5 años después de la muerte de su esposa, Yoo Jimin, Jeon Jungkook y su pequeña Jeon Min Jeong conocerán a la hermosa y alegre bibliotecaria Lalisa Manoban.
Lizkook 🐰🐱⭐
Jeon Jungkook
Lalisa Manoban
Kim Min Jeong
Yoo Jimin
Lee Taemin
💜
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— Jaemin cariño, por favor baja el regaló de Mindongie. — El menudo rubio asintió ante las dichas palabras de la hermosa mujer frente a el.
Piel blanquecina, perfecta cabellera rubia sedosa cayendo por sus hombros. Ojos grandes color miel, labios esponjosos, pintados por un precioso y elegante color cereza. Figura alta y delgada adornada por un hermoso traje de una elegante mujer de negocios color gris y unos refinados tacones del mismo tono aumentando solo unos centímetros su altura. Jeongyeon sonrio con nostalgia elevando sus costosos lentes de sol y dejandolos sobre su frente.
La última vez que vistió por más de una hora a Min Jeong, fue en el funeral de Jimin.
El último cumpleaños de Min Jeong al que asistió fue cuando la pequeña cumplió un año. Y solo lo hizo para ayudar a un muy cansado Jungkook. Pero al momento de que la pequeña rubia soplara las velas, simplemente Jeongyeon no resistió más y abandonó la celebración. Pues Min Jeong tenia la extraña necesidad de lamentarse durante todos los años al soplar la velas de un pastel.
Tras esos ojitos de venaditos y esa adorablesonrisita se escondía un gran sentido de culpabilidad por la muerte de Jimin.
Si Jimin nunca se hubiera mostrado tan emocionada por ser madre, probablemente Jungkook guardaría un fuerte rencor contra Min Jeong, y de no ser porqué Jimin le hizo prometer amar a Min Jeong con toda el alma y corazón, probablemente Min Jeong ahora estaría en un orfanato.
Jeongyeon suspiro de forma temblorosa. No debía llorar, no hoy que finalmente volveria a ver a la pequeña rubia, finalmente volvería a ver a su nieta.
La rubia llevo su delgada mano hasta el timbre, y con el dedo indice de este presiono el botón en el centro. Sus perfectos dientes presionando con fuerza en sus labios, dejando una marca rojiza en ellos, sus tacones golpeando contra el suelo creando asi un sonido constante e irritante.
No pasaron muchos segundos en los que las grandes puertas frente a ella se vieron abiertas por dos chicas. Una pelinegra de piel blanquecina y una alta castaña de piel acaramelada. Al parecer ni Tzuyu ni Sohyun la recordaban. Y así lo prefería. Preferia ser olvidada por Jungkook, preferia que el azabache no insistiera con tantas ganas en verla de nuevo.
Más, eso jamás sucedería, no cuando todos los años una invitación con decoraciones rosadas e infantiles llegaba a la puerta de su casa siendo enviada por el chico.
Sin saber porqué o como las chicas dejaron entrar a la rubia mayor junto al pequeño rubio siguiendola en todo momento, ni una mirada ni una pregunta. Jeongyeon bajo la mirada avergonzada. Una vez que entro al majestuoso jardín en la elegante casa vamos recuerdos inundaron su mente, la mayoría de estos, deprimentes. Uno creería que Jeon se encargó de contratar a algún jardinero profesional para decorar el bello jardín cuando en realidad quien se encargó de sembrar todas esas lindas y coloridas flores fue Jimin.
