19. ¿Entonces? ¿Es amor?

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Memorias:

Lunes, un lunes como cualquier otro, pero este lunes era un lunes distinto, era un lunes con un dolor de espalda baja, piernas y caderas, de mi casa salí casi saltando, como si no me doliera nada, pero en el momento que pise la calle y encontrarme con Kamila, empecé a caminar con dificultad, dolía como si hubiera hecho ejercicios o corrido una maratón, Hades, me habían roto.

— Dios ¿Qué tienes? ¿Qué te pasó? — Coloca mi brazo en su hombro. 

— Hacerte caso, eso fue lo que pasó — doy un quejido.

— ¿Tan bueno es? ¿No me lo querrás presentar? — suspira — Nunca me han samaqueado como a ti, yo también quiero.

— Mensa, creo que hubiera preferido algo tranquilo a estar queriendo sacarme la mitad del cuerpo. 

— Metas, por cierto ¿Después de eso? ¿Todo bien? o ¿Fue un fuckboy? De esos que "Fuck" y me "voy"

— Al contrario, me pagó el taxi para ir a casa, me llamó hasta llegar unas cuadras antes de mi casa, luego me dio indicaciones de limpieza ya que no me había duchado en su casa, ya sabes, mi madre llamó, pero ya habíamos acabado y hoy preguntó como estaba, si tenía dolores.

— Lo normal, después de acabarte, parece que te hubieran golpeado, Hades.

Juntas reímos mientras subíamos al salón correspondiente a la clase que nos tocaba hoy, quise prestar atención, pero mi menta volaba entre los momentos que había pasado ayer con él, era como si los reviviera en mi cabeza una y otra vez, esto terminará tan mal.

Horas después de haber acabado con nuestra última neurona, nos tocaba tomarnos un descanso.

— Así que dime ¿Acaba ahí todo? o ¿Aún seguirán en esas? — pregunta Kamila.

— No lo sé, pero no quiero dejar de verlo, eso es seguro — miro hacia varios lugares — espera, creo qué podría decir que es "un amigo con derecho" ¿No?

— ¿Segura? — come una trufa — la última vez que iniciaste algo así, terminaste con varios problemas. 

— Esta vez no creo que sea así, siento algo, me parece que el también, quién sabe andemos.

¿Entonces? ¿Es amor? — me mira sorprendida 

— No creo que debamos llamarlo por algo tan fuerte, pero no sé, supongo que nos sentimos bien estando el uno con el otro.

— Solo te digo que tengas cuidado, pon límites que ese es tu mayor problema.

— Entendido jefa. 

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Había salido de clases, era de noche así aproveche para ir por un helado, se preguntaran ¿De noche? sí, era una noche algo calurosa, no me juzguen; cuando estaba acabando mi grandioso helado me acordé de que tenía que llamar a Joss ¿porqué? se había vuelto costumbre.

Inicio de llamada:

Kathlyn: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

Joss: ¿Si? Buenas noches ¿Quién habla?

Kathlyn: Es de la compañía telefónica y servicios de Internet ¿Le interesaría comprar un paquete dúo? Tiene un gran descuento y llega hasta su casa, solo paga el costo de envío.

Joss: Ahh mira, que gran oferta pero no estoy interesado.

Kathlyn: Le tenemos otra oferta, viene hasta la tienda y se le hace entrega, ese tiene descuento de los tres primeros meses.

Joss: Humm, la verdad que su servicio es muy bueno, pero no estoy en condiciones de aceptar el trato.

Kathlyn: ¿Qué pasó? ¿Te sientes mal?

Joss: Señorita de telefónica, esas preguntas ¿Son parte de su trabajo?

Kathlyn: ¡Oye!

Joss: Era broma niña y si, me siento fatal, acabo de llegar a casa, mis pies me matan.

Kathlyn: ¿No quieres un masaje?

Joss: Me vendría de maravilla, si tan solo estuvieras aquí y dudo que puedas venir.

Kathlyn: Es cierto, es tarde y tengo que regresar a casa de igual manera.

Joss: Lamentablemente y ¿Está por la calle aún? 

Kathlyn: Te lo acabo de decir, terminé mis clases hace un rato, mentalmente agotada.

Joss: Uhhh, ambos estamos mal eh, deberíamos de tomar un día de descanso.

Kathlyn: Si es contigo me apunto.

Joss: Trato hecho.

Conversamos unos minutos más, aquellas conversaciones de las cuáles muchas no tenían sentido, otras eran tan profundas que te replanteabas tu propia filosofía, como otras en los cuales se basan que digas tu día, emociones y sentimientos de los sucesos que te acompañaban hasta quedarte dormida, algunas veces se hacían planes que sabe el destino si los cumpliríamos,  pero digo que las más frecuentes eran de crear escenarios, yo estando cerca a él o yendo a su casa o él, acordando un lugar para encontrarnos y es que las ganas de verlo superaban cualquier cosa, simplemente si tenía la oportunidad la aprovecharía, nos quedamos hablando hasta que me acerqué a tomar el auto que dirigía a mi vecindario, cortamos diciendo que nos llamaríamos más tarde, era obvio que era mentira, sabía que apenas toque mi cama dormiría y él apenas cuelgue estaría en el país de los sueños, al subir solo me detuve a pensar,  que día para más ajetreado. 

Cuando llegué a mi casa, subí a mi habitación con intención de dormir, pero no fue así, empecé a pensar sobre las cosas que han estado pasando, me preguntaba si tendría un final, si estaba haciendo bien, no era correcto pero no estábamos dañando a nadie, los dos estábamos bien, supongo que sobre pensar solo hará que no pueda disfrutar de las cosas, lo mejor que podría hacer ahora, es ir a dormir. 

Our history of twoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora