12. Lazos de sangre y cariño:

7 1 0
                                    

Memorias:

¿Cómo iba a esconder mi rodilla de sangre? ¿Cómo saldría de los servicio sin que las personas se den cuenta que espiaba? Simplemente no lo sé, mande toda la información que había conseguido al grupo de mensajes, luego hablaría con ellas, por el momento, saben que me iría con Joss, con el dolor ardiendo en mi rodilla, joder y hablando del rey de roma, su mensaje me llega, preguntando dónde estaba, respondo que comprando algo, así que acabo de limpiar mi herida, cojeando bajo las escaleras, salgo de la academia, me dirijo a la esquina y lo veo, parado cerca a un poste, concentrado en su celular, camino hacia él, tapando mi herida con mi mochila, pero mi caminar me delata.

— ¿Qué pasó? — se para enfrente mío — ¿Uh?

— Oh, me entretuve con las chicas y la fila de la máquina expendedora estaba larga, lo siento si te hice esperar. 

— No, no te preocupes pero ¿Estás bien? — me examina con la mirada — ¿Te duele algo?

— ¡NO! digo — entrelazo mi brazo derecho con el izquierdo de él — avancemos.

— Bueno pero ¿Tienes prisa? 

— No — lo miro confundida — ¿Porqué?

— Caminas rápido, por eso.

— Ah, no, perdón, se me pasó, supongo que estoy nerviosa. 

Bastó dar un solo paso para que la herida empiece a sangrar de nuevo, había resistido demasiado fingiendo que no me dolía nada, simplemente caí al suelo, quejándome del dolor, Joss preocupado preguntó si estaba bien, pero era obvio que no, para cosas simples si no eres el mas inteligente ¿No? justo cuando menos me lo imaginaba, se agachó en frente mío ¿Qué quería? ¿Cargarme? ¿Estaba loco? NO.

— Vamos Kath, hay una cafetería a dos cuadras, no puedes seguir caminando o seguirá sangrando, ven, te llevo.

— No creo que sea posible, terminaremos ambos en el suelo, esto no es una película. 

Sin importarle nada, agarró mis brazos, los enrollo en su cuello, me dijo: "Agárrate fuerte" y simplemente me cargó, vale, esto no me lo esperaba, no es que fuera demasiado pesada pero creo que no soy fácil de cargar con la facilidad con la que él lo hizo, supongamos que va al gimnasio; entramos a la cafetería, inusualmente vacía, me sentó en una silla cerca a los servicios, le preguntó algo a la dueña, supongo que si tenía algún kit de emergencia, la dueña respondió que no ¿QUIÉN NO TIENE UNO? Oh si, mi familia, bueno, no podía decir nada.

— Quédate aquí unos minutos, iré a comprar a la farmacia ¿Si?

— Oh sí, toma — empiezo a buscar dinero en mi mochila — espera

— No es necesario, ya vengo, no te muevas.

Lo vi irse, volteando a la esquina pensé  ¿A donde carajos creía que me iba a ir? más importante ¿Cómo? no podía ni pararme.

A los pocos minutos regresó con una bolsita con el sello de la farmacia, se sentó enfrente mío y agarró mi pierna, la puso sobre las suyas para empezar a limpiar la herida con algodón mojado de alcohol, esto hizo arder de dolor, mierda, arde... 

Esperen, paren todo, hay una pequeña distracción, la manera en que su mano izquierda tenía agarrada mi pierna, ya de por sí, no eran delgadas, era gruesas, calculo que mis muslos miden unos 40 centímetros o más, mientras que la parte de abajo, eran unos 34, de la misma manera, así que su mano era grande, ya que cubría la mitad de pierna, solo imagina las posibilidades, quiero decir: "Joder, duele, hazlo despacio"

Por el espacio y el momento, esa frase salió sin querer, pero en otro contexto, podría ser el inicio de una gran aventura, pero regresando a la realidad, no se si era yo o de verdad él estaba aprovechando para acariciar mi hermosa pierna, la sangre derramada me esta haciendo alucinar, eso creía, hasta que acabó de vendar la herida, paso suavemente su mano, desde la venda hasta dónde inicia mi zapatilla, para luego agarrarla con una delicadeza y bajarla ¿Qué carajos acaba de pasar? ¿Me estas coqueteando o insinuando algo? porqué si es así, ni creas que será fácil, bueno si soy fácil, más que la tabla del uno, pero tengo que fingir que no, pero lamentablemente mis vellos no aportan nada, se erizaron, gracias eh, para la próxima porque no le dicen lo que pienso también.

— ¿Kath? — hace ademán enfrente de mi cara — Kathlyn.

— Oh ¿Si?

— ¿Te sientes mejor?

— SÚPER MEJOR, digo, sí — sonrió y empiezo a jugar con mi pulgar  — si, estoy bien.

Exacto, ahí está, esa manía de que si me pongo nerviosa, juego con mi pulgar o mis labios, me tiemblan las piernas, se podría notar fácilmente, menos mal que Joss aún no sabe de aquello, que se mantenga así, mientras tanto, le digo a Joss lo que quería comer, torta de chocolate, dijo que él pagaba, bueno, es un oportunidad que no podía desaprovechar, si no fuera porque ya pagó lo de la farmacia, ahora sentía que tenía algún tipo de deuda con él, demasiado raro; para cuando trajeron los postres, no espere ni dos segundos y le di la primera mordida.

— ¡Wow! si traías hambre. 

— Es chocolate, no esperes menos.

— Ya veo, así que dime, el tema del examen de la otra semana esta fácil ¿no?

— Sí, de hecho pensé que sería más ... difícil... — susurro — espera ¿Cómo sabías que era yo? ¿A caso me viste? ¿O grité muy fuerte? — de repente veo que alza su dedo portando un anillo, oh diablos — mi anillo...

— Touché, reconocería al dueño de esta joya a kilómetros, no cabía duda que era una señorita muy curiosa, que al parecer su jugada le salió mal, terminó lastimada y lo más importante, tiene un cómplice que conoce su delito.

— Yo... Sólo... 

— Kathlyn, de ahora en adelante solo dime que te pase los temas, ya no tienes porque seguir tu papel de ninja.

— ¿Enserio? GRACIAS, GRACIAS, TE AGRADEZCO.

— Con una condición  — sonrió — no todo es gratis

— Oh joder ¿Qué quieres a cambio? — intenté agarrar mi anillo pero él lo retiro antes de que pudiera agarrarlo — ay.

— No no, por cada tema que te pase — el azabache hace una pausa antes se seguir hablando — salimos, justo como ahora, una salida tranquila. 

— Sería una vez al mes ¿Entonces? 

— Prácticamente ¿Aceptas? 

— Acepto.

Justo en ese momento, agarra mi mano para colocar el anillo en uno de mis dedos, vale, si esto no fuera por el accidente previo, no habría manera de que esto hubiera pasado, así que no me arrepiento haberme caído por las escaleras, tampoco salir con Joss, es gracioso, porque siento que acepté casarme con él. A partir de ahora, Joss, saldré las veces que sea necesario, todo por el dichoso examen, sólo déjame tomar agua antes de vernos y ahogar estos insectos, porque hay mariposas revoloteando en mi estómago. 

Our history of twoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora