11. Engañada por un cuento de hadas:

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Memorias:

Un día eres la persona que camina a casa con su amiga que dijo que nunca te dejaría sola en la academia y al otro, estas regresando con una persona que no tienes idea de como fue qué dijo: "Ok, te acompaño"

Flashback:

— ¿Cómo que Eli se retiró de la academia? — pregunto con incertidumbre — Y ¿Ahora con quién me voy a ir?

— A mi ni me digas — dice Tefa — sabes que en la esquina tomo el bus y de ahí, ni nos vemos.

— No puedo y lo sabes Kath — Sara señala a la contraria — me voy con Tefa siempre.

— Lamento esta vez decirte que no — hace presencia Ross — te acompañara pero me voy con el grupo de estudio de la Universidad a la biblioteca.

— Hades, no quiero irme sola — cruzo mis brazos como si me diera un abrazo — me siento muy insegura. 

— Kathlyn — llama Joss quién estaba a lado mío — pásame la hoja práctica que están repartiendo, por favor.

— Ah sí, toma — le paso la hoja, siento como coge mi muñeca y toma los papeles — Listo. 

—  Gracias — sonríe y pasa el resto a las hojas dejándolas en la carpeta de la persona a su lado.

— Listo, ya tienes a tu acompañante — Sara señala con los ojos a Joss.

— Dale, no que — Rosa hace comillas  con sus dedos — ¿Muy amigos?

— No — digo alargando la vocal — que vergüenza.

— Ay Kath, pídele no más — Tefa hace un chasquido con sus dedos — después de todo, solo son amigos.

— Pero- es que, no estoy segura.

— Te irás sola entonces — me recalca Tefa, mi gran amiga por cierto.

— Ahí se ve la amistad — me giro  para llamar al chico — Joss...

Mi corazón empezaba a latir de lo nerviosa que estaba por preguntarle, varios pensamientos pasaron por mi cabeza ¿Si no aceptaba? ¿Si estaba interrumpiendo algo que tenía que hacer después de clases? ¿Si querría o se sentiría obligado?, todo desaparece para cuando responde.

— Dime — habla mientras escribe en su cuaderno — ¿Qué pasó?

— Crees qué.. —  juego con mi collar — podrías...

— ¿Qué? — levanta la cabeza y me mira a los ojos — dime.

— ¿Me podrías acompañar hasta tomar el bus a mi casa en la avenida?

— ¿Avenida? — pregunta sacando su celular — ¿Cuál?

— En 15 minutos llegamos, lo juro. 

— Ya, pero ¿Cuál?

— La que está por — miro a otro lado — por la "La Plaza de Plata"

— Está bien, te espero a la salida en la esquina del lado derecho, para irnos. 

— ¿Enserio? Gracias, gracias, gracias — abrazo todo su brazo.

— No te preocupes, termina de resolver la práctica. 

— Oh — me separo — lo siento, gracias de nuevo.

Fin del flashback.

❛━━━━━━━ ••• ━━━━━━━❜

El receso era un respiro entre tantas palabras, modismos y estructuras de oraciones que teníamos por aprender, comida, eso buscaba en este instante, pero algo me detenía, no era Tefa colgada de mi brazo, si no la culpa de saber que estaba subiendo algo que no quería que subiera, exacto, mi peso, una de mis tantas inseguridades.

— ¿Qué vas a elegir Kath? — pregunta Tefa viendo todos los snacks del estante — estoy indecisa.

— Deseo un chocolate — escojo un "princesa" entre tantas marcas — pero creo que me quedaré con las ganas e iré por... creo que comeré un... ¿Carter? 

— ¿Comerás un Carter? Pensé que ya habíamos superado esa etapa.

— ¿Qué? No, hablo de que Carter está ahí, cruzando la calle y viene a la tienda ¿No que no regresaría? Tefa, Hades, que horror.

— Al parecer la engañada en el cuento fuiste tú.

— Vamos, hay que escondernos, no quiero toparme con él — jalándola del brazo.

—  Ay, no, déjalo, igual no creo que te vaya hablar. 

— Él no, pero sus dos hermanas sí y con ellas me hablo, porque ni enteradas estuvimos, así que vamos.

¿A que punto llegué para esconderme de él? Bueno, digamos que haber tenido una relación peor que una montaña rusa y que se haya terminado de prácticamente de la nada es un gran motivo ¿Sentía algo aún? Fue hace meses, no, claro que no, más ahora que dijo que nunca volvería a la academia y esta aquí, junto a sus hermanas como si no pasara nada ¿Qué iba a hacer? Tratar de no topármelo o terminaría en una mala reacción por parte mía. Hoy están pasando muchas cosas  y yo aún procesando que Eli no vendrá más, Hades, Hades.

— Listo se fue, vámonos nosotras también, directo al salón.

— Ay, apura, paguemos esto y vamos.

Todo hubiera transcurrido con normalidad si no fuera porque escuché algo que no debía, algo que preferiría no haber escuchado ¿QUE JOSS QUÉ? ¿QUE JOSS ERA EL PRIMERO EN MÉRITO? No puede estar pasando, estar entre los 10 primeros era fantástico, estaba ahí, pero estar en primero, ya no tenía que superar solo a Robert, si no que a Joss, no puedo creerlo, esta información valiosa, no solo la tenía que saber yo y Tefa, si no las demás, vamos a derrocar al rey, por mientras, tendríamos que llegar al salón.

— ¿Qué? — pregunta Ross con incredulidad — no te la puedo creer.

— Pues creerlo, esta pasando — digo para después comer un doritos de la bolsa de Sara — debemos ponernos las pilas. 

❛━━━━━━━ ••• ━━━━━━━❜

Así pasaron las horas de estudio llegando a los cinco minutos de estiramiento dentro del salón por parte de la profesora, gracias chico que no conozco y bostezó; no quería decir esto, pero tenía una cierta competencia contra Joss, desde el primer mes que llego a nuestro salón, ha tenido un puntaje impecable, no solo eso, sus participaciones en clase eran aún mas atrayentes a la competitividad, y yo ¿Yo quién soy para negarme el competir con él? Tenía por fin un área dónde sobresalía, no podía quedarme de brazos cruzados mirando como me lo arrebatan, así que me dije a mi misma: "Haz que tu fuente funcione"

La hora de salida era el momento indicado para pone en práctica mi plan, la docente, como siempre, mandaba a sus alumnas y alumnos preferidos a comprarle comida, y que casualidad que el grupo de preferidas sea el mismo con el que se junta Joss, después de verlos subir al salón, me quedé afuera del aula, en un área dónde no me vieran a escuchar la charla sobre el examen de la próxima semana, que solo le daba al grupo, después de varios minutos, bingo, ya tenía el tema del examen en conjunto al criterio de evaluación, era hora de irme a informar a mi grupo, plan completado, o eso creí, porque sí, esta señorita se tropezó en las escaleras que estaban al frente, se escuchó mi grito, pero mi vergüenza era más grande, cojeando llegué a los servicios lo más rápido que pude, espero que nadie me haya visto, ahora mi rodilla sangrando iba a ser el problema.

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