Our history of two

31. Volvemos a lo mismo:

Después de aquel suceso lleno de felicidad en la que aceptó comprometerse con la persona que más amaba, anunciarlo a los demás era lo de menos, apenas amaneció grito a toda voz por mensaje a su mejor amiga Kamila, la cuál dijo y decidió a la misma vez regresar de aquella aventura con su esposo para hacerle la gran llamada "últimos meses de soltera" no importaba si se lo acaba de inventar, para ella había existido toda la vida. 

Otra fue la historia cuando le fue a enseñar el gran anillo, la sorpresa del otro no fue del todo sorpresa, ella empezó a juntar cabos y llego a la conclusión la cuál era la mas acertada, sí, sin decir nada había descubierto quién había ayudado a Joss con la decoración, lugares de visita y demás, ahora que comprendía todo, Christopher la recibió a carcajadas en sus brazos, la felicitación llegó después, no pasó mucho para el padre de este se entere, esa misma tarde recibió una videollamada en pleno trabajo, su anterior jefe tirando confite a través de la pantalla del celular, como siempre tan divertido, aviso y advirtió que le diera fecha para que vuelva al país o la despedirá, entre algunos chistes más se despidieron alegremente.

Los amigos de Joss no se hicieron esperar, esa misma noche del lunes abrieron plazo al bar más cercano al trabajo, incluso salieron temprano, disfrutaron y celebraron el "ya cayó el primero" a más no poder, por otro lado, ella con pareja de uno de sus amigos, Jessie, estaban poniéndose al día después de tiempo y qué mejor manera que yendo a escalar, no en una montaña de verdad pero si en una de un restaurant comercial.

Ahora habían pasado seis meses desde que se habían comprometido, era una tarde del domingo como cualquier otra, disfrutan de un picnic en un parque cerca a su casa, pero faltó el jugo por lo que él se ofreció a ir a comprarlo, en eso suena un celular, de ella no era, en la pantalla apareció un apodo de "Proyecto por termiar", decidí contestar ya que como era domingo, normalmente no atendía el trabajo, una voz de una chica no se hizo esperar.

Inicio de llamada:

Chica: Cariño ¿Mañana estarás libre por la noche? quiero ir a ese lugar que tanto mencionaste.

Chica: ¿Cariño? ¿Estás ahí?

Kathlyn: Disculpa, creo que  te equivocaste de número

Chica: ¿No es el número de Joss Evans?

Kathlyn: ¿Quién habla?

Chica: Olvídalo, dile que me llame, chaito.

Fin de la llamada:

Mal momento para que aquel individuo llegue con una sonrisa en la cara y el juego en la mano, en lugar de recibir un gracias recibió un cachetada demasiado fuerte en la cara por parte de su pareja o ¿ya no era? con lágrimas en los ojos.

— ¿Qué mierda es esto? — le enseña el celular con la llamada acaba de cortar.

— ¿De que hablas? — toma el celular viendo el nombre — mierda.

— ¿Mierda? ¿Es eso todo lo que dirás? ¿Enserio? — pasa su mano por su cabello.

— Es que no sé, le dije que todo fue un error que no debió pasar.

— ¿Qué exactamente no debió pasar? — cuestiono con cuidado y temor al mismo tiempo

— Un beso, pero ni si quiera fue uno completo, la aleje de inmediato, créeme solo eso, le dije que no debería de haber pasado y me largue de ahí.

— ¿Qué hacías con ella? y supongo que en el bar. 

— Celebrábamos que el proyecto casi había acabado, solo faltaba ajustes de diseño y estaría listo usar.