18. Consumidos por el fuego:

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Memorias:

— ¿Vienes? — habló con suavidad palmeando con su mano a su costado. 

— Claro

Al subirme encima de la cama, note con más detalle lo que estaba pegado en la pared, era notas de las clases, hojas completas con palabras, algunas rayadas, otras con el significado debajo, también se veía dibujos, de varios lugares muy bonitos en arquitectura ¿Dibujaba y tocaba el piano? Joder, que caja se sorpresas era, aproveché el poco atrevimiento que tuve, puse mis rodillas a lado de sus piernas y mis manos al otro lado, de manera en que estaba en cuatro, pero de forma cruzada a su cuerpo ya que él estaba echado largo, de forma en inversa, pies en la cabecera, y cabeza en los pies.

— ¿Así que pegas todo para que sueñes con las palabras? — pregunto y al mismo tiempo agacho mi cara, haciendo que mi parte posterior quede elevada.

— Si lo tienes cerca a tu lugar de descanso, es más probable que lo leas.

— Tiene sentido.

— ¿Puedo? — hace referencia si podía ver debajo de mi vestido.

Yo solo asentí, inmediatamente deslizo su mano desde mi muslo hasta mis glúteos suavemente, mientras seguía concentrada en un dibujo que parecía un campo, no duró mucho, ya que siento una mano bajar por mi entrepierna. 

— ¿Crema? Mal — dice retirando su mano de mi cuerpo

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— ¿Crema? Mal — dice retirando su mano de mi cuerpo.

— ¿Qué? 

— Tu ropa interior — se sienta — es crema, yo espera algo más creativo.

— ¿Qué querías? ¿Ositos? 

— De Hello Kitty, frutitas, un estampando y un lazo tal vez. 

— Ve, hubieras avisado, tenía varios —  dije riendo mientras me acercaba acortando la distancia un poco más.

— No sería una mala idea.

Fue lo último primero que salió de su boca, lo segundo fue su lengua dentro de la mía, adentrándonos en un beso profundo, mientras eso pasaba, cambié posición, haciendo que quedara sentada sobre su cadera dando pequeños movimientos.

— ¿Estás segura de esto? — acaricia mi brazo.

— Sí ¿tú? — agarro su mano, separando dos dedos.

— Sí, claro que quiero.

Fue la señal para meter sus dos dedos a mi boca empezando a mojarlos, mientras que el se dedicaba a mirarme, luego de unos segundos más los saque.

— Que habilidad, deseo probar más.

— Quítatelo — refiriéndome a su camisa.

Me dejo sobre la cama, sentada, él se paró, se quito la camisa, empezó a besarme de nuevo durante unos segundos antes que volviera a su posición original.

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