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"¿Quién negó la existencia del diccionario de miradas?"

***

Una vez haber salido del trabajo junto a Edward cogidos de la mano decidimos ir a su casa con su moto. Al llegar Edward hace la comida mientras yo miro las fotos que hay en el salón. Hay una foto de Edward de pequeño junto a una niña, supongo que será su prima la del restaurante, en otra sale Edward, Sebastián y Ethan, se ven muy unidos. De repente entran Ethan y Sebastián.

–¡Vaya sorpresa! — dice Ethan al verme y yo le sonrío.

–¿Qué haces aquí? — me mira Sebastián.

–He venido con Edward.

–Últimamente vosotros dos estáis muy juntos — me sonríe Sebastián.

–Eso es porque oficialmente ya estamos juntos — aparece Edward.

–¿Qué? — dice Ethan sorprendido.

–Así es — me coge de la mano — Raquel ya es mi novia.

–Felicidades primo — Sebastián le choca la mano.

Ethan mira a Edward con desprecio, tira las llaves fuertemente contra el suelo y se va a su habitación. ¿Qué ha pasado?

–Ahora vuelvo — Edward sigue a Ethan por detrás.

¿Por qué habrá reaccionado así? ¿Acaso hemos hecho algo mal? ¿Tendrá algún problema?

–¡Raquel no se merece lo que estas haciendo con ella! — escucho la voz de Ethan.

¿Qué? ¿Qué está haciendo Edward conmigo? No entiendo nada. Me arriesgo a acercarme y me paro en la puerta de la habitación para poder escucharlos. Necesito saber lo que está pasando.

–Ethan, solo necesito que me entiendas, por favor.

–Eres un capullo — Ethan sale de la habitación y se choca conmigo — lo siento — dice antes de irse.

¿Que lo siente? ¿El qué?

Edward sale, me encuentra mirando a Ethan y me abraza.

–Edward, ¿qué está pasando? — le miro a los ojos.

–Nada importante — dice sin mirarme.

Cuando nos sentamos en la mesa para comer Sebastián pregunta por Ethan y le respondemos que salió. Durante toda la comida no paro de pensar en Ethan y en la forma con la que ha actuado. Si no fuera nada importante Ethan no hubiera reaccionado así. En un momento Edward se levanta y se va al baño, entonces yo aprovecho para hablar con Sebastián.

–Sebastián, ¿me podías dar el numero de Ethan?

–¿Por qué no se lo pides a Edward?

–Quiero que esto quede entre nosotros, por favor.

–No estarás pensado en ponerle los cuernos con su mejor amigo, ¿verdad?

–¡¿Qué dices?! Yo nunca haría algo así.

–Vale — me enseña el número de Ethan en su móvil y yo lo apunto en el mío.

No me dejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora