mal o bien, pero, no quería alborotar el estado de ambos por algo que no sabíamos si era cierto o no, se lo contaré cuando arreglemos nuestros problemas, por el momento, dejémoslo como estaba.
──────⊱◈◈◈⊰──────
Al llegar al apartamento de Chris me lancé sobre el primer mueble que vi, extrañaba el ambiente familiar, claro, no tanto como él de mi apartamento, lo que me hizo acordar qué tenía que hacer algo esa tarde, había pasado una semana bajo observación, cuando vieron que me encontraba mejor me dieron de alta, ahora que estaba bien, sana, mentalmente inestable pero no rota, tenía fuerzas de investigar que había pasado ese día, sí, hablaba de la supuesta infidelidad, junto a Chris justo habíamos llegado de recoger algo de ropa, le conté mi plan, gustoso me acompañaría, después de todo, éramos el hermano del otro, ese que no habíamos tenido, bueno, tenido cerca, su hermana estaba vagando por el mundo con su prometida así qué de vez en cuando daba noticias a la familia, a pesar de ello nunca se olvidaba de Chris, le enviaba cosas de sus viajes a todos los lugares o la mayoría, parecía un crío cuando recibía aquellos regalos.
Cerca de las nueve, iniciamos el viaje a ese conocido bar, hasta el nombre te incitaba a pecar, a pesar de que la música era tenue, muchas personas estaban dentro, este en especial era más para ir cuando estabas cansado, o reprimido, o un fin de semana de amigos, alcohol y comida, más charla, perfecto, no había baile, solo conversaciones de todo tipo.
Entramos separados, Chris entró primero, aquella chaqueta y pantalones de cuero que vestía lo hacían ver espectacular, miel para las abejas, yo decidí acompañar un vestido negro, algo escotado, pero nada que no pudiera desviar mucho la mirada, si no tendría problemas luego.
Apenas entro me dirijo a la barra, estábamos el mismo día que aquel, así que los baristas tenían que ser los mismo, llamo a uno preguntando si habían visto a Joss por aquí ese día, dudan pero les enseño una foto y asienten con firmeza, pregunto si alguien más lo acompañaba, a lo que de repente se sorprende, me mira de arriba y abajo dos veces para luego cuestionarse si debería de decirlo o no.
— Vamos, habla, no te preocupes en que quedes descubierto, tapare mis fuentes — le doy un pequeño guiño
— Es que, no se si deba decírselo — juega con sus manos
— Entiendo — saco un billete — ¿Entonces? ¿Hablarás?
— Vale — guarda el billete discretamente — él llego sólo a eso de las ocho o nueve maso menos, ese día el bar estaba casi vacío, pero tenemos una invitada que nos visita cada cierto tiempo, toma a cualquier hombre como presa, los droga y les hace creer que tuvieron sexo, unos ni siquiera les hace falta drogarlos, siempre usa la misma excusa para invitarte un trago, después te amenaza con fotos o vídeos, de ahí saca dinero, creo que él cayó en su trampa ese día.
— ¿Dónde puedo encontrar a dichosa mujer?
— No lo sé, no tiene patrones — levanta los hombros.
— ¿Enserio? — levanto una ceja — ash — tomo de mi bolso billetes exactos para entregárselos, él los toma en seguida — habla claro.
— Justo, acaba de entrar de la mano de un hombre, te recomiendo ir ahora antes de que marque a su próxima presa.
El plan consistía en dos partes, la primera confirmar la presencia de la agradable señorita, confirmar los hechos era la parte dos, para ellos estaba mi estimado Chris, un pobre hombre soltero en medio de la nada, un bar solitario y de buen corazón, presa perfecta, le envié un mensaje de indicándole que iniciaba la otra parte, asiente entiendo todo, mientras yo me quedo en la barra observando todo por el espejo en la parte posterior del estante mientas tomo algo.
Fueron segundos los que pasaron para que el viejo del que venía acompañado fuera botado brutalmente por la chica, después de eso, se fue a los servicios, la seguí, vi que se metió a un cubículo, escuché que desataba algo, luego guardó todo, o es creía, hasta que se escucha el sonido de un celular, era el de ella, me meto a un cubículo para escuchar mejor.
— ¿Sí? — hubo una pausa — Ahh si, si, Josss.... ¿No? — otra pausa — Ah ah, lo siento, me confundo, Joseph, él del reloj caro ¿no? , exacto, no podría olvidarlo, si ¿Qué quieres? — hubo un silencio varios segundos — mira, lo que pasa es que me importa un carajo que tu novia este embarazada o que pueda perder el bebé, mi dinero, eso quiero, mi dinero y problema resuelto, puedes pagar ese reloj, vamos no te hagas, una pequeña suma, son solo 10 mil dólares, no es para tanto, hice una excepción contigo solo porque me trataste bien — un grito maldiciendo se logra escuchar — cariño, yo no tengo la culpa de que hayas caído en esa trampa, aparte tan desinteresado no estabas, bien que lo disfrutaste — se escuchan golpes — hey, solo págame, tienes hasta fin de mes, adiós, tengo cosas mejores que hacer.
Salgo, para lavarme las manos, mientras ella se arreglaba el labial, vestía un hermoso vestido verde corto, tacones algo altos, esas joyas se notaban que eran caras, el cabello rubio, alborotado y ondulado, una linda chica, lástima qué sea una mala persona.
— Oh muñeca, veo que vienes a arrasar con medio bar ¿No te conozco de algún lado? — me dirige la palabra.
— ¿Disculpa? No creo que nos conozcamos — le respondo confundida
— Me pareció, decía estas muy linda, suerte con esos chicos cariño — me guiña un ojo pasa pasar de largo y salir.
Que rayos fue eso, no importa, ahora lo que importaba es que si había caído, para cuando salgo, los veo en la barra, tomando algún tipo de bebida, yo me siento en una mesa algo lejos de ellos, solo para despistar, pero minutos, y dos horas pasaron, nada, seguían hablando, y yo me estaba empezando a aburrir ¿será que todo fue mentira?

ESTÁS LEYENDO
Our history of two
Cerita PendekUna pareja que se ha conocido desde la adolescencia, deciden comprometerse después de diez años, sin importar la gran diferencia de edad o los hablares de las demás personas, eran felices. Lo que Kathlyn no sabía era que la persona que tenía a lado...