No me dejes

14

"Es muy triste saber que solo fui un juego para ti, pero aún teniéndote de jugador me encantabas..."

***

Ahora mismo me siento la chica más gilipollas del mundo. ¿Cómo he podido creer que me iba a pedir matrimonio? ¿Acaso no piensas Raquel? Que ilusa que soy.

Salgo del restaurante llorando, las lágrimas no han podido aguantar más, camino rápidamente hacia el parque hasta sentarme en el césped en un lugar relajado apoyándome en un árbol. ¿Qué ha pasado? Yo pensaba que Edward realmente me quería, me imaginaba una vida junto a el y hasta me imaginado como saldrían nuestros hijos. ¿Qué me está pasando? Siento que mi alma está rota en pedazos dejándome vacía. ¿Por qué Edward me ha hecho esto? ¿Por qué no me dijo desde el principio que lo que quiera lograr conmigo era olvidar a Leticia? ¡Joder!

Ahora ya lo entiendo todo, ya entiendo por qué Ethan se puso de aquella manera cuando Edward le anunció que estábamos saliendo, Ethan lo sabía, lo sabía desde el principio y no me dijo nada, ¿Qué clase de personas son estos chicos?

Las lágrimas cada vez van aumentando hasta que una persona se sienta a mi lado y yo levanto la cabeza para verla, es Natalia, mierda, seguro que ha visto todo ese show.

–Te he traído un pañuelo — me lo extiende y yo lo cojo.

–Gracias — susurro.

–¿Estas bien? — me echa el pelo para atrás para que no me tape la cara y yo la miro fijamente.

Me gustaría decirle "oh si, estoy perfectamente, me he puesto a llorar por gusto" sarcásticamente, pero me lo callo.

–Ah, ya, es evidente que no lo estás, lo siento, solo... solo quería decir algo.

No le digo nada, sigo callada.

–He visto lo que a pasado allí dentro... y... lo siento mucho por lo que te ha hecho mi primo, le iba a hablar, pero ese trozo de plástico no me ha dejado.

La miro extrañada por el "trozo de plástico".

–Ah, trozo de plástico es Leticia, así la llamo yo — se ríe y yo sonrío.

–¿No te cae bien? — logro decir.

–¿Caerme bien? Que va, que va.

–Pero... es la ex íntima de tu primo.

–Me da igual que sea su ex íntima, yo y toda nuestra familia la odiamos, todo por ser la causante de la enfermedad de mi primo.

–Pero... las enfermedades son repentinas, ella no fue quien decidió su enfermedad— me seco la cara.

–Ya, pero creemos que ella y su madre le hicieron algo, ya que su madre es enfermera.

Me quedo en shock, será capulla.

–En fin, lo siento por el destrozo que ha causado mi primo dentro de ti, la verdad es que yo te prefería a ti.

–Gracias, pero creo que tu primo se ve mejor con Leticia — bajo la mirada.

–No lo creas, sinceramente, le he visto más feliz contigo que con Leticia — dice levantándose — bueno, te dejo, tengo que volver al trabajo, espero volver a verte.