41

135 11 1
                                    

"No sabes cuanto me llenaba nuestro cuento"

***

EDWARD LÓPEZ

La he vuelto a perder. He vuelto a perder a la única persona que le da sentido a mi vida. Por qué soy tan idiota? Por qué no dejo de cagarla? Es la persona que más quiero y me comporto como un gilipollas.

- En qué piensas? - Julia interrumpe mis pensamientos.

- Tienes que abortar.

- No voy a abortar.

- Julia, yo no te quiero ni quiero al niño.

- Con el tiempo nos querrás.

- Te estás escuchando?

- Escucha cariño - se sienta a mi lado.

- Julia no me llames así - la corto.

- No te da curiosidad como saldría nuestro hijo? o hija, imaginate a una niña peliroja con tus ojos, tus labios y tu nariz - sonríe.

Se me hace imposible no imaginarme a una hija de raquel y yo.

- No, no Julia, no me da curiosidad y ni me la puedo imaginar.

- Joder Edward pon un poco de empeño por esto - se levanta enfadada y yo la sigo.

- Empeño? Empeño en qué? Julia que no te quiero, te lo he dicho miles de veces y no me haces caso, eres conciente de lo que es tener un bebé con alguien que no lo quiere? de verdad quieres eso a tu hijo?

- Y tu hijo Edward, también es tu hijo.

- Mira Julia - la cojo de la mano - no somos niños y esto no es el juego de mamás y papás que jugabamos de pequeños, piensa bien, porque te estas precipitando.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras, mi madre y Natalia están sentadas en la mesa murmullando y cuando me ven se levantan.

- Que ha pasado? - pregunta Natalia.

- Y Julia? - pregunta mi madre.

- Arriba, yo me voy.

- Donde? - me sigue Natalia.

- Natalia dejame.

Cuando salgo de casa siento que me agarra del brazo.

- Cuidado porfavor.

La miro por unos segundos.

- Quieres venir conmigo?

- Donde?

- No sé - bajo la mirada.

En realidad no se donde voy, solo quiero salir, respirar y desahogarme con alguien porque estoy harto de todo, estoy harto de mi vida.

- Vamos - sonríe.

Caminamos en silencio y nos dejamos llevar por nuestros pasos hasta llegar a un pequeño parque de hace muchos años.

- Te acuerdas de cuando veníamos a este parque después del colegio? - se sienta en un banco.

- Si - me río - como olvidarme de cuando te mojé entera en la fuente - me siento a su lado.

- Encima en invierno - se ríe.

Silencio.

- Nat - la miro - tu crees que el destino no quiere que yo y Raquel estemos juntos?

- Pues - me mira tambéin - yo no soy el destino, pero si lo fuera, desearía que estuvierais destinados.

- Es que, ahora que lo pienso, parece que el destino no nos quiera juntos, y me da miedo.

No me dejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora