No me dejes

33

"Querer también es respetar"

***

RAQUEL MAYERS

–Hola... — ahora mismo no estaría mal que me tragara la tierra.

–¿Edward? — Ethan nos mira a todos confundidos.

–¿Que pasa? — Edward se acerca a el y yo le detengo, se en lo que piensa — ¿no esperabas verme?

–Bro, ¿cuando has llegado? — se acerca a el para darle un apretón de manos.

–Dejame enseñarte donde acabaras tu, puto traidor — Edward coge a Ethan por la camiseta y lo estampa contra la pared, nosotras intentamos pararle, pero es inútil.

–Edward tío suéltame — consigue decir Ethan.

–Te dije que no te acercaras a Raquel, te advertí y aún así no me hiciste caso — lo mira furioso — ¡se supone que eres mi puto mejor amigo joder! — Ethan no dice nada — Raquel no es como todas las chicas que te has follado — hace una pausa — no vuelvas a acercarte a ella — le suelta y Ethan empieza a respirar aceleradamente.

–Edward relajate — intento calmarle.

–Raquel no te conviene estar con Edward — Ethan vuelve a poner tenso a Edward — te parecerá un chico generoso y cariñoso, pero hasta casados y con cinco hijos puede ponerte los cuernos y dejar preñada a otras tres.

Edward se enfada tanto que le da un puñetazo dejándolo en el suelo y empieza a meterle puñetazos sin parar haciendo que le sangre la nariz.

–¡Dejarlo ya joder! — sin darme cuenta me pongo a llorar, intento parar los brazos de Edward junto a Natalia y Soraya.

–¡Edward joder! — grita su prima.

Edward por fin nos hace caso y deja de darle puñetazos, Soraya se queda con Ethan y nosotras alejamos a Edward.

–¿Estas loco o que? — Natalia está histérica — ¡deja de comportarte como un niño!

–¿Que querías que hiciera? ¿Dejar que hablara así a Raquel?

De repente Ethan se levanta y corre hacia Edward metiéndole un puñetazo.

–¡Edward! — sollozo.

–La próxima vez no seas tan gilipollas — dice Ethan mirando a Edward furioso.

–¡Ethan sal de mi casa! — Soraya estira a Ethan para sacarle de casa.

–¿Edward estas bien? — me acerco a el y veo sus labios sangrando.

–Estoy bien Raquel, tranquila — se seca la sangre con un pañuelo que Natalia le da.

–Todo esto es por mi culpa — digo llorando.

Hay que ser realistas, todo esto a pasado por mi culpa, si yo no hubiera ido a esa estúpida fiesta nada de esto hubiera pasado.

–No — Edward se acerca a mi — no te eches la culpa — me abraza — nada de esto es por tu culpa, ni de nadie.

Soraya y Natalia se acercan a nosotros y se unen al abrazo.