Capítulo 12
CLYDE
Ya había recorrido la casa en donde nos encontrábamos. Era una casa muy antigua, decorada de manera vintage. Supe que mi madre no había movido un pelo para arreglar ese lugar, así que me imaginé que solo encontró esta casa abandonada y decidió que nos vendríamos para acá.
Bueno, siguiendo hablando de la casa, era muy amplia, de 3 pisos y 8 habitaciones. Por la salida trasera quedaba un lago, pero estaba congelado, realmente era un peligro caminar por ahí, ya que podía romperse el hielo.
Nos encontrábamos en el norte de Hanwell. La casa evidentemente en medio de la nada. Todo era frío, nieve, viento, etc. Si no me cubría bien sabía que iba a terminar congelado en cualquier momento.
La casa estaba custodiada por 3 lobos entrenados que siempre estaban en la puerta principal, además de unos tipos que Helen contrató por su seguridad, eran 14 hombres. Pero de resto no había nadie más, ya que mi madre estaba sola en esa guerra. Solo me tenía a mí.
Con nosotros estaba una enfermera que se encargó de curarle el rostro, pero claro que... nunca iba a quedar tan bonita como antes. En ese momento se encontraba con todo el rostro vendado a excepción de sus ojos y boca.
La misma enfermera se encargó de estabilizar a Arlene después de ese disparo, pero seguía inconsciente. Suponíamos que iba a despertar en unas horas, pero nada era seguro.
Y en cuanto al señor Ryder, él era mi aliado, era la única persona que me podía ayudar. Se mantenía escondido en mi habitación ya que mamá nunca entraba ahí y no podría darse cuenta, pero de igual manera Ryder no podía salir de mi cuarto.
Fácilmente podíamos llamar a los Evans para que vinieran a rescatar a Arlene, pero mi madre se dio cuenta de que llevaba un móvil conmigo y me lo arrebató, y el móvil de Ryder no tenía señal.
Y en cuanto a mí... no voy a negar lo decepcionado que estaba, porque Henry me prometió que no le haría daño a Arlene, que tenía un plan para llevársela lejos de los Evans y de mi madre... y al final... la usó de escudo para que Thaniel no le disparara.
También me sentía frustrado, porque yo sabía que Helen iba a incendiar la casa y debí haberle dicho eso a todos los Evans, y así evitar todo este caos, pero no podía delatar a mi madre.
Ella era una perra, pero era mi madre, y en el fondo yo siempre tuve la esperanza de que se arrepintiera por todas las cosas que hizo y dejara su ridículo plan.
Además sabía que si le contaba todo a los Evans, ellos la iban a matar, y no podía ser el culpable de su muerte. La quiero muerta, sí, pero no por mi culpa.
Así que lo único que pude hacer fue dejar la cajuela del auto abierta antes de que mi madre saliera de la mansión Evans. Fue complicado, porque casi todos me vieron entrar con Arlene al auto, pero no hicieron nada, supongo que porque pensaban que yo estaba esperando al señor Thaniel o algo así, pero se sorprendieron al ver que me fui con Helen.
Y bueno, lo de la cajuela fue casualidad, pero me alegra que el señor Ryder fue tan inteligente como para abrirla y entrar, sin siquiera saber si estaba cerrada o no. Supongo que así son la mente de los Evans.
Bueno, volviendo a la realidad, estaba muy alterado en ese momento.
Sabía que la intención de mi madre era torturar a Arlene y luego hacer que los lobos la devoraran, y yo debía evitarlo, y era lo que estaba haciendo, poniendo anestesia de más en el cuerpo de Arlene para que no se despertara.
—Te juro que yo amaba a Helen, con mi vida— dijo Ryder.
Él se encontraba recostado en mi cama, mirando hacia el techo. Yo mismo podía sentir su frustración, porque de verdad él adoraba a mi madre, la tenía en un pedestal, y de repente... Helen decepciona a todos.
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Caos Perfecto
Mystery / ThrillerThaniel y Ryder Evans, hermanos y cómplices. Todos pensaban que ellos eran el verdadero peligro, pero el verdadero peligro era ella... Vivian Wals, una experta manipuladora que no conoció límites. Vivian se metió en su casa, en sus camas, y por si...