"No sabes cuanto me llenaba nuestro cuento"
***
EDWARD LÓPEZ
La he vuelto a perder. He vuelto a perder a la única persona que le da sentido a mi vida. Por qué soy tan idiota? Por qué no dejo de cagarla? Es la persona que más quiero y me comporto como un gilipollas.
- En qué piensas? - Julia interrumpe mis pensamientos.
- Tienes que abortar.
- No voy a abortar.
- Julia, yo no te quiero ni quiero al niño.
- Con el tiempo nos querrás.
- Te estás escuchando?
- Escucha cariño - se sienta a mi lado.
- Julia no me llames así - la corto.
- No te da curiosidad como saldría nuestro hijo? o hija, imaginate a una niña peliroja con tus ojos, tus labios y tu nariz - sonríe.
Se me hace imposible no imaginarme a una hija de raquel y yo.
- No, no Julia, no me da curiosidad y ni me la puedo imaginar.
- Joder Edward pon un poco de empeño por esto - se levanta enfadada y yo la sigo.
- Empeño? Empeño en qué? Julia que no te quiero, te lo he dicho miles de veces y no me haces caso, eres conciente de lo que es tener un bebé con alguien que no lo quiere? de verdad quieres eso a tu hijo?
- Y tu hijo Edward, también es tu hijo.
- Mira Julia - la cojo de la mano - no somos niños y esto no es el juego de mamás y papás que jugabamos de pequeños, piensa bien, porque te estas precipitando.
Salgo de la habitación y bajo las escaleras, mi madre y Natalia están sentadas en la mesa murmullando y cuando me ven se levantan.
- Que ha pasado? - pregunta Natalia.
- Y Julia? - pregunta mi madre.
- Arriba, yo me voy.
- Donde? - me sigue Natalia.
- Natalia dejame.
Cuando salgo de casa siento que me agarra del brazo.
- Cuidado porfavor.
La miro por unos segundos.
- Quieres venir conmigo?
- Donde?
- No sé - bajo la mirada.
En realidad no se donde voy, solo quiero salir, respirar y desahogarme con alguien porque estoy harto de todo, estoy harto de mi vida.
- Vamos - sonríe.
Caminamos en silencio y nos dejamos llevar por nuestros pasos hasta llegar a un pequeño parque de hace muchos años.
- Te acuerdas de cuando veníamos a este parque después del colegio? - se sienta en un banco.
- Si - me río - como olvidarme de cuando te mojé entera en la fuente - me siento a su lado.
- Encima en invierno - se ríe.
Silencio.
- Nat - la miro - tu crees que el destino no quiere que yo y Raquel estemos juntos?
- Pues - me mira tambéin - yo no soy el destino, pero si lo fuera, desearía que estuvierais destinados.
- Es que, ahora que lo pienso, parece que el destino no nos quiera juntos, y me da miedo.

ESTÁS LEYENDO
No me dejes
Novela Juvenil"El destino quiso que se cruzaran, no que se quedaran." Raquel trabaja en una gran empresa de coches junto a su compañera de vida, Soraya. Las dos son unas jóvenes muy coquetas, les encanta vivir la vida y ser felices. El mundo de Raquel se viene ab...