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Capítulo 19

7 meses después.

—¡Dios santo Arlene! Qué desastre tienes aquí— murmuró mamá entrando a mi habitación.

No puedo explicar lo raro que era ver a mi madre embarazada.

—Ahorita lo limpio.

—No hay tiempo, tenemos que arreglarnos.

—¿Papá se va a arreglar aquí?

—No, él se arreglará en casa de Ryder.

Últimamente mi vida se sentía increíblemente tranquila. Ya sabía toda la verdad, tenía a la familia que siempre quise, ya no habían malos, vivía con el hermoso recuerdo de mi tía Diana y la dicha de saber que mi tío Ryder estaba completamente bien.

Me hacía sentir inquieta que todos juraban que Helen había muerto cuando en realidad nadie estaba seguro, pero eso no iba a atormentarme tanto, tenía cosas más importantes de las cuales preocuparme.

Empezando porque, cuando mis padres se enteren de que les he mentido, de que hay algo que yo sé y ellos no, cuando se enteren de quién fue la persona que me rescató, que Albert, Sunset, Gabriela y Clyde también saben la verdad, me voy a meter en graves problemas.

Aunque no tenían porqué enterarse, ese es un tema que las personas que lo saben y yo nunca volvimos a tocar. Le juré a la persona que me ayudó que nunca diría nada y le agradecí, así que tenía que quedarme tranquila.

Por otro lado, mi relación con Clyde era completamente amistosa. Yo acabo de salir de muchas dificultades y él estaba muy solo, así que nos apoyabamos mutuamente sin tiempo para pensar en una relación. Él ya era como parte de la familia, incluso se estaba quedando en el apartamento de Sunset.

Hablando de ella, se le notaba lo muy interesada que estaba por tío Ryder, lastima que este era medio tonto y solo la trataba como a una amiga, pero supongo que para él era algo normal.

En cuánto a nosotros, vivíamos en el apartamento de papá, y cada día ellos se amaban y se lo demostraban, casi no lo podía creer, eso era un sueño para mi versión de niña.

Ese día era la boda, ellos decidieron casarse antes de que el bebé naciera, para luego concentrarse únicamente en él. Faltaba menos de un mes para que por fin lo conociéramos.

Iba a ser un niño, se llamaría Tanner, Tanner Evans, papá estaba super emocionado. Mi tío Ryder también, pero afligido, supongo que por su supuesto bebé con la desquiciada de Helen.

Vi a mamá acercarse a la ventana y abrir las cortinas, haciendo que el sol me pegara de frente. Me quedé sentada en la cama y ella se sentó a mi lado con una sonrisa.

—Perdóname por todo— dijo después de un rato—, no merecías nada de lo que te hicimos vivir.

—Los papás también se equivocan y yo lo entiendo, no tienes que preocuparte.

—No, Arlene, Thaniel y yo nos hemos equivocado desde siempre, ni siquiera hemos sido justos contigo.

—Pero ahora soy muy feliz— una lágrima rodó por mi mejilla—. Me siento como si fuera una niña.

—Me alegra que hayamos podido mejorar, pero se siente como... si no fuera suficiente.

—Ustedes son los mejores papás, para mí y estoy segura que también lo serán para Tanner.

—Todo lo que hemos logrado ha sido por ustedes, por verlos felices, sobretodo a ti mi niña— ella me abrazó y lloramos juntas por un largo rato.

Hasta que papá entró a la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, realmente nunca lo había visto tan feliz. Él dejó un beso en mi frente y uno en los labios de mamá, luego se sentó en un pequeño sofá que yo tenía pegado a la pared de al frente.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora