CAP 48 VIAJE A CUERNAVACA

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 ❖ Diego


Me levante temprano quería preparar un poco de café para despertar para el viaje hacia Cuernavaca, nos llevaríamos una camioneta de Joaco para ir más cómodos sin embargo seríamos Aura y yo quien manejará... mientras preparaba todo pensaba en mi novia, en lo que me contó anoche antes de que se quedará dormida en mis piernas, lo mucho que extrañaba a su padre y cuánto le afectaba que mi tía juzgue a Emi y de paso a ella perdiendo tiempo valioso con mi primo, la verdad es que la ha pasado mal mientras más me cuenta más lo corroboró y eso solo me hace valorarla mucho más, es del tipo de personas que no la ha tenido fácil a pesar de aparentemente tenerlo todo y aún así sabe ser una amiga leal, crear lazos fuertes y ser una persona maravillosa dispuesta siempre a apoyar, ayudar y defender a los que ama.

Estaba tan concentrado en mis pensamientos que no la escuche entrar en la cocina sino hasta que me abrazo por la espalda.

A: ¡Buenos días mi amor! – me dijo sonriendo y dejando un par de besos en mi espalda lo que hizo que mi piel se erizara –.

D: Buenos días mi princesa, ¿cómo amaneces? – le digo mientras volteo para quedar de frente a ella – no hagas eso que me provocas – le digo sonriendo –.

A: ¿Qué no haga qué? – pregunta fingiendo inocencia, mientras deja besos ahora en mi pecho – me amanece muy bien, gracias por escucharme anoche amor en serio me hizo sentir mucho mejor por lo general nunca hablaba con nadie de lo que sentía – me dice dándome un beso en los labios –.

D: No tienes nada que agradecer, siempre tienes que decirme lo que sientes, para que las cosas funcionen siempre tiene que haber comunicación y debes de confiar en mí, ya no estás sola – le digo y beso nuevamente sus labios con un poco más de intensidad –.

A: Te amo – me dice abrazándome mientras nuestras lenguas comienzan una guerra en medio del beso –.

D: Te amo más linda – le digo mientras reparto besos en su cuello – eres perfecta, eres la mejor persona que conozco y eres toda mía – le digo con la voz ronca y autoritaria pues ella me provoca demasiado, en realidad justo ahora no me importa si es que llegamos un poco tarde por los chicos aunque estoy consciente que es bastante temprano –.

A: Te estas comportando mal y debemos ir por los chicos – me dice entre jadeos y con una sonrisa mientras yo sigo llenando de besos su cuello, sé que no quiere que pare... siento su cuerpo vibrar ante mi tacto, hecha su cabeza hacia atrás para darme más acceso y yo sonrío satisfecho porque he logrado que me siga el juego, esa es una de las cosas que amo de ella que siempre está dispuesta a disfrutar de mis locuras –.

D: Estoy seguro que ellos pueden esperar un poco, ¡yo no! Mira lo que has hecho – le digo con una sonrisa pícara y tomo su mano para colocarla sobre mi pantalón que le permite sentir perfectamente la erección que me ha provocado –.

A: Creo que si fui un poco mala, tal vez merezca un pequeño castigo – me dice con esa cara de inocencia que me hace perder todo el control, se muerde el labio y yo solamente puedo pensar en hacerla mía –.

D: Esperaba que dijeras eso – Aura traía puesta una playera que es mía, le quedaba un poco arriba de los muslos apenas cubriendo su pequeño bóxer de encaje blanco no traía sostén y sus mejillas estaban sonrojadas, simplemente una obra de arte a mi alcance, la tome por la cintura y la impulse para sentarla en la barra del desayunador no podía tomarme el tiempo de ir a la recamara o a cualquier otro lado, necesitaba hacerle el amor en este preciso momento –.


No dejaba de besarla ni por un instante, quite su ropa interior y ambos sonreímos cómplices de las más intensas locuras que siempre nos encantaba hacer... yo no traía playera solo mi pantalón de pijama que no tarde ni medio segundo en quitarme junto con mi bóxer, metí mis manos dentro de la playera levantándola para quitársela y tirarla a cualquier lado poco nos importaba exactamente a dónde... le di un pequeño jalón a su cuerpo para colocarlo en la orilla de la barra, la mire fijamente a los ojos a lo que ambos sonreímos mientras comencé a rozar mi miembro con su intimidad, pequeños roces que nos hacían soltar gemidos a ambos mientras yo aferraba una de mis manos a su cintura para darle estabilidad y la otra en su nuca para intensificar nuestro beso, ella enredaba sus manos en mi cabello y sus piernas a mi cintura intensificando nuestros roces... no podíamos más con la excitación necesitaba estar dentro y ella necesitaba sentirme así que de una estocada certera y profunda entre en ella para comenzar con un pequeño vaivén que nos estaba llevando a la gloria, todo era besos, caricias y jadeos definitivamente la mejor manera de empezar el día, besaba sus pechos y dejaba pequeñas marcas rojas en ellos de las que ninguno de los dos era totalmente consciente en este momento ni tampoco del hecho que iríamos a la playa y que probablemente si no desaparecían serían visibles con el bañador y los chicos podrían molestarnos con ello, en realidad no pensábamos en nada más que en el profundo placer que ambos estábamos sintiendo... las estocadas cada vez eran más rápidas, Aura se recargo en sus brazos dejando un mejor ángulo para profundizar, yo la tome de las caderas y comencé a moverme de una manera más errática y rápida, ella me impulsaba con sus piernas que estaban alrededor de mi cintura, nos conocíamos perfecto y sabíamos que estábamos a punto de alcanzar el clímax, ella llego primero con un gemido y arqueando su espalda lo que me dio más acceso a su cuerpo el cual levante y apreté entre mis brazos para unas ultimas estocadas más que me hicieron ver las estrellas literalmente, termine rendido con mi cabeza recargada en su hombro, ambos sudando, tratando de regular la respiración pero felices de iniciar así nuestro día...

CERCA DE MI   *DIEURA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora