01

1.7K 97 45
                                    

"Por esas amigas que son como hermanas."

***

Salgo del trabajo agotada, tanto papeleo me va a volver loca.

Soraya y yo decidimos tomarnos algo en una cafetería. Las dos pedimos un cola cao.

Cuando nos traen el pedido, el camarero es un chico bastante atractivo y le hecho varias miraditas. Cuando se aleja se me ocurre una idea:

–¿Te atreves a pedirle su número? — señalo al camarero con la mirada.

Soraya lo mira y me sonríe peligrosamente.

–¡Camarero! — grita sin cortarse ni un pelo.

El camarero se acerca con una sonrisa. ¡Que guapo!

–¿Desea algo más señorita?

–Si — Soraya me mira de reojo y yo hecho una carcajada antes de que diga nada — te deseo a ti.

¡La cara del camarero es un poema!

–Lo que quiero decir es que... ¿me podrías dar tu número? — Soraya continúa sin cortarse.

Sorprendentemente el camarero hace lo que le pide, empieza a apuntar su número en una hoja de su libretita de pedidos y la deja encima de la mesa boca abajo antes de irse.

–¡Ya te llamaré! — se ríe Soraya cogiendo la hoja — has visto, lo consigo absolutamente tod.. — pero cuando esta lee la hoja se le cambia la cara.

–¿Qué pasa?

–¡Será carbón! — deja la hoja en la mesa y yo la cojo.

El leer la hoja empiezo a partirme de risa, todos los de la cafetería me miran, pero no lo puedo evitar.

–¡Ja-ja que graciosa!

–Esta sería buena escena para una película de chicas rechazadas — consigo decir entre carcajadas.

–No volvamos nunca más a esta cafetería — se siente avergonzada.

–Claro porque te pensabas que el camarero macizo te iba a dar su número y al final te ha puesto "Tengo novia" en una hoja — mi risa vuelve a invadir todo el local.

Soraya me mira mal y en segundos se echa a reír ella también. Las dos reímos como focas mientras la gente nos mira como si fuéramos realmente dos focas en medio de una cafetería.

Después de charlar un rato en la cafetería salimos del local y nos montamos en mi coche.

–¿Qué tal está Laia? Hace tiempo que no hablo con ella.

–Está bien, muy feliz con su futuro esposo.

Laia es la hermana mayor de Soraya y hace unos años era una chica coqueta y libre como nosotras, ahora no me puedo creer que se vaya a casar.

–¿Cuándo se casarán?

–Creo que en diciembre, si no recuerdo mal.

–¡Que bien! Espero ser una de las damas de honor.

–¡Pues claro que lo serás!

Cuando paro el coche al ver el semáforo en rojo de repente se oye un gran golpe en la parte trasera del coche y me giro rápidamente asustada. ¡Una moto acaba de chocar conmigo! Salgo furiosamente y me dirijo al motorista.

–¿¡Pero que haces gilipollas!?

El motorista se quita el casco y se arregla el pelo con la mano. Es un chico muy guapo con los ojos claros, de piel morena y pelo oscuro, viste muy bien y se le ve como el típico chico que es guapo, lo sabe y presume de ello.

No me dejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora