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Capítulo 4

Camille Wals.

Luego de estacionar mi auto, bajé e inmediatamente Amy, quien me esperaba en la puerta del cementerio, se acercó a mí con una sonrisa. Me saludó con un beso en la mejilla y caminamos hacia adentro, en busca de la tumba de Vivian.

Mientras caminábamos, no podía parar de mirar su vientre crecido. Le faltaba muy poco para dar a luz. A pesar de su edad, ella y Carlos decidieron tener su segundo bebé, llevaría por nombre Matías.

Amy y Carlos habían disfrutado cada etapa de sus embarazos, y me daba un poco de envidia, ya que cuando yo llevaba a Arlene en mi vientre, lo único que tenía era estrés profundo. Pero, me alegraba que Amy si tuviera la dicha de disfrutar de una familia con el hombre que amaba.

—Vivian quería venir conmigo, pero Carlos no quería, de hecho la quiere mantener alejada de la familia Evans— mencionó Amy.

—Vivian es una adulta, puede elegir donde quiere estar.

—Arlene también.

—Yo solo... la protejo.

—Camille, no te sabes proteger ni a ti.

—Estamos hablando de tu hija, no de la mía.

—Pues tienes razón. Mi princesa me preguntó el significado de su nombre... y no pude responderle. Le prometí a Vivian, mi hermana, que le hablaría a la niña sobre ella, pero simplemente no puedo.

>>Se me forma un nudo en la garganta... y aunque mi hija ya sea toda una adulta... no puedo hablarle de su tía, no puedo. Ni siquiera sabe que ella existió.

—Han pasado 20 años, Amy.

—¿Tú le has hablando a Arlene sobre Vivianne? No sobre mi hija Vivian, sino de la otra Vivian, nuestra hermana. Es que son muchas Vivian.

—Pues... le he hablado sobre una chica que su padre quiso mucho... pero nunca le he dicho quien era esa chica.

—¿Por qué Vivianne se volvió un secreto familiar?

No tuve una respuesta para su pregunta, solo suspiré hasta llegar a la lápida con el nombre de mi hermana.

Vivianne Grace Wals de Evans.

Habían unas cuantas flores marchitas encima, también la lámpara que Thaniel y Jeal pusieron hace años, y la caja de cristal con unas cenizas que antes fueron flores... Thaniel nunca dejó que toquemos eso.

Amy se quedó en silencio mientras dejaba unas flores nuevas sobre la lápida, y yo solo observaba mientras recordaba el poco tiempo que conviví con Vivian en el psiquiátrico, queriendo destruirla, hasta que me di cuenta de que no podía destruirla más de lo que ya se había destruido a sí misma.

Cada noche después de su partida, le pedía perdón por haberla odiado tanto. No sé si en algún momento me escuchó, quiero creer que sí, me hace bien creer que sí.

—Hoy se cumplen 20 años— Amy soltó una lágrima mientras miraba la lápida—, 20 años desde que ella decidió dejar de sufrir.

—20 años desde que todos empezamos una nueva vida sin ella.

—20 años sin ti, Viv— susurró Amy—. A veces me gusta imaginar como sería todo si estuvieras aquí. Posiblemente tuvieras una relación poliamorosa con los Evans, ya que estaban casados.

>>Tal vez hubieras tenido dos hijos, uno de cada uno. Tal vez estarías hermosa, luciendo tus preciosos ojos azules y tu cuerpo perfecto. Tal vez serías una esposa y una madre increíble.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora