EXTRA 1

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Extra
Vivianne Wals

Habían pasado tres años.

Tres años viviendo, tres años sola, tres años aprendiendo a vivir sin sobrevivir. Era la vida que yo siempre había querido, pero por alguna razón, me sentía incompleta, y sabía que la única manera de estar completa, era con mis chicos.

¿Pero cómo podía hacerles eso? Ellos seguramente habían pasado por un infierno por mi culpa, además seguro ya habían continuado con sus vidas, no podía simplemente aparecer como si nada, tenía que pensar un poco más en ellos que en mí.

Pero ¿Y si ellos querían verme? Quizás aún había la remota posibilidad de que ellos quisieran saber de mí, escuchar mi versión de la historia y por fin volver a la normalidad. Yo solo quería volver a ser parte de la familia Evans, porque ellos fueron más familia mía que mi propia familia.

Me preguntaba cómo estaría Thaniel, quizás había logrado desprenderse de los negocios familiares de su familia, quizás había conocido a una chica, tal vez él y Ryder ya habían aprendido a quererse y aceptarse.

También quería saber de Ryder, obviamente, solo deseaba que él hubiera podido superar todos sus miedos, que no me dejara en el olvido y que siguiera velando por Helen y Camille, mis hermanas.

En cuanto a Helen, me sentía preocupada, ella no estaba muy bien de la cabeza y sabía que mi muerte iba a afectarla más. Por eso anhelaba que Ryder le hubiera prestado su protección, y que el pequeño hijo que tuvo y le entregó a una enfermera, estuviera bien.

Y si hablamos de Camille... el poco tiempo que compartí con ella supe que era alguien increíble, solo que con un alma envenenada por culpa de Henry, pero ella era un amor, ella merecía vivir una linda vida.

Y yo también lo merecía...

Y la estaba viviendo, pero como extrañaba a los Evans, como extrañaba mi casa.

En esos dos años, solo pude descubrir que Albert estaba estudiando en Nueva Jersey con Elisa, pero Elisa había dejado la carrera por motivos desconocidos, quizás la señora Evans estaba enferma y por eso Elisa tuvo que volver a casa, no lo sabía.

Supe eso porque yo pensaba inscribirme en esa academia, por mi propia cuenta y no por méritos de Thaniel y Ryder, pero entonces vi a un tal Albert Castrell Evans y a una Elisa Castrell Evans, así que no pude inscribirme, ellos no podían verme.

Pero... en esos momentos yo me encontraba cansada de estar sola, así que tal vez era buena idea tener una compañía, la compañía de mi fiel amigo Albert, él sí se alegraría de verme y me guardaría el secreto, entonces empaqué y tuve que tomar varios vuelos, puesto a que yo me encontraba en Brasil.

Pasaron doce largas horas, una eternidad, hasta que logré llegar a Nueva Jersey. No fue tan difícil adivinar donde vivía Albert, solo tuve que dirigirme a la academia y pedir su información personal, fingiendo ser su esposa embarazada, así que no dudaron en darme su dirección.

Llegué al edificio, subí y me detuve cuando estuve afuera de su apartamento, sabía que mi vida cambiaría, otra vez, pero lo necesitaba, así que sin más opciones toqué.

Me abrió la puerta una chica alta, rubia y muy elegante. Tenía expresiones tristes, como si algo malo le hubiera sucedido, además estaba vestida de luto.

—¿Puedo ayudarte?

—Claro, estoy buscando a Albert.

—Fue a hacer unas compras, pero en algunos minutos viene... ¿Tú eres...?

Y sabía que tenía que usar el nombre falso que me dieron las autoridades luego de pagar una millonada.

—Selenia, soy amiga de Albert— le sonreí.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora