20 - 𝑪𝒐𝒏𝒔𝒆𝒋𝒐𝒔 𝒚 𝒔𝒖𝒈𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔

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— Entonces

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— Entonces..., ¿solo te trajo y ya?. —

La castaña le miro con reproche y suspiro asintiendo. Solo había transcurrido media hora desde que llego a su pequeño departamento, y Jisoo ya la estaba abrumando con sus preguntas ridículas.

— ¿Segura?, ¿ni un beso?, ¿aún que sea un abrazo?, ¿no?. —

La más alta volvió a negar. Ahora era cuando se arrepentía de haberle contado a Jisoo. Kim Jisoo era increíblemente buena para guardar secretos, pero en ocasiones llegaba a ser demasiado entrometida, sobre todo si se trataba de algo que involucrara a sus amigas.

— Pero..., ¿enserio nada?, ¿ni siquiera un abrazo?. — Jisoo seguía insistiendo con ambas manos apoyadas en en respaldo del sillón, frunciendo el entrecejo y los labios en una mueca — ¡Es que no me contaste los detalles, bitch!. — Exclamo rodando los ojos y recibiendo entre sus manos el llanto de pollo frito que Lisa se extendía.

Apretó los dientes y rodo los ojos. Desde que Lisa le confesó sus sentimientos por el azabache a Jisoo, la pelinegra no paraba de darle consejos o indirectas. No eran malos consejos, bueno no la mayoría. Subidos de tono, algunos, tal vez. Por ejemplo; chocar, accidentalmente, con él, solicitar su ayuda, fingir una caída o un desmayo para ser atrapada por el menor. Y esos solo eran los más normales.

Una noche antes del recital de Min Jeong, Jisoo había comprado una botella de un vino exquisito, y descaradamente le había revelado a la castaña menor que con unas cuantas copas Jeon perdería la cordura y si Lisa estaba frente a él, y aceptaba, no había de que preocuparse. Pues Min Jeong había hablado de más al decir indirectamente que Jungkook era sensible al alcohol. Jisoo se aprovechó de aquella información.

La pelinegra había comprado unas pastillas para dormir. En caso de que el vino no llegase a ser tan fuerte como ella creía, tal vez una de esas pequeñas pastillas haría la diferencia. Lisa se negó rotundamente, ¡Eso sería un delito!, ¡Jamás haría eso, implicaba demasiados riesgos!.

Manoban no tenía ni la más mínima idea de cómo funcionaban esas pastillas. Sentia el corazón bombearle de forma exagerada al pensar que si llegase a colocar una pastilla extra, podía provocarle una sobredosis, ¡Dejaria a una niña huérfana!, ¡Se convertiría en una asesina por seguir los maravillosos consejos de Kim Jisoo!, ¡¿Que cruzaba por la mente de Jisoo cuando sugirió esa idea?!.

Algo cursi, pero Lisa preferio dejar que las cosas fluyeran por cuenta propia. El amor era algo que jamás debía apresurar.

Volviendo al presente con la pelinegra y la castaña. La mayor mordio el pollo con cierta fuerza y sorbio su bebida con el ceño fruncido.

Lisa tomó asiento junto a Jisoo, y comenzó a revisar todos los canales. Sin prestar atención a su alrededor; la inconfundible voz de Jisoo reclamarle por ser tan lenta en el amor, y las gotas de lluvia chocar contra el techo del edificio y ventanas. No quería prestar atención a su alrededor, hasta que el característico tono de vibración en su celular alertó a ambas jovencitas.

𝑹𝒆𝒂𝒅𝒚 𝒇𝒐𝒓 𝒍𝒐𝒗𝒆 (Lizkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora