19

380 45 62
                                    

Recuerden que hice doble actualización, así que hay un capítulo nuevo antes de este, si no lo han leído ¿Qué esperan?;)

Capítulo 19

Todos se fueron al cine hace una hora. La verdad es que no quise ir porque se supone que iba a husmear la habitación de Ryder y la de Thaniel. Lo hice, pero no encontré nada útil.

Ahora estoy acostada en mi cama, mirando el techo y pensando.

La puerta de mi habitación se abre y me sobresalto. ¿Todos no se habían ido al cine?

—Oye— dice Kira y me incorporo para quedar sentada en la cama.

—¿Qué haces tú aquí? ¿No fuiste al cine?

—Sí, estoy en el cine en este momento. Es mi espíritu el que está aquí hablando contigo.

—Estúpida.

—¿No conseguiste nada sobre tu hermana en las habitaciones de los chicos?

—¿Me viste?

—Te vi por las cámaras de seguridad. Joder, sí que eres idiota. Si ellos tuvieran algo de Camille no lo guardarían en sus habitaciones.

Sí ella estaba viendo las cámaras de seguridad es porque las estaba manipulando...

—¿Qué quieres, Kira?

—Oh, es que tienes visitas— detrás de ella aparece una figura que conozco muy bien.

Con razón manipuló las cámaras.

—¿Qué haces aquí?— le pregunto.

—Linda habitación.

Kira y Henry toman asiento en mi cama. Uno en cada punta y en posición de indio. Yo apoyo mi espalda en el espaldar para estar más cómoda.

—¿Por qué no te vas?— le pregunto a Kira.

—Vivian, sé todos tus secretos y también los de Henry. ¿Para qué quieren privacidad?

—Pues...— Henry mira el techo.

—Ni siquiera lo digas, enfermo— suelto.

—¿Recuerdas a Amelie? La chica que obligaste a—

—Sí, la recuerdo, Henry.

—¿Recuerdas a su sirvienta?

—Sí, la mandé a Sindwill y Amy le compró una casa. También consiguió un nuevo empleo.

—¡Adivina!

—¿Qué adivino?

Inmediatamente escucho el sonido de unas sirenas y todas mis alarmas se disparan.

—Sorpresa.

—¿Qué carajos hiciste, Henry?

—Le pagué mucho dinero para que le dijera la verdad a la policía. Claro, no mencionó a Elisa, solo a ti.

—¿Es cierto?— le pregunto a Kira y ella asiente.

El timbre de la casa suena una y otra vez. Maldigo por lo bajo y salgo de la cama. Después de ponerme mis pantuflas salgo de la habitación, bajo las escaleras y abro la puerta.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora