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Capítulo 10

Narrador omnisciente.

Arlene estaba sobre los brazos de Henry, inconsciente, posiblemente sin vida. Thaniel estaba atravesando un ataque de pánico, no se movía, simplemente se puso de rodillas y pasó sus manos por detrás de su cabeza. A Ryder se le humedecieron los ojos, ya que recordó la noche donde perdió al amor de su vida, así que también se quedó paralizado. Helen estaba confundida, no sabía qué hacer, así que solo se quedó en una esquina esperando que alguien más hiciera algo. Henry estaba disfrutando el momento, no por el hecho de que Arlene estuviera muerta— la tenía abrazada a sí mismo y podía sentir su corazón latir— sino por el hecho de ver a los Evans atemorizados.

Él se separó un poco de Arlene, pero fue para cargarla mejor, pasando el peso de su cuerpo para llevarla sobre su hombro. Ambos estaban manchados de sangre, tanta sangre que hacía ver el lugar de forma perturbadora.

—Me llevo lo que es mío— y de esa manera subió las escalera del sótano y se retiró.

Pero...

Diana lo siguió, ya que era la única lúcida en ese momento. Ella tenía miedo, y no de Henry, sino de otra persona, pero en ese momento no le importó, solo le importaba su sobrina y tenía ganas de remendar todo lo que había causado.

Estaba arrepentida por haber entregado a Arlene, y también tenía miedo de que la chica estuviera sin vida, así que no dejaría ir a Henry tan fácil. Él supo que ella lo estaba siguiendo, pero no le importó, hasta que iban atravesando la sala y ella le gritó.

—SI TE LA VAS A LLEVAR PRIMERO TENDRÁS QUE MATARME.

Él se giró, y la miró con un toque de burla.

—Matarte sería lo más fácil que podría hacer.

—¿Estás seguro? Mejor recuerda aquella noche, cuando rescaté a Vivian y tus pandilleros terminaron muertos.

—Mucha gente te ayudaba.

—¿Y quién te dijo que ahora no?— ella sonrió con perversión.

Y ese fue el glorioso momento en donde Henry prefirió no haber nacido.

Primero, se escucharon pasos por las escaleras, y se trataban de Elisa y Bruno, ambos armados. Segundo, se rompió el vidrio de la ventana que apuntaba hacia ellos, y entraron Frederick y Amy Wals, tercero, otra ventana se rompió y entraron Vivian y Cheryl, las hijas de Amy y Diana. Cuarto, se escucharon pasos desde la cocina y se hicieron visibles Jeal y Julieta— esposa de Bruno y hermana de Jeal—. Y por último y no por eso menos importante, la puerta principal se abrió, dando paso a Gabriela y Clyde.

Bien, fue otro plan elaborado por Diana. Sí, ella entregó a Arlene porque la cómplice de Henry la amenazó con matar a su hija... pero... Arlene también era como su hija, así que ella organizó un rescate, pero sin decir el nombre de la mujer que ayudaba a Henry.

Un rescate del que ni Thaniel, Ryder y Helen sabían. Ella llamó a todos los antes mencionados y algunos entraron por la puerta trasera para esconderse, y estar atentos ante alguna emergencia, claro que la emergencia se estaba presentando en ese momento.

¿Por qué no le dijo a Thaniel, Ryder o a Helen? A los dos primeros porque el último plan lo arruinaron, así que era mejor que no se dejaran llevar por el odio hacia Henry, y a Helen no le dijo porque posiblemente iba de chismosa con Ryder.

Siguiendo con el relato, en ese momento HENRY SINTIÓ EL VERDADERO TERROR, y lo digo literal, estaba temblando, principalmente porque en esa guerra su único aliado era Clyde y estaba en su contra, y también la madre de Clyde, pero también fingía estar en su contra. Y en segundo lugar porque esta vez no estaba luchando solo con los Evans, sino también con los Wals.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora