13. No regreses a mi vida:

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Memorias: 

Sigo sin creer que la semana pasada haya estado con una pierna herida y feliz de la vida ¿Qué podía esperar? Si después de comer en la cafetería me llevo hasta tomar el autobús que se dirige a mi casa, me dijo que le escribiera cuando llegue a mi destino, siento que viví un sueño, a pesar de tener hoy una cicatriz en la rodilla, me siento ansiosa por lo que va pasar esta semana y por lo que pensarían los demás de que estoy usando medias sumamente altas, hasta mi rodilla. 

Hoy decido comprar un postre a miss Luna, mi docente favorita en todo el plantel, como siempre, desde que nos separamos, la iba a ver antes de entrar a clases para que me de consejos para entender los temas, así que, me dirijo a su aula dando pequeños saltitos.

— Miss — alargo la palabra — buenos días.

— Buenos días Kathlyn — me abraza como si no me hubiese visto en años — ¿Cómo estás?

— Bien, bien, aún nerviosa por el examen, ojalá me vaya bien.

— ¿De que va a ser?

— Le cuento miss, la docente con la que estoy ahora no nos dice los tema, solo usted lo hacía, tuve que dar una espiada solo para saberlo, por eso me lastime la rodilla, mire lo que me pasó  — alzo mi pierna bajando un poco la calceta — dolía la semana pasada pero ahora ya no, solo cuando la doblo por mucho rato. 

— Debes de tener cuidado Kathlyn. 

— Si miss, no se preocupe, le traje esto — alzo el pastelito de mis manos.

— Awww, gracias hija, no te hubieras molestado ¿Quieres que me engorde? 

— Una vez al año no hace daño, bueno la dejo, tengo que ir al salón.

—  Vaya vaya hija, recuerda, aprende las palabras largas, iniciales y tu introducción ya pre-hecha. 

— Hice todo, estoy preparada, gracias miss.

Salgo de salón y veo a Carl subiendo las escaleras con sus hermanas, ese es el momento de subir por las otras escaleras, me volteo de inmediato, cuando estoy en el otro piso veo que al parecer me vio o que tal vez no estaba seguro si fui yo, joder, ojalá no me haya reconocido, diría que hace tan temprano aquí, pero él siempre venía temprano, que ganas de llorar, pero ese sentimiento se hace humo en cuanto veo una figura conocida para mi, ¿Joss? Sí, es él, voy caminando hasta las escaleras para encontrarlo pero antes de subir si quiera un escalón lo interceptan el pequeño grupo de sus amigas, bueno, creo que el destino me dijo: "A leer lo que tienes en la mochila" 

Después de repasar el libro entero, bueno, no es cierto, solo las unidades evaluadas, me propongo a llamar a Estefanía, estoy por marcar su número cuando una sorpresiva mano toca mi espalda baja, recorriendo toda mi espalda hasta llegar a mi hombro, para luego escuchar un: "¿Cómo has estado Kath?"  joder, esto no puede estar pasando, no en el mismo día.

— Carl — me separo — ¿Cómo has estado? 

— Yo me veo bien, así que digamos que bien ¿Tu que crees? 

— Me parece que bien, yo he estado de igual manera, si me permites, tengo que ir a buscar a Estefanía, me dijo que ya había llegado, permiso. 

Bajo las escaleras y me topo a Joss, me quiere hablar, pero veo que Carl está ha punto de bajar, así que me apresuro, llego a los servicios, entro a un cúbico, luego suelto un gran suspiro, Hades ¿Por qué hoy?

Cuando me estaba lavando la cara después de meditar minutos, mi celular suena con dos mensajes:

Tefa 💤💙:

Kath ¿Dónde estás? La profesora se fue por café así que entra antes de que te vea. 

Joss Evans:

Kathlyn ¿Estás bien? Estoy afuera del salón, dime si necesitas ayuda. 

¿Qué debería de hacer? Salí de los servicios para subir en el ascensor hasta mi aula, por suerte la docente no había llegado aún, entré y me senté a lado de Tefa.

—  ¿Dónde estabas?

— Me encontré con Carl — le respondo a Tefa a lo que me responde con una expresión  de confusión — no te preocupes, fue cosa de nada, solo qué, al parecer aún hay cosas que no entiendo, primero ¿Qué hace aquí Carl? Hades, me lo encontré, incluso me tomo del hombro, como si no hubiera pasado nada o si fuera su amiga. 

— Yo te dije que eso no iba a terminar bien, lo mejor es que lo evites, no salgas al break, quédate aquí así evitar toparte con él, fin del cuento, ni que fuera el fin del mundo.

— Oh Hades, lo siento, pero me ahogo en un vaso con agua, así que dudé de lo que tenía que hacer, entonces ¿Irías a comprarme un coca luego? Es que se me bajó la presión.

— Que vaya Joss, esta muy interesado en saber que esta pasando contigo.

— ¿Qué? ¿De que hablas? 

— Vino a preguntarme si te había visto, obviamente le dije que no, no sabía dónde estabas, se puso hacerme un cuestionario de dónde podrías estar. 

— Pero, estaba en el baño, nada más.

— Ni idea, pero ya que preguntó por ti, aproveché a sacarle los ítems, mira — saca su libreta — son específicos, así que, nos irá bien. 

— Hades, que mente astuta.

El hecho de preocuparse por la otra persona era señal de estima, pero yo aún no me había dado cuenta, no sabía que estaba pasando, hasta meses más tarde, por ahora solo me dediqué a escribirle. 

CHAT

Joss Evans:

Kathlyn ¿Estás bien? Estoy afuera del salón, dime si necesitas ayuda.

Kathlyn Quinn:

Joss, me fui al baño, estoy bien ¿Pasó algo? 

Joss Evans:

Nada, solo que vi a un chico que parecía perseguirte. 

Kathlyn Quinn:

No, nada que ver, solo que estaba algo apurada por llegar al baño, ya sabes jsjsjs

Joss Evans: 

Oh jajaja, tranquila guardaré el secreto.

Kathlyn Quinn: 

Llega a salir, te golpeo, avisado estás.

Joss Evans: 

Lo llevaré hasta la tumba, no te preocupes.

Kathlyn Quinn:

Mas te vale. 

Ahora sí, a presentar atención para luego resolver el tan ansiado examen, que a todo el salón hacía temblar cuando se acercaba el día. 

Our history of twoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora