Caos Perfecto

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Capítulo 5

Ok, aunque no me expulsaron del convento y mi padre no tuvo más opción que dejarme internada ahí, me dieron un día libre para pasarlo con mi familia.

Yupi, con mi familia.

Thaniel Evans tuvo la odiosa amabilidad de ponerme a elegir, así que tuve unas cuantas opciones...

La primera era pasar el día con él y su nocievita Sunset, o mejor dicho... solo con Sunset, para conocernos.

La segunda era ir a Wildeing con mi tía Elisa.

La tercera era pasar el día en casa de Bruno y visitar a Helen en la noche.

La cuarta era estar sola con mi abuela.

La quinta era ir con mamá a Sindwill y visitar a tía Amy, tío Carlos y a tío Fred.

Pero decidí la última opción, quedarme en el apartamento de tío Ryder. No era lo más divertido del mundo, pero al menos me dejaba dormir todo el día y no me hacía preguntas molestas.

En ese momento estaba acostada en su cama, mirando hacia el techo. Todo era muy sofisticado, muy elegante, pero a la vez discreto, así como su personalidad.

Al cabo de unos minutos, la puerta se abrió y entró Ryder, en pijama. Le regalé una sonrisa mientras él se sentaba en la punta de la cama con una taza de café en su mano.

—No puedo creer que decidiste venir aquí en lugar de divertirte con cualquier otra persona.

—Aquí hay paz.

—Me he encargado de construirla para cuando mis sobrinas vengan a pasar el fin de semana, aunque nunca vienen.

—Porque Sheryl es una amargada.

—Incluyendote.

—Soy tu favorita— le saqué la lengua.

—Siempre, pero no se lo digas a tu prima.

—Soy una tumba.

—Abierta.

—¡Claro que no!— solté una risa y le tiré una almohada mientras él también reía.

—Bueno... sabemos que yo también soy tu tío favorito.

—No tengo más.

—¿Bruno? ¿Jeal? ¿Frederick?

—Hablamos de lazos sanguíneos, solo estás tú y Fred, y sí te prefiero a ti.

—Claro, claro— se aclaró la garganta—. Tu padre me contó que conociste a un viejo amigo de la familia.

—Ay no, ya vas a empezar.

—Solo te quería preguntar qué tal te pareció ese hombre.

—A ver... es interesante... pero está loco, y también es misterioso.

—Pero...

—No soy su amiga, solo hablamos una vez.

—Ok...

—¿Por qué Thaniel le tiene miedo?

—Solo te está cuidando de desconocidos.

—Pero no es un desconocido, es un ex amigo de ustedes. Además, nunca le interesa lo que puede pasarme.

—Como sea, Arlen, mantente alejada.

—¿Pero por?

—Hazle caso a este viejo sabio.

—¿Viejo? Estás más bueno que el pan.

—¡¡Arlen!!

—¿Qué? Esas fueron las palabras de mi tía Helen.