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Capítulo 9

Salgo de la casa y me encamino hacia el auto de Elisa. Ella me espera en el asiento del conductor y yo subo a su lado.

—¿Lista?— me pregunta.

—Completamente— ella arranca el motor.

—No puedo creer que haremos esto.

—¿Qué averiguaste?

—La bicha sufre de depresión. Se ha intentado suicidar unas cuantas veces, es una lastima que no lo lograra.

—Hoy lo logrará.

—¿Crees que sea fácil manipular a esa perra?

—Es una inestable, claro que será fácil.

Minutos después llegamos la mansión de la persona que vinimos a visitar. Bajamos del auto y caminamos hacia la entrada. Después de tocar un par de veces el timbre la sirvienta nos abrió.

—Buenas tardes ¿A quién busca?

—Hola, solos amigas de Amelie, ella nos está esperando.

—No me dijo nada...

—Ya sabes que Amelie lo olvida todo. Vamos, chica, déjanos entrar.

—Dejénme preguntarle si es cierto. ¿Me dicen sus nombres?

—Sasha y Hanna.

—Un momento— nos cierra la puerta en la cara.

—¿Sasha y Hanna? ¿Esas quiénes son?— le pregunto a Elisa.

—Así se llaman sus amigas. Esta sirvienta es nueva así que no sabe que mentimos. ¿Y sabes qué? Thaniel se las tiró a ambas.

—Interesante.

—Y yo a Hanna.

—Vale, Elisa, no recuerdo haberte preguntado exactamente eso.

La sirvienta vuelve a abrir la puerta y se hace a un lado para dejarnos entrar. El interior de la casa huele a dinero y lujos.

—La señorita está en su habitación— nos informa—, ¿Saben cuál es?

—Claro— Elisa y yo subimos por las enormes escaleras de cristal.

—¿Sabes cuál es su habitación?— le pregunto en un susurro.

—Sí.

—¿Cómo sabes?

—Vine una vez con Thaniel.

Llegamos a la tercera planta y caminamos hacia la última habitación del pasillo. Toco la puerta y Amelie nos dice que entremos.

Ella está acostada en su cama con una almohada sobre su cara, por suerte no puede vernos.

—Perdón si la sirvienta no las quería dejar entrar, es nueva así que no sabe quiénes son mis amigas— dice ella mientras yo le paso seguro a la puerta.

—Punto a nuestro favor— pronuncio y Amelie se quita la almohada.

—¡Perras! Largo de aquí antes de que llame a la policía— se levanta y se posiciona a un metro de nosotras con los brazos cruzados.

Tiene un albornoz rosado con puntos blancos, unas pantuflas de conejitos y su cabello recogido en un moño alto.

—Solo queremos darte una noticia— le dice Elisa.

—Ustedes no me interesan. ¡FUERA! ¡LARGO!

—Es sobre Thaniel— digo y ella parece intrigada.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora